◦•●◉✿ Esa Rosa, en otro jardín (Kuroshitsuji) ✿◉●•◦

La Invitación

-No quiero sonar dramática pero ya han pasado dos días y medio y no he podido estar a solas con Adrián por más de cinco minutos por que siempre nos interrumpen en el peor momento. Son diferentes personas las que lo buscan y siempre dice la misma tonta excusa "Debo hablar de algo importante". Esta situación me molesta mucho por que lo que parecía un lindo viaje romántico término siendo una reunión de la estúpida sociedad Aurora. Son las mismas personas que ví aquella vez que lo seguí. Él sabe que yo lo sé y que estoy molesta por haberme metido de esa forma, y lo peor es que a pesar de que estamos en el mismo barco y alojados en la misma habitación no lo he visto muy seguido, parece que sus reuniones son más importantes que yo y lo suficiente como para mentirme. Simplemente es algo que no puedo tolerar.

-En este momento estamos sentados en una de las mesas del restauran del barco con algunos de sus "socios" y sus acompañantes. Todos hablan entretenidos pero parece que tratan de evitar cualquier tema con la sociedad, puede que Adrián les haya pedido que no hablaran de eso mientras estoy presente y eso es molesto pero como sea. Ya nos sirvieron los postres y todos los disfrutan pero yo solo me quedo viendo el plato como si estuviera la cosa más interesante del salón en el.

~¿Sophie, estas bien? ¿Qué sucede? No has probado bocado desde esta mañana~ dice tomándome de la mano por debajo de la mesa pero yo se la arrebato rápidamente a lo que me mira confundido.

~No es nada sólo... Solo no tengo hambre.~ me mira no muy convencido de la respuesta para luego soltar un pesado suspiro. Uno de los caballeros que están en la mesa me pregunta algo a lo que solo le dedicó una sonrisa "dulce" y continúa como si nada.

~Has estado muy callada ¿segura que estás bien?

~Sí. Además, no tengo nada para decir.~ esa ha sido nuestra conversación más larga desde el día anterior. Al terminar el té las señoritas se levantan de la mesa ya que irían a otro salón a hablar libremente mientras los caballeros se quedaban a... A hacer cosas de caballeros, no tengo la menor idea de que es lo que hacen pero no me voy a quedar para averiguarlo.

~Señorita Sophie, por que no va con las damas al salón de al lado, seguramente se sentirá más libre al estar con las chicas~ dice uno de los hombres sonriente. ¿Y a este que le pasa? ¿con quién cree que está hablando? Yo no soy como las mujeres de este tiempo que viven con la cabeza llena de té y vestido bonitos. A ver Sophie cálmate, rechazado de forma educada.

~Muchas gracias, pero me temo que tengo que rechazar la invitación, iré a la cubierta por un poco de aire, creo que el barco me está empezando a marear~ digo con una "dulce" sonrisa, hago una reverencia y salgo del salón dejándolos a todos atrás.

-Llego a la cubierta y miro el basto mar, es lo único que he hecho desde que abordamos el barco, no tengo libros para leer, dibujar o mi libreta para escribir, no debí haberlo dejado. Y siempre que lo veo es lo mismo, el azul de cielo y el azul del mar unidos por una fina línea en el horizonte, pero es más hermoso el atardecer con tantos colores brillantes y en las noches con el manto de estrellas que arropan el cielo alumbrado por la inmensa luna. Me apoyo de la barandilla de seguridad y me pierdo en el horizonte hasta que la voz de mi prometido me trae a tierra de nuevo.

~Oye ¿qué sucede?~ se acerca a mi y trata de abrazarme por la cintura pero me hago a un lado sin girarme a verlo, y nuevamente suelta un suspiro.

~No es nada, estoy bien.~ digo en un tono brusco y seco.

~Claro que te sucede algo ¿qué es?~ se acerca nuevamente a mi y esta vez sí me logra tomar de la cintura.

~Ya te dije que no es nada~ digo con la voz temblorosa. Esto es ridículo no puedo seguir así, llorando por todo ¿qué me está pasando? ~es solo que...

~¿solo qué?

~Olvídalo, no es nada importante. Talvez debería regresar con ellos, deben estar esperándote.

~Claro que lo es y ellos pueden seguir esperando ¿no es como que pudiera irme a otro lugar o sí?. Vamos, dime qué ocurre.

~Lo que ocurre es que se suponía que estaríamos juntos en este viaje y solo te he visto en el restaurante o en las mañanas cuando me levanto~digo al tiempo que me volteo~ ya no pasamos tiempo juntos como antes~bajo la mirada, no soporto verlo en este momento ~tu siempre estás ocupado y ya no tienes tiempo para mí~pongo ambas manos en su pecho para aferrarme a él pero a la vez para  mantener la distancia.

~Es cierto y en serio lo lamento, he estado muy ocupado últimamente pero déjame arreglarlo, déjame recompensarte.

~No! Ya vasta de querer recompensar tu ausencia. Creí que este viaje era para eso, pero incluso aquí... tu... Ahg! Olvídalo~ me volteo para alejarme de él pero me toma de la mano deteniéndome, me acerca a su cuerpo y rodea mi cintura par que no me pueda ir.

~Escúchame un segundo por favor. Esta noche habrá un baile en el gran salón y quiero que vengas conmigo.~ toma mi mentón para que le vea fijamente ~toda la noche seremos silo tu y yo. Lo prometo.

~Fué lo que dijiste cuando me pediste que hiciéramos este viaje~ digo al tiempo que desvío la mirada al suelo.

~Esta vez me aseguraré de que así sea. Además, tengo algo para tí.~ me suelta pero tratando de mantener la cercanía, saca un cajita del bolsillo de su gabardina y la pone en frente de mi. Lo miro con curiosidad, toma mi mano y la coloca en ellas pidiéndome que la abriera y al hacerlo...

~Esto es...

~Sí. ¿Qué te parece?

~Es... hermoso. Pero sabes que no tenías que hacerlo, no soy de usar cosas así. No puedo aceptarlo~ cierro la caja y se la entrego.

~Sí, si puedes y quería hacerlo.  Me llevó tiempo conseguir algo que fuera perfecto, como tú~ dice acariciando mi mejilla levemente sonrojada. ~quiero que lo uses esta noche en el baile.

~Claro, lo haré. Pero aún así yo...

~Aceptalo como regalo de pre-boda.

~¿pre-boda? Eso nisiquiera existe.

~Claro que sí~ dice sonriente.

~Claro que no y en todo caso sería de compromiso.

~Es lo mismo.

~Jajajaja, claro que no~ digo sonriente para abrazarlo, hace días que no lo abrazaba así y su olor a vainilla me encanta. Alzo la mirada y él me mira sonriente, su sonrisa es tan cálida que me trasmite una inmensa paz. Se acerca lentamente a mí y antes de que nuestros labios pudieran siquiera rozarse fuimos interrumpidos por uno de los hombres que estaban con nosotros en el almuerzo. Parecía que venía con urgencia aunque se disculpó por haber interrumpido. ~te lo dije~ dije en un susurro alejándome de él pero sin dejar de abrazarlo. Él solo sonríe. ~por favor, esta vez no lo arruines ¿si?

~Por supuesto que no lo haría~ toma mi mano y deposita un beso antes de marcharse con aquel hombre. Quedo sola nuevamente mirando el mar pero esta vez mucho más feliz al saber que estaré toda la noche con él.

No veo la hora de que empiece la velada