Capítulo 2

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Lowell:

Toronto, Canadá.






























Lo primero que siento es el calor de su cuerpo envolviendo el mío, tiene su cabeza apoyada en mi pecho. Según recuerdo vagamente se llama Melisa, nos conocimos en el bar del hotel, palabras y sonrisas seductoras fue lo que necesite para llevármela a la cama. Exactamente hace dos largas semanas que no tenia sexo, tengo que reconocer que la mujer que conocimos en el club me afecto en todos los sentidos, Zander fue al primero que le llamo la atención, su forma de bailar, me encanto observar como su cuerpo se movía al ritmo de la música, definitivamente esos movimientos me conquistaron. Estaba con la duda de acercarme porque pude notar que era demasiado joven para mí, pero Zander como siempre actúa antes de pensar, en menos de diez segundos ya estaba bailando con ella y si, admito que los observé unos minutos, hasta que ella giro su cuerpo hacia él y mi hermano me hizo una seña animándome a acercarme a ellos. Fue la mejor puta decisión que tome porque fue una experiencia sexual extraordinaria, tanto así que me dejo con dos semanas de abstinencia.

Estiro la mano hasta la mesita de noche para ver la hora en el teléfono, en una hora debía estar en el hospital para por fin realizar el trasplante y poder volver a casa. Logre levantarme sin despertar a mi acompañante y poder ir al baño a tomar una ducha en tranquilidad, unos veinte minutos después salgo del baño y compruebo que la chica todavía no se despierta, vaya que tiene el sueño pesado o la deje bastante agotada anoche.

-       Nena tienes que levantarte- le hablo suavemente mientras la muevo un poco- ¿Sabes? Es hora de irse, el sol brilla tanto- agregó con diversión, ella abre sus ojos y una pequeña sonrisa aparece.

-       Buenos días- saluda y se estira un poco- ¿Me invitas a desayunar? – pregunta.

-       Lamentablemente no puedo, tengo una cirugía programada- miro la hora en el teléfono- en unos minutos, puedo darte dinero para que disfrutes de un desayuno y así poder recompensarte- le sugiero sonriendo- ¿Te parece bien?- me aseguró de preguntar.

-       Está bien, el desayuno puede recompensar tu ausencia-responde- ¿Cero tiempo para un polvo rápido? - me sonríe con picardía y gruño como respuesta

-        No puedo llegar tarde, me esperan- Ok, me estoy cansando de esta charla- te llamo mas tarde- miento descaradamente.

-       Mmm voy a estar esperando tu llamada- murmura, camino lejos de la cama y comienzo a vestirme.

Salimos de la habitación y nos dirigimos al ascensor del hotel, me despido con un beso y me entrega una tarjeta con su número. Lo lamento nena, pero no llamaré... pienso en mi cabeza, es bastante raro que repita con la misma mujer. Subo al auto de alquiler y para por fin dirigirme al hospital, mientras conduzco reproduzco los mensajes de voz que tengo pendientes.

- ¿Cómo te está tratando Toronto cielo? - el humor de mi hermano Zander me hace rodar los ojos- Necesito que vuelvas, ya no soporto a Cedric- se queja- Por favor, vuelve pronto- con esa súplica finaliza el mensaje, me rio un poco.

- Lowell necesito saber si vuelves mañana- es lo primero que escucho de parte de Cedric, nunca saluda- Agatha quiere tener una cena familiar para poder anunciar el compromiso – La feliz noticia pienso con ironía. La verdad no entiendo como Cedric aguanta a una mujer como Agatha, es insoportable y su voz, maldita sea, creo que escuchar a una cotorra es mejor que a esa mujer- Llámame pronto- Finaliza 

-      Hola cariño ¿Cuándo vuelves? – Se trata de un mensaje de Samantha y ruedo los ojos nuevamente, pero esta vez con desagrado- Te extraño- es lamentable, pero por este tipo de razón no me gusta repetir con la misma mujer y odio cuando se ponen intensas- Avísame cuando vuelves, por favor- continua- Ya tengo la fecha de la operación de la señora Tichker programada- un pequeño detalle, es mi secretaria- Nos vemos, cuando vuelvas cariño- corta, necesito aclararle lo nuestro a Samantha. No somos pareja, ni siquiera pienso volver a acostarme con ella y si no lo entiende, la despido. Estaciono en el estacionamiento del hospital y salgo del auto para dirigirme a la zona de cirugía.

ANHELO TU PIEL (LIBRO ÚNICO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora