La Bendición Oficial del Destino ❥ HuaLian ❥

One God. Two Demons

Advertencias: esto es sexo salvaje. Son como 30 páginas de ello o más. Bondage, ojos vendados, asfixia erótica, doble penetración, dirty talk, etc, etc.

Pequeña aclaración: el clon tiene la forma que tiene el Hua Cheng que aparece en el ultimo capitulo del manwua que es más alto y varonil al que aparece en los primeros capitulos. Coleta larga, tunica blanca, manoplas y botas.

囧 --- 囧 --- 囧 --- 囧 --- 囧 --- 囧

Xie Lian despertó sin abrir los ojos.

Se quedo inmóvil en la estera de paja mientras luchaba contra todas sus fuerzas con mantener su respiración profunda y no darle el menor indicio a su prometido que estaba despierto. Hua Cheng seguía profundamente dormido, tumbado bocarriba y con un brazo detrás de la cabeza y otro regado en la cama.

Es hora de escapar.

De la forma más lenta del mundo comenzó a levantarse, deslizándose fuera de las sabanas blancas y tirando muy suavemente de los mechones de su cabello que se habían quedado enredados entre los dedos del Rey Fantasma.

Ruoye recién cocida y sanada estaba esperándolo al lado de su sombrero de paja.

Apoyo las puntas de los pies en el frío suelo del santuario y caminando de esa forma tomo su túnica blanca exterior, el sombrero y la seda, y luego tomo sus zapatos blancos con las manos, sin atreverse a ponérselos y que suenen sus pasos.

La razón por la cual Xie Lian está actuando como un ladrón que escapa de una joyería, es simple. Pasados tres días luego de haber vuelto de la misión, Hua Cheng había considerado que su prometido ya había descansado lo suficiente, de forma que tomándolo de la cadera luego de decirle buenas noches, le susurro algo más en el oído:

Gege, mañana es el día.

Y luego le dio una nalgada tan ruda que le quedo picando la nalga derecha durante toda la noche mientras que su cerebro en vez de relajarse se sacudía dentro de su cabeza en un montón de pensamientos en exceso depravados.

Él ya había descubierto lo incomodo que era literalmente perder la capacidad de caminar o de sentarse sin llorar. Porque si un solo Hua Cheng era capaz de hacerle gritar hasta quedarse afónico, no quería descubrir que podrían hacerle dos de ellos.

Esta cerca de su escape. Con sombrero de paja en la cabeza y caminando de puntitas se acerca a la puerta del santuario y pone la mano sobre la perilla y la gira muy, muy lento apretando fuerte los ojos escuchando el alto e insoportable crujido de los engranes.

Sale y cierra la puerta. Respira profundamente y camina hacia afuera, dispuesto a esconderse durante un año si es necesario en el palacio del Señor del Viento o dentro del primer hueco que consiga.

Pero Xie Lian no ha caminado ni siquiera tres cuadras cuando de repente un hombre lo ha tomado por la cadera y lo ha alzado en brazos, tirando su cuerpo sobre su hombro y llevándoselo como si fuera un costal de papas, devuelta al santuario donde recibirá su tormento.

- ¡San Lang! - grita por la sorpresa, pero no puede hacer otra cosa más que agitar un poco los pies y sujetarse a los pantalones y que la cara se le estrelle un poco contra los glúteos del fantasma.

-Gege piensa que dejare que se escape de mí una vez más-, dice bastante divertido- conseguir a Gege es una tarea casi imposible, es como buscar un grano de arroz en el desierto, aun más imposible para un hombre con un solo ojo. Por nada del mundo te dejaría escaparte de nuevo.

-No me escapaba, en serio- miente y justo Hua Cheng llega a la entrada y abre la puerta dándole una simple patada.

-Eso dicen todos los hombres cuando se escapan.