◦•●◉✿ Esa Rosa, en otro jardín (Kuroshitsuji) ✿◉●•◦

Lo Viejo y Lo Nuevo

-No eran más de las seis y media de la noche, cuando un fuerte olor a quemado inundaba mis fosas nasales. Me encontraba sentada escribiendo en mi diario  en el mostrador de la tienda por el regreso inesperado de Sebastián, estaba sola ya que Adrián se había ido a una de sus reuniones de la sociedad de la Aurora. Al sentir el cosquilleo en mi nariz, me levanto rápidamente y me dirijo a dónde provenía aquel olor, "no lo puedo creer, está pasando de nuevo", me dije a mi misma al ver una parte de la ciudad envuelta en llamas.

-Las personas corrían desesperadas alejándose del incendio, ayude a algunas que estaban encerradas a escapar pero otras ya se las había consumido las rojas llamas. Mientras me adentraba a la parte de la ciudad que estaba siendo consumida, veo unas pequeñas partículas brillantes danzando en el aire y parecía óxido de magnesio.

"Óxido de magnesio... Eso significa que el asesino de las chicas está haciendo esto!!."

-Sigo el rastro del óxido y me encuentro en una calle donde un edificio acababa de explotar, me acerco rápidamente y veo a una mujer lanzando magnesio y usando el flash de su cámara para causar las explosiones. Ella se acerca a la Torre del Big Ben, así que decido seguirla y tratar de detenerla.

~¡Sed felices, sed felices!~ escucho decir a la pirómana que tenía varios barriles con magnesio que vaciaba en el aire desde el balcón de la torre.

~Hasta aquí ha llegado~ dice el Conde que ni sabía que estaba aquí, apuntándola con una pistola, mientras yo estaba detrás de uno de los pilares ya que decidí ver la escena.

~Así que ¿tu también quieres interferir en mi felicidad?~dice la mujer deteniendo lo que hacía.

~¿De verdad cree que haciendo eso podría ser feliz?

~¡Sí, eso creo!¡Él me lo dijo!~ retira la tapa de la cámara y le toma una foto al conde causando una explosión, pero antes de que pudiera alcanzar al conde lo cargue y nos escondimos detrás de un pilar.

~Tú! Qué haces aquí?!~ me pregunta al bajarlo.

~Primero que nada se dice gracias.~digo alzando una ceja y con los brazos cruzados, pero con una sonrisa burlona.

~G-Gracias~ dice en un susurro, voltendo la cara y algo sonrojado, a lo que sonrio victoriosa.

~Y segundo estoy tratando de detener a esa pirómana al igual que usted.~ se me queda viendo sorprendido.

~¡Un mocoso como tú no lo entendería!~dice la señora buscándonos.

~Por que los mayores siempre nos dicen mocosos para insultarnos?~ pregunto y el conde me ve con una casi imperceptible sonrisa.

~¡Que te obliguen a casarte...con un hombre que no te gusta, y que te hace desgraciada!¡Yo quería una apasionada historia de amor con un hombre bueno y guapo!¡Y quemaré a todo el que se oponga en mi camino!.

-Ciel se ríe burlón y sale a la vista
~Que tontería. ¡Luche en vez de lamentarse!¡Deje de quejarse y siga adelante!. Si continúa quejándose de su desgracia,¡no será mejor que un cerdo!.

~Cerdo... Un cerdo... ¡¿Un cerdo?! ¡Me has llamado cerdo, ¿verdad?!~dice completamente enojada a lo que causa otra explosión que logro que esquivemos.

~Eso fué muy grosero de su parte. Un verdadero caballero no le diría así a una dama, sin importar la situación~ le digo calmada pero con un ligero enojo.

~Yo sólo le dije la verdad~dice indiferente.

~¡Quemaré a la gente que me llame cerda, sea un hombre o un niño!~esparce más magnesio y causa nuevamente otra explosión que logra hacer que se le caiga el parche a Ciel.