29.- ¿Calma?

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ÉDGAR

Me concentré en organizar la comida en el jardín, después de pasar su tiempo de chicas ellas estaban jugando a unos pasos de mí, en ocasiones Jaz parecía otra niña, disfrutaba verlas juntas y felices.

Mis suegros fueron los primeros en llegar y sin perder tiempo fuimos a mí despacho, nos acomodamos en los sillones, para platicar.

- Hemos decidió llevarnos a Tai unos días - Víctor, fue el primero en hablar.

Negué rápidamente.

- Después de lo ocurrido, no pienso separarme de ella ni por un instante - aseguré.

- Entendemos, pero también tenemos derecho a estar con ella, somos sus abuelos - intervino Julia.

- Eso lo tengo más que claro, pero ella se quedará conmigo, es mí hija - les recordé

- No estamos de acuerdo, además, hemos notado que tienes una nueva relación con la amiga de Clarissa y estás situaciones, confunden a mí nieta - agregó Víctor.

¿Que les estaba pasando?, Los observé molesto.

- Efectivamente e iniciado una relación con Jazmín, no voy a negarlo... Durante cinco años me he dedicado a Tai y ser buen padre, entiendo que el secuestro nos alteró, pero jamás permitiré que viva con miedo, ya he perdido a su madre y no pienso perderla también - expliqué.

- Entiende, pensamos en el bienestar de la niña y lo mejor será que viva con nosotros por un tiempo, necesita estabilidad emocional - mencionó Julia.

- Legalmente su custodia me pertenece y creí que entre nosotros, existía una buena relación al parecer me equivoqué, Jade estaría molesta y decepcionada de ustedes - confirmé.

- ¡No metas a mí hija en ésto! - intervino Víctor molesto - Hablamos de Taiyari y estamos intentando llegar a un acuerdo, tal parece que nos veremos en los juzgados y estás fuera de mí empresa - amenazó.

Salieron furiosos y azotando la puerta, sabía que todo esto sólo era producto de los últimos acontecimientos, en cuánto se tranquilizaran, buscaríamos la manera de solucionar estos problemas.

Estresado, regresé al jardín, mis mujeres corrieron abrazarme.

- ¡Me encanta la nueva familia! - comentó Erick a mi espalda.

Joyce abrazó feliz a Tai, gire para saludarlos en compañía de Jaz, al poco tiempo Gael apareció con su familia, al saludarlos, observé como el pequeño Gabriel le besaba emocionado las mejillas a Tai, con Joyce no era tan cariñoso.

- Confirmo, en unos años me llamarás consuegro - bromeó Gael.

- Siempre serás un idiota - contraataque.

- Gabriel es guapo, nosotros podríamos ser tus consuegros - intervino Erick y señaló a Adam

Comenzamos a discutir y Clarissa nos reprendió. Emocionado y sin perder más tiempo, informe que Jazmín era mí novia oficialmente.

JAZMÍN

Estás últimas horas sentía que flotaba entre nubes esponjosas, había pasado una increíble noche con Édgar y por la mañana, nervioso me confesó su amor, Tai me quería y aceptaba, habíamos pasado un tiempo de chicas.

En realidad, sólo nos habíamos dedicado a elegir ropa y peinarnos frente al espejo, ninguna sabía de moda o maquillaje, tampoco nos pintábamos las uñas, así que nuestro tiempo de chicas no era lo que todos esperaban.

Al bajar, encontramos a mí novio en el jardín acomodando la mesa, era raro y agradable llamarlo "novio" aunque sea en mí cabeza, intentamos sorprenderlo, pero fuimos descubiertas y atacadas a besos, al llegar sus suegros se encerraron en el despacho.

Mientras jugábamos escuchamos algunos gritos, Víctor y Julia aparecieron en el jardín llamando a la pelirroja, le hablaron al oído y ella negaba, intentaron llevársela a la fuerza me acerque para intervenir, al verme se fueron molestos.

Al poco tiempo reapareció Édgar, corrimos abrazarlo, Erick, Adam y Joyce nos interrumpieron, las niñas fueron a jugar mientras seguimos saludando, Gael, Clarissa y Gabriel llegaron minutos después, el pequeño no perdió tiempo en reunirse con Tai.

Note como brillaban sus ojos al verla, mi sobrino estaba demasiado unido a la pelirroja, Gael bromeó con Édgar sobre ser consuegros en un futuro, se molestó y comenzaron a discutir, Clarissa tuvo que intervenir.

Anunció nuestro noviazgo, todos se alegraron y nos felicitaron.

- Se estaban tardando - reprochó Erick

- Creímos que te quedarías amargado - agregó Gael

Édgar los fulminó con la mirada.

- Me alegro por ti amiga - intervino Clarissa

- Siempre tengo razón - agregó sonriente Adam.

Sonrojada agradecí sus felicitaciones y Édgar me besó.

- ¡Hey!, ¡No te la comas! - bromeó Erick.

- Recuérdame, ¿por qué aún te considero mi amigo? - soltó Édgar.

- Sin mí, no puedes vivir, acéptalo - afirmó Erick.

Nos reímos al escucharlo, todos eran agradables, al principio sentía que jamás encajaría, pero ahora tenía nuevos amigos.

Los días se convirtieron en semanas y rápidamente en meses, Tai asistía a terapia tres veces por semana, la psicóloga era excelente y un par de ocasiones, fuí citada para participar en las sesiones.

Édgar logró solucionar los problemas con sus suegros, se le terminaron las vacaciones y regresó a trabajar, en Sabat Fashions todo iban de maravilla, Yurid estaba encantada con nuestro trabajo.

Clarissa después de sus malestares, nos confirmó que de nuevo estaba embarazada.

Hoy cumplíamos dos meses de novios y Édgar junto con Tai, me habían invitado a cenar, estaba tan emociona que no sabía que ponerme, elegí un vestido circular negro, de manga larga y está vez decidí usar unas balerinas del mismo color.

Cuándo estuve lista, baje a esperarlos en la entrada del edificio, una camioneta familiar se estacionaba frente a mi, segundos más tarde, Édgar se bajó abrirme la puerta y antes de cerrarla me besó, saludé a la pequeña me lazo un beso como respuesta.

Llegamos al restaurante, que también se había convertido en mí favorito, después de que nos asignarán mesa, ordenamos y comimos entre platicas sobre lo ocurrido en nuestro día, mientras comíamos el postre Édgar habló.

- Jazmín, Tai y yo queremos pedirte que vivas con nosotros.

La pelirroja saco un juego de llaves de su pequeño bolsito y me las dió, impresionada, quedé sin palabras.

- ¿Puedo pensarlo? - pregunté al recuperar el habla.

Asintieron no muy convencidos y note la decepción en sus rostros, no quería tomar una decisión y luego arrepentirme.

Agradecí internamente la interrupción oportuna del celular.

📱Si, él habla... Mucho gusto... Esta bien... Hasta mañana.

- ¿Todo en orden? - pregunté.

- No lo sé, era el abogado de mí padre - dijo en voz baja.

- ¿Pasó algo?.

- Mañana será la lectura del testamento en sus oficinas - explicó incómodo.

Pude notar como se le quebró la voz al final, el tema de sus padres aún era doloroso.

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora