Capítulo 11

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*Narra t/n*

Me encontraba en la oficina junto con Chisaki, ambos llevábamos trabajando con papeleos sin parar desde la mañana. Por desgracia apenas llevaba menos de la mitad del bloque de hojas ya que las que había estado administrando, tenían listas sobre materiales químicos y de laboratorio con nombres parecidos y me terminaba confundiendo.

T/n.-Oye Chisaki, creo que comprar algunos de estos materiales es muy innecesario.
Chisaki.-¿Como cuáles?, enseñamelos.-me levanté de mi escritorio para ir al suyo y mostrarle el documento.
T/n.-Podrias juntar algunos de estos materiales para que funcionen similar, ¿no?.
Chisaki.-Mmm...es verdad, entonces descarta los que creas que son igual de innecesarios en el resto de la lista.-dijo y enseguida volvió a concentrarse en lo suyo.-...¿Cuánto te falta?.
T/n.-Todo eso.-señalé el bloc de hojas.
Chisaki.-Eres muy lenta.-respondió irritado y entonces tocaron la puerta.-Entra.
Kurono.-El jefe quiere verlos en su oficina, a ambos.-el castaño miró irritado a su asistente y se levantó de mala gana de su escritorio mientras que yo organicé mis papeles antes de salir de la oficina.
Chisaki.-¿El viejo te dijo algo sobre lo que quiere hablar?.
Kurono.-No, pero sonaba muy serio.
T/n.-Espero que no tenga nada que ver con su salud...-el grisáceo nos dejó frente a la puerta de la oficina del jefe y se fue sin decir nada, luego el castaño entró primero seguido de mi.
Jefe.-...Tengo malas noticias.-dijo serio pero se podía notar tristeza en su tono de voz.-Chisaki, ¿recuerdas a mi hija?. Ella me habló hace unos días diciendo que se iba a ir de viaje con su familia, todo marchaba bien pero cuando estaban de camino a un hotel, tuvieron un accidente automovilístico y ella junto con su esposo, murieron.
Chisaki.-...Es una pena.
T/n.-De verdad lamento mucho su perdida.-dije haciendo una reverencia.
Jefe.-Eso no es todo, Hiromi tenía una hija llamada Eri, ella fue la única que sobrevivió del accidente y ayer fue dada de alta en el hospital así que la traje conmigo.-explicó.-Mi condición esta empeorando con el paso de los días y no me gustaría que la niña se quede sin nadie cercano a ella así que les pido que la cuiden, por favor.
T/n.-¿Que edad tiene?.
Jefe.-5 años.-respondió haciendo que me sintiera triste.-Aún no ha manifestado su quirk así que hay que estar al pendiente de ella.
Chisaki.-Entendido.
T/n.-¿Donde está su cuarto?.
Jefe.-Está en el segundo piso, la penúltima habitación de la derecha.
T/n.-Entonces, con su permiso iré a verla.-salí en dirección a donde había dicho el jefe y me sorprendió que Chisaki me acompañara hasta la habitación de la pequeña en ese momento.
Chisaki.-Volveré a mi oficina.
T/n.-¿Eh?, ¿no vas a entrar a verla?.
Chisaki.-No, tengo mucho trabajo que hacer.-respondió y se fue, así que toqué la puerta varias veces pero no obtuve respuesta y decidí entrar con cuidado pero alerté a la niña albina que estaba sentada sobre la orilla de la cama.
T/n.-Lo siento, no quise asustarte...
Eri.-...¿Quien eres?.
T/n.-Mi nombre es Kahou t/n, puedes decirme t/n.-me acerqué con cuidado y me senté sobre con ella.-...Tu abuelo me pidió que te cuidara.-la pequeña hizo expresión de tristeza así que la abracé y fue entonces que comenzó a llorar.-De verdad lo lamento mucho...
Eri.-...Q-Quiero estar con papá y m-mamá. N-No quiero estar sola...
T/n.-...Tranquila, te diré algo.-dije limpiando sus lágrimas.-No tienes porqué estar triste, a tus padres no les gustaría verte llorar.
Eri.-P-Pero e-ellos no saben que estoy llorando.
T/n.-Si lo saben, verás ellos pueden sentir lo mismo que tu porque como familia tiene un vínculo muy fuerte. Es duro pero debes de demostrarles como te diviertes y sonríes porque estoy segura de que eso es lo que quieren para ti.-en ese momento la albina dejó de sollozar y me miró, a lo que yo sonreí.-Todo estará bien, no estas sola. Yo voy a estar contigo y la pasaremos bien juntas.
Eri.-¿Como?...
T/n.-Te enseñaré algo, ¿vienes conmigo?.-la niña se mostró dudosa pero terminó asintiendo así que la lleve entre mis brazos hacía el estanque.-Mira, mira.
Eri.-Son muchos colores...¿que son?.
T/n.-Son peces koi, ¿verdad que son muy lindos?.-la pequeña asintió sin dejar de mirarlos.-Se verían más brillantes si no estuviese atardeciendo...hay que darles de comer.

Partí a la mitad la barra de pan para darle a Eri, primero le dije que no se mantuviera tan cerca del estanque porque podría caerse y luego le mostré como lanzar el pan hacia los peces, cuando vió a los peces agruparse y verlos comer, ella los miró curiosa.

T/n.-Que rápido, ya anocheció. ¿Tienes hambre, Eri?.
Eri.-...Si.
T/n.-Bien, hora de cenar.-me agaché para cargar a la pequeña e ir a la cocina.-¿Hay algo que quisieras comer?.
Eri.-Mmm....arroz.
T/n.-¿Arroz?...¿Quieres solo arroz?, podría hacerlo como onigiri o sushi.
Eri.-¿Oni..giri?.
T/n.-Si, son bolas de arroz rellenas y con forma de triángulo.
Eri.-Ooohh...yo quiero oni...onigiri.
T/n.-De acuerdo, será rápido.-dije y comencé a preparar los ingredientes y a cocer el arroz.
Kurono.-Creí haberte dicho que tenemos horarios para comer, todavía no son las 10pm.
T/n.-Eri tiene hambre, no voy a hacerla esperar hasta esa hora.
Kurono.-¿Eri?, ¿quién es?.
T/n.-Es ella.-señalé.-Es la nieta del jefe, se quedará con nosotros a partir de hoy. Eri, el es el gruñón de Kurono.
Kurono.-Cállate.-dijo irritado.-Pues si va a vivir aquí, también tiene que respetar los horarios.
T/n.-Si, si, dices eso pero siempre que vengo a la cocina me encuentro contigo, ¿a que vienes?.-fulmine con la mirada al tipo y este se enojó aún más, luego se fue sin responderme. Después de unos minutos terminé de preparar la comida y le serví a la pequeña albina.-Buen provecho.
Eri.-...G-Gracias...-con timidez tomó la bola de arroz y le dió una mordida, entonces se sonrojó.-Esto...esto sabe muy rico.
T/n.-Me alegro que te guste, come despacio.

Al terminar de comer la llevé a cepillarse los dientes, luego le puse una pijama y se acostó sobre su cama. El tiempo que estuvo conmigo podía ver que la había pasado bien pero aún había tristeza en sus ojos.

T/n.-¿Quieres que duerma contigo?.
Eri.-...Si.
T/n.-Esta bien.

La pequeña se hizo a un lado y me acosté a su lado, la acerqué a mi para abrazarla y estuve acariciando su cabeza mientras tarareaba una canción hasta que finalmente se quedó dormida, poco tiempo después yo también hice lo mismo.

Me Volví La Esposa De Un Yakuza [Overhaul] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora