11.- Cumpleaños

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ÉDGAR

Pasó una semana de aquellos desastrosos encuentros, Gael seguía sin decidirse en conocer o no a su hijo y tomé la decisión de contratar seguridad privada, no la pondría en riesgo.

Celebrabamos su fiesta de cumpleaños y se cumplia un año más sin Jade, tenía sentimientos encontrados estaba feliz de verla crecer, pero nostálgico por qué nos faltaba su madre.

Erick como cada año era el organizador, que llegó muy temprano y volvió la casa un caos, sus indicaciones fueron mi despertador las escuchaba hasta la habitación, sólo esperaba que no se saliera de control.

Entré a la habitación de Tai, dormía ajena a lo que sucedía, me acerque y acosté junto a ella envolviéndola en mis brazos, contemplando cuánto había crecido, ya no quedaban rastros de mí bebé.

No resistí y la llené de besos, abrió los ojos y envolvió sus pequeños brazos en mi cuello.

- ¡Feliz cumpleaños, princesa! - felicité mientras volvía a besarla.

- ¡Te quiero mucho papi! - dijo con su rostro en mi cuello.

La puerta se abrió Julia, Victor y Erick entraron con un pastel cantando feliz cumpleaños, mi hija sonrió emocionada, de un salto se paro en la cama y camino hasta la orilla, la seguí, preferí cargarla para prevenir algún accidente.

- ¡Pide un deseo pequeña! - dijo un emocionado Erick.

Tai lo penso unos segundos y luego soplo con fuerza las cinco velitas moradas, su color favorito.

- ¡Soy una niña grande, papi! - grito.

Reímos, Victor le extendió los brazos y no dudó en ir con su abuelo, Julia los envolvió en un abrazo, los ojos de mis suegros se cristalizaron y Tai les besó cariñosamente las mejillas.

Llegó el turno de Erick, que también la llenó de besos recordándole cuánto la quería, me la regreso para continuar con los preparativos, antes de salir le recordó que se alistara para la fiesta, mi hija grito emocionada.

Una vez solos, Tai se quitó su pijama de panditas y camino hasta el baño, después de bañarla y ponerle crema hidratante, la ayudé a vestirse con su disfraz de la mujer maravilla, Erick decidió este año hacer una fiesta de disfraces.

Bajamos tomados de la mano y caminamos hasta el jardín, ya habían llegado algunos compañeros del kínder con sus padres y alguna que otra mamá soltera intentó coquetearme, siempre las ignoraba mi corazón le pertenecía a Jade.

Inexplicablemente mi mente recordó a la chica del restaurante con la que choqué hace días, sus ojos verdes me resultaron extrañamente familiares, sacudí la cabeza para eliminar los extraños pensamientos no era el momento.

Adam esposo de Erick llegó junto a una pequeña disfrazada de Batichica, su hija Joyce una preciosa rubia de cuatro años y ojos miel, hace tres años después de casarse y luego de varios trámites pudieron adoptarla.

Nos saludamos y luego besó a su esposo que tomó en brazos a Joyce para besarle las mejillas, Tai al verlos corrió hasta ellos ¡gritando tío Adam!, al verla la cargo y felicitó ella le besó las mejillas.

Las niñas pidieron ir a jugar, tomadas de las manos corrieron hasta el brincolín, Tai y Joyce se cuidan la una a la otra, Erick al verlas se puso nostálgico diciendo que le recordaban a él y Jade, Adam lo abrazo cariñosamente.

- ¿Estás en tus días o por qué tan hormonal? - pregunté bromista.

En un intento por recomponer el ambiente.

- Creí que no había contratado payaso - respondió sarcástico.

Reí ante su respuesta e infantilmente me sacó la lengua.

Adam solo negó divertido, Erick retomo sus actividades con los niños haciendo diferentes juegos y concursos, más tarde Gael hacía acto de presencia con varias cajas de regalo, Tai corrió a saludarlo como pudo la cargo y besó.

Mis padres también asistieron sin quedarse mucho tiempo, debían asistir a un compromiso según mamá, estaba acostumbrado a sus desplantes y decidí no darle importancia, mi hija se acercó tímidamente a saludarlos, sólo mi padre la cargo para abrazarla.

El resto de la fiesta fue tranquila, después de comer partimos el pastel y Julia les repartió dulces a los niños, pasadas las cinco ya se habían ido todos los invitados sólo quedaba la familia.

- ¿Papi, puedo abrir los regalos? - pregunto mi pequeña.

Luego de tanto jugar, estaba sentada en mis piernas.

- ¡Claro princesa!.

Emocionada fue por los regalos rápidamente comenzó a romper envolturas y abrir cajas, la mayoría eran juguetes, abrió los regalos de Gael hasta el final eran vestidos de diseño exclusivo confeccionados por su madre, Tai le agradeció a su tío con un sonoro beso en la mejilla.

- Este también es para ti - del bolsillo interno de la chamarra, saco una pequeña caja.

Tenía un logo en la tapa que no reconocí, Tai la abrió sin cuidado y saco un hermoso dije de plata en forma de infinito se enlazaban los nombres de mi hija, el de Jade y el mío.

Le agradecí por el detalle sonrió tímido como respuesta, Tai se me acercó y le expliqué lo que decía, pidió que se lo pusiera.

- Falta nuestro regalo - comento Erick.

Camino a la puerta trasera donde esperaba un camión de paquetería, bajaron una enorme caja con un moño Tai intrigada fue a abrirla, casi me desmayo al ver la pequeña motocicleta morada, con casco a juego.

- ¡Feliz cumpleaños!! - gritaron Erick y Adam efusivos.

Nervioso y preocupado me les acerque.

- ¡¿Enserio una moto?! - alcé la voz.

- ¡Calma papá! - Erick intentó tranquilizarme - Si no mal recuerdo, tú tienes un par guardadas en el garaje.

Frustrado, me pase la mano por el cabello.

- ¿Entienden que es una niña? - dije entre dientes.

- Sabemos que es una niña, por eso es un diseño exclusivo - explico Adam.

Quién trabajaba en la empresa, era uno de los ingenieros que se dedicaban al diseño y ensamble de las motocicletas.

- ¿Están seguros que no es peligrosa? - intervino mi suegro.

- Víctor, sabes que jamás le daría o haría algo para dañarla - explicó un sentido Erick.

Mi suegros al igual que yo no confiamos del todo, Tai le pidió a Adam que la enseñará a manejarla, le colocó el casco y con cuidado la acomodó e indicó como debía usarla, mi hija reía divertida y me olvide de los nervios.

- Admito que esté año me superaste - le comentó Gael a Erick.

- ¡Soy el mejor tío! - respondió arrogante.

- Aún está por verse - refutó Gael.

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora