Interludio (III) ¿Cuántas flores da la primavera?

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Hola!

Esto es corto, pero me parecio tan bonito que quice separarlo del resto del próximo capitulo para no mancharlo con perversión!

囧 --- 囧 --- 囧 --- 囧 --- 囧 --- 囧

Es salvaje y caótico.

La tinta negra y parece siempre fresca, ajena al tono grisáceo que generalmente aparece luego de unos años. A simple vista, parece un enjambre de trazos realizados por una mente cegada por la locura, por la histeria o la desesperación; pero si uno lo detalla, se da cuenta que hay un intrincado orden en la forma en como las líneas y las curvas se unen.

Hua Cheng se tatuó el nombre del Príncipe Heredero cuando era niño, en un acto de devoción ciega que también era una promesa.

Hay una rara y bonita sensación de pertenencia cada vez que ve su nombre tatuado en el antebrazo; y se pregunta si Hua Cheng siente lo mismo cuando ve sus cenizas colgar en su cuello.

Desde hace rato, recostado contra su hombro, no para de delinear con el dedo índice las intrincadas líneas, preguntándose, si quizás él debería tatuarse el nombre de su novio en su cuerpo.

Quizás como regalo de cumpleaños; puede ser en el brazo o en el pecho, justo en el corazón o... ¿o porque no en...?

Muerde los labios, pero no puede evitar reírse súbitamente ante una idea boba que se le cruza por la mente y eso capta la atención del apacible demonio- Qué risa tan traviesa, Gege.

-Nada, no es nada, solo pensé en algo gracioso.

- ¿En serio? ¿Podrías compartirlo con tu San Lang?

Se acurruca aún más y niega ante la pregunta- no, es una sorpresa.

Un día de estos, probablemente durante el cumpleaños del Rey Fantasma, se va a tatuar su nombre en la nalga derecha y no dirá nada, ni una palabra, solo dejara que Hua Cheng lo descubra por sí mismo y muera al acto.

-Mm parece ser una buena sorpresa.

Xie Lian sacude un poco los pies descalzos y hace salpicar la fresca agua bajo ellos.

Hoy es un día de primavera que podría pasar fácilmente como uno de verano. Tan soleado que quema y hace sudar y pintar rosados en la piel tierna del príncipe.

Los rayos del sol hacen que el rio destelle y parezca estar hecho de plata liquida y como no hay mucho viento, la corriente es suave y delicada, favoreciendo la pesca del día; allí peces de colores saltan y emergen de la plata y tientan el apetito.

Ambos salieron muy temprano esa mañana a darse un baño en el rio y pescar el almuerzo, de forma que Hua Cheng, el fantástico carpintero, creo en poco tiempo dos improvisadas cañas de pesca, con hilo y anillas incluidas.

Solo con túnicas informales y frescas, canastas y manos tomadas.

Procedieron a ir recolectando cualquier fruta que estuviera lo suficientemente madura para comer, lo cual lastimosamente, no fue mucho ya que apenas había acabado el largo invierno y aun los frutos estaban verdes y agrios.

Llevan así, dos horas sentadas muy de cerca, aun con los cabellos mojados y la piel húmeda luego de haber nadado y jugado un buen rato en las aguas, donde, sorprendentemente para ambos, mantuvieron la compostura y no hicieron el amor.

Mejor dicho, trataron de hacer el amor, hasta que un par de campesinos pasaron casualmente a lavar ropas y Xie Lian tuvo que empujar durante diez minutos a Hua Cheng bajo el agua -y esquivar sus ataques-, para que no lo vieran, agradeciendo a los cielos la no necesidad de respirar del fantasma.

La Bendición Oficial del Destino ❥ HuaLian ❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora