El monte TaiCang siempre fue especial para Xie Lian.
Mucho más fresco y de invierno no tan salvaje como en el pueblo PuQi. Subiendo por una montaña que quedaba algo lejos del pueblo principal, siguiendo el cause de un rio de agua siempre tibia y cristalina. No había castañas de agua, pero si peras y manzanas y un sinfín de hierbas silvestres que aseguraban que la tierra era fértil y prospera.
El primer día eligieron el lugar que tenía el árbol más grande y hermoso que pudieron encontrar. La tierra plana y perfecta para montar una casa grande y suficiente espacio para que sus hijos corrieran hasta caer rendidos.
Hua Cheng y él iban con abrigos cómodos y algo delgados, estaba comenzando el invierno, pero afortunadamente, en esas tierras, el frio no era cruel y pesado, de forma que, decididos podían comenzar a dar forma a sus sueños sin temblar de frio.
Pasaron la tarde diseñando las cosas, en papel ya tenían un plano algo simple y rupestre que habían armado hace unos días. Algunos ayudantes de Ciudad Fantasma les ayudaron, trayendo piedras, arena, palas y picos, pero francamente el mayor trabajo lo quiso hacer Hua Cheng, pues, su testarudo esposo se había obsesionado con la idea de construir la casa solo con sus propias manos.
—¡Gege! ¡Deja eso inmediatamente yo lo cargo!
—San Lang solo es una bolsa de arena, no pesa ni dos kilos.
Xie Lian quiso ayudarle a llevar las cosas, tan solo tenia dos meses de embarazo, apenas su estomago había comenzado a curvarse hacia afuera, pero eso no evitaba que Hua Cheng fuera terriblemente sobreprotector. —No importa si pesa mucho o poco, no debes hacer esfuerzos.
—No puedes levantar una casa tan grande por tu propia cuenta.
—Claro que puedo, siéntate y observa como lo hago.
—Pero... ¡San Lang!
Durante la primera semana se construyo las bases de su hogar y aunque Hua Cheng replico hasta casi quedarse ronco y tuvieron un par de peleas, al final tuvo que permitir que Xie Lian aunque sea sostuviese algunas cosas y le pasara las herramientas. Para la segunda semana ya estaba armada la estructura de la casa con grandes maderos de roble.
Estos días de trabajo fueron casi como una segunda luna de miel. Pudieron seguirse quedando en Mansión Paraíso durante las noches, pero en vez de eso, iban al pueblo, una pequeña ciudad hermosa y cada vez más prospera, repleta de tiendas y hoteles. Fue una aventura para ellos, simplemente pasearse por allí cuando caía la noche, abrigados y envueltos en un abrazo aún más caliente. Conocieron cada restaurante y cada noche se paseaban por un nuevo hotel.
El agotado albañil San Lang se daría una larga y profusa ducha, ayudado por las manos suaves de su amado y luego, como Xie Lian andaba hormonalmente salvaje, terminaría sobre él, comiéndole los labios y apretándole los músculos hinchados. Hua Cheng lo comería a besos lentos y delicados y lo complacería con manos rasposas, cariñosas, una y otra vez hasta que el dueño del hotel les golpeara la puerta y les gritara indecentes.
Solo entonces, exhaustos, avergonzados y repletos de sudor y sabanas, se abrazarían buscando el descanso silencioso de la noche. Generalmente, Xie Lian dormiría dándole la espalda y Hua Cheng lo abrazaría desde atrás, una mano siempre sobre su vientre, como si pudiera abrazar al fruto que crecía en su vientre. Siempre habría un pequeño te amo que se dice entre suspiros antes de dormir o en un gemido asfixiado en medio del orgasmo.
Un mes paso y la casa ya tenía forma, al igual como iba creciendo el vientre de Xie Lian, así fueron creciendo los sueños, el futuro que ambos comenzaban a construir para ellos.
Las paredes estaban montadas y Hua Cheng parecía estar cada vez más orgulloso. Xie Lian se encargó, con ayuda de la Señora de la Lluvia en ir preparando la tierra del jardín. Pero antes que hicieran cualquier cosa Mei Yin y YuShi Huang lo abrazaron y frotaron su pancita un buen rato, le llenaron de comida, consejos e interrogaron a Hua Cheng durante una hora para saber si le estaba alimentando apropiadamente.
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La Bendición Oficial del Destino ❥ HuaLian ❥
RomanceHua Cheng ha vuelto a los brazos de Xie Lian dispuesto a pasar la eternidad junto a él. Sin embargo, aun hay grandes peligros que afectan al mundo mortal y los obliga a combatirlos mientras viven su idilio romántico. Una nueva calamidad parece haber...