T R E I N T A Y S I E T E

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Advertencia : Contiene escenas sexuales +18

JEAN'S POV

Estaba feliz, lo que Sam hizo no tiene precio, ahora hay muchas situaciones que encajan y comprendo del pasado y ya poco poco iré sanando.

Y aquí en el carro con ella solo me doy cuenta que merece el cielo. No puedo bajarle tan solo una estrella pero si se las puedo hacer ver...

Saben a lo que me refiero ¿verdad? *Guiño*

- ¿y si me premias... castigandome? - dijo.

Me sonrojé, mis mejillas aridian.

Claramente he tenido mucho sexo con muchas chicas, pero ha sido por diversión, sin reglas y más que todo sin amor.

Este no era ese caso, habían reglas y más que todo amor.

Sam me había contado de sus ganas de experimentar con la sumisión, no la sumisión donde ella sufre si no la fascinación de que la dominen y claro que acataré a sus órdenes, quiero complacerla y hacerla feliz.

Su mirada era de lujuría, en solo sus ojos podía apreciar las gana que tenía de hacerlo ahora mismo.

Lo pensé un segundo.

-Si quieres podemos ir a mí casa - propuse encendiendo el carro rápidamente.

-No- dijo seca - quiero hacerlo ya.

Esas palabra me encendían más de lo que deberían, son peligrosas porque mí deseo sexual aumentaba con cada día que pasaba sin ella. Todos las noches pensaba en ella, en su piel su aroma, su mirada, placer, sus gemidos. En ella.

De la nada me di cuenta que estaba creando un monstruo sexual.

Lleva una camisa que ligeramente llevó arriba solo dejando ver un negro sontén de encaje ¡de encaje!

Ella iba preparada, de seguro sabría que yo accedería sin ningún pero.

Me dejó ver la línea que separa sus pechos pero no se quito el sostén, me lo estaba dejando a la imaginación, sabía lo que hacía y también sabía que estábamos en el carro donde cualquiera podría verla, por eso cada segundo volteaba a ver si alguien la estaba allí cerca.

Y empezó a jugar con ellos, ahora solo me miraba a mi. Metió su mano dentro del sostén y comenzó a jugar con su pezón y a hacer esa cara que tanto me excitaba.

-¡No hagas eso!- dije demandante y directo -estás jugando con fuego.

-No te haré caso - dijo quejándose.

-¿porqué? - dije sentandomee más cómodamente en el asiento y llevando mis manos al volante acerciorandome de que nadie la viera.

-Por dos cosas- llevó un dedo a su boca y lo lamio, prosiguió a llevarlo a su pezón y seguir jugando — primero para darme este tipo de órdenes no me has tomado del cuello para decírmelo a milímetros de mi cara, me exita verte enojado, segundo quiero quemarme Tortugüin.

Acate sus órdenes al pie de la letra, a veces olvidaba que ella quería que la dominará.

Me acerqué a su asiento sin quitar las miradas. Lamio su labio, tomé su cuello con una de mís manos y lo apreté suave pero placenteramente ella gruñó un poco.

- Si te vas a quemar yo seré el fuego - susurre en su cuello y ella se estremeció.

Si ella quería jugar jugaríamos.

Me acerqué para darle un beso de boca a boca y cuando ella se acercó me aparté bruscamente de nuevo a mí asiento tomando el volante.

Ella tenía cara de ¿con que así vamos a jugar eh?

Inhalando El Mismo HumoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora