- ¿Asustado?
La voz divertida de Hua Cheng resuena por encima de las risas y la música alegre de la taberna. Más que una pregunta, parece un reto.
Todos ya han bebido un par de tragos y él sigue allí mirando calculadoramente la copa de madera repleta de un licor traslucido. Apesta y probablemente sabe peor de lo que huele. La idea de emborrachase hasta dar vergüenza no le es muy atractiva, menos delante de tantas majestades.
Pasa una mirada rápida y se fija en Mu Qing, este ha decido hacerle frente al primer trago de alcohol de su vida de la forma más masculina e imprudente posible.
Luego de haber dado un golpe en la mesa empino el codo y se bebió en un sorbo casi la mitad de la copa. Ahora no para de toser y tiene la cara roja como una remolacha y se aprieta el cuello como si muriera allí.
Feng Xin le da conciliadoras palmadas en la espalda y se ríe ruidosamente junto con el General Pei- felicidades, ya eres un hombre, solo te tomo ochocientos años.
-V...Vete a la...mierda- dice entre pequeños ataques de tos y parece estar a punto de colapsar sobre sí mismo.
Xie Lian vuelve a su bebida y frunce las cejas.
-Si Gege no quiere beber no debería hacerlo.
El Señor del Viento agrega rápidamente-Así es ¿quizás esto es demasiado para su honorable Alteza Real? – dice abanicándose distraídamente - ¿Agua estaría mejor? ¿Quizás con unas rodajas de limón y unas cuantas hojas de menta?
El Príncipe se siente ligeramente ofendido, no es como que sea alguien orgulloso que cae ante cualquier empujoncito, pero, aun así, ¿por quién le toman? ¡claro que puede dar un trago!
- ¿Quién dice que quiero agua? – y sin más repleto de un repentino golpe de valor, abre los labios y vacía una buena cantidad de licor en ella.
La boca se le llena entonces, del peor y más asqueroso licor jamás tomado.
Tan seco y amargo que hace que le piquen los ojos y tenga una necesidad violenta de escupirlo, sin embargo, impulsado por los aplausos del Señor del Viento, se obliga a tragarlo con fuerzas, sintiendo que el estómago le estalla en fuego y le arde todo por dentro.
- ¡Fantástico! ¡Alteza eso fue increíble! -dijo el dios riendo y mirando entretenido como Mu Qing y Xie Lian parecen estar a punto de morir y rodar bajo la mesa -... quizás si hace falta unas gotas de limón y menta en sus bebidas.
Hua Cheng solo sonríe- ¿Gege está bien?
-Agh... E-Es horrible, no sé cómo la gente puede beber esto.
No hay manera de describir como de golpe aun resintiendo el asqueroso sabor, su cuerpo se ha contraído por las fuerzas del alcohol etílico, agitando la cabeza y sintiéndose erizado hasta lo insoportable.
Mu Qing parece enfermo.
Pei Ming ríe de forma sonora y abierta, incluso golpeando la mesa con la palma de la mano-, parece que la copa ha regañado a nuestros amigos cultivadores.
Xie Lian suelta algo de aire y se limpia los labios. El horrible ardor va desapareciendo, pero queda dentro un agradable calorcito que no logra entender del todo- peor que todos los regaños del Maestro Principal juntos.
-Confirmo- susurra Mu Qing recobrándose un poco- esto es casi veneno.
Feng Xin asiente y mira protectoramente a Xie Lian-, técnicamente lo es... Su Alteza, ese licor es de baja calidad. Lo emborrachara rápido y matara todas las neuronas que tenga, por favor, no beba.
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La Bendición Oficial del Destino ❥ HuaLian ❥
RomanceHua Cheng ha vuelto a los brazos de Xie Lian dispuesto a pasar la eternidad junto a él. Sin embargo, aun hay grandes peligros que afectan al mundo mortal y los obliga a combatirlos mientras viven su idilio romántico. Una nueva calamidad parece haber...