28.- ¿Novia?

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Canción: All Of Me - John Legend

ÉDGAR

Jazmín decidió dormir en la habitación de invitados, justificándose con que me quedaría con Tai y no quería molestar, al pedirle que se quedará era porque pensaba que los tres dormiríamos juntos.

Quizá me estaba precipitando, pero su compañía era lo que más necesitaba en estos momentos, me daba paz, las palabras de mí madre se reproducían constantemente en mi cabeza.

¿De verdad no merecía ser amado?, Alejé esos pensamientos y me acurruque junto a mi hija, con cuidado la abracé, las últimas horas habían sido muy angustiantes, pronto me quedé dormido.

Desperté agitado y sudoroso, la muerte de mis padres se había convertido en pesadilla, bajé a la cocina por un vaso de agua, pero al abrir la nevera tomé el bote de helado de chocolate, el favorito de Tai.

Me senté en la oscuridad y comencé a comer directo del recipiente, escuché pasos cuándo iba por la mitad y la luz se encendió de pronto, Jaz brinco asustada al verme, sonreí ante su reacción.

Sin perder tiempo me besó y correspondí, enredó sus brazos en mí cuello, la senté a horcadas sobre mí, nuestros besos se volvieron más candentes y cole mis manos debajo de su playera.

Tomé sus pechos con ambas manos apretando suavemente sus pezones, no llevaba sostén, soltó un pequeño gemido, aproveche para profundizar el beso colando mí lengua.

Instintivamente se movió, nuestras intimidades hicieron también contacto, recorrió lentamente mi torso desnudo, sólo llevaba el pantalón de pijama y la excitación aumentó, me levanté con ella en brazos, sin parar de besarnos subí las escaleras.

Entramos a su habitación, la acomode con cuidado en la cama, me apoye en mis brazos, para quedar sobre ella y seguir besándola, la ropa comenzó a estorbar y en segundos quedamos desnudos.

Le hice el amor y nos entregamos al placer el resto de la noche, extasiados llegamos juntos al clímax, el cansancio se hizo presente, la acomode entre mis brazos y en segundos nos quedamos dormidos.

Desperté por el llanto de Tai, me incorpore desorientado y mi vista se centró en una Jaz que dormía profundamente, los recuerdos de la noche anterior invadieron mi mente, exitandome de nuevo.

Tai lloró con más fuerza y los candentes recuerdos desaparecieron de inmediato, levanté el pantalón del suelo y me vestí para ir a mí habitación, la encontré llorando en posición fetal, me acerque con cuidado.

- ¡Calma princesa! - le acaricié el cabello - ¡Papá está aquí!.

Abrió los ojos asustada y al verme me abrazo fuertemente, le acaricié el cabello y espalda con ternura, hasta que logré tranquilizarla.

Golpearon suavemente la puerta e indique que pasarán.

- ¿Cómo está? - pregunto Jaz.

- Se ha vuelto a dormir - se acercó y le besó la mejilla - Tendré que buscarle ayuda profesional - comenté preocupado.

Rodeó la cama sentándose a mi lado, me besó son ternura los labios y apoyo su cabeza en mi hombro.

- Es una niña fuerte, va a superarlo - me alentó.

Ella tenía mucha razón, sí puedo asimilar la muerte de su madre, está amarga experiencia muy pronto quedará en el pasado.

- Gracias por estar aquí y acompañarnos - comenté y le besé la frente.

La ví sonrojarse, silencio invadió la habitación, me arme de valor y hablé

- Jazmín, sé que no es un buen momento y quizá no me creas, pero me enamoré de ti, tal vez es muy pronto para preguntar, pero, ¿Quieres ser mi novia? - expliqué nervioso.

Se acomodó frente a mí y me observó con atención, los nervios aumentaban a cada minuto, si Gael o Erick me vieran no tardarían en burlarse.

- Édgar, por supuesto que quiero ser tú novia, el sentimiento es mutuo, nosotros nos complementamos, tú y Tai me hacen inmensamente feliz - respondió emocionada.

En estos momentos me sentía el hombre más afortunado, no tarde en besarla y abrazarla, nos recostamos cuidadosamente en la cama y juntos a mis dos amores, volví a dormir.

Cuándo desperté ya pasaba del medio día, las mujeres a mí lado estaban dormidas abrazadas, busqué en silencio mí celular y les tome una foto, quería inmortalizar el momento, Jaz casi me descubre.

- ¡Buenos días bella durmiente!.

- ¡Buenos días! - respondió con voz ronca.

Le besó ambas mejillas a Tai e intentó separarse cuidadosamente, mi hija se negó a soltarla.

- ¡Mamita, no me dejes! - murmuró aún dormida.

Me observó preocupada, intenté alejar a Tai, pero se aferró con más fuerza.

- ¡Mamita te extraño, no te vayas! - habló de nuevo.

Jaz la envolvió en sus brazos y le acarició las mejillas, que estaban llenas de lágrimas.

- No iré a ningún lado princesa, siempre estaré contigo - le hablo en voz baja.

Mi pequeña, poco a poco comenzó abrír los ojos y sonrió débilmente al verla.

- Soñé con mi mami y me dijo que tú nos vas a cuidar, porque nos quieres - comentó alegre - ¿Es verdad que te quedarás con nosotros?.

- Estaré a su lado mientras ustedes así lo quieran, los quiero y son muy importantes para mí - le explicó Jaz.

Mi pequeña la llenó de besos y ella se dejó querer, no tenía dudas, hice una buena elección.

- ¿Te molestaría que Jaz fuera mí novia? - pregunté

- No papi, si tú eres feliz yo soy feliz - respondió sincera.

La abracé y llené de besos, amaba con toda mi alma a esa pequeña.

- Bajemos a desayunar y después, que les parece si vamos al parque o al lugar que ustedes elijan - propuse.

- ¡Si! - Gritó una emocionada Tai.

- ¿Has olvidando que vendrán a comer? - recordó Jaz.

Pequeño detalle, odiaba tener que posponer nuestra salida, luego del desayuno, Tai quiso que Jaz la ayudará a elegir su ropa, fuí corrido de la habitación de mi hija, según ella era tiempo de chicas.

Resignado regresé a mí habitación, minutos más tarde tocaron la puerta y nana entró, se acomodó en el sillón.

- La señorita Jazmín es agradable y mi niña la quiere - comentó casualmente - He notado que tú también.

- Me enamoré nana - confirmé.

Me sonrió y se acercó a darme un abrazo.

- Mi niño, mereces ser feliz.

Besó mis mejillas y frente.

- Te quiero Alicia, sin ti, no hubiéramos sobrevivido durante estos años, nunca nos dejes - me sincere y la abracé.

- Siempre estaré para ustedes - agregó antes de salir.

Si hace tiempo, me hubieran dicho cómo sería el futuro, no les creería y aquí estaba, disfrutando los momentos con mí familia.

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora