Cap. 6

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—Esto es el pabellón anexo, antes era el establo, pero comprendimos que Eren estaría mejor aquí que en la casa, ya que está todo en una planta—.

—Esta es la habitación para invitados, donde se queda Jean si es necesario, los primeros días necesitábamos a alguien muy a menudo— la señora Jaeger caminaba con brío por el pasillo, mientras señalaba gesticulando a una y otra puerta, sin mirar atrás, con los tacones altos repicando en las losas.

Parecía dar por hecho que yo mantendría el paso —Las llaves del coche están aquí, la he añadido a nuestro seguro, confío en que los datos que me proporcionó fueran correctos—.

—Jean le enseñará cómo funciona la rampa, lo único que tiene que hacer es ayudar a Eren a colocarse bien y el vehículo hará el resto, aunque... en estos momentos no se muere de ganas de ir a ninguna parte—.

—Hace un poco de frío— dije, la señora Jaeger no dio muestras de haberme oído —Puede prepararse té y café en la cocina, siempre mantengo los armarios bien repletos, el baño está por aquí... — abrió la puerta y me quedé mirando al asidero metálico blanco que pendía sobre el baño, había una zona abierta bajo la ducha, con una silla de ruedas plegada al lado.

La señora Jaeger cerró la puerta y se giró un momento para mirarme —Debo repetirlo... es muy importante que Eren tenga a alguien a su lado en todo momento, una de las cuidadoras anteriores desapareció durante varias horas para que le arreglaran el coche y Eren... se hirió a sí mismo durante su ausencia— tragó saliva, como si el recuerdo aún la traumatizara.

—No iré a ninguna parte— le aseguré, y pude notarla más tranquila.

—Solo quiero que quede claro que no le puede dejar solo más de, digamos, diez o quince minutos, si surge algo inevitable, llame por el interfono, pues mi marido, Grisha, tal vez esté en casa, o llámeme al móvil, si necesita tiempo libre, le agradecería que me avisara con la mayor antelación posible... no es siempre fácil encontrar un sustituto—.

La señora Jaeger abrió el armario del pasillo, hablaba como alguien que recita un discurso muy ensayado, me pregunté por un momento cuántos cuidadores me habían precedido.

—Si Eren está ocupado, sería de gran ayuda que se encargara de algunas de las tareas básicas del hogar, lavar la ropa de cama, pasar la aspiradora, ese tipo de cosas, los materiales de limpieza están bajo el fregadero, tal vez Eren no quiera que esté a su alrededor todo el tiempo—.

—Tendrán que decidir entre ustedes cómo se relacionan— la señora Jaeger miró mi ropa, como si fuera la primera vez, llevaba ese chaleco de lana que, según mi padre, me hacía parecer un emú.

Intenté sonreír, el esfuerzo resultó evidente —Como es obvio, espero que... se lleven bien... sería maravilloso si él pensara en usted como en un amigo en lugar de un profesional—.

—Vale, ¿a él qué le gusta... hum... hacer? —.

—Ve películas, a veces escucha la radio o música, tiene una de esas cosas digitales—.

Sentí que mi ánimo mejoraba, si le gustaban la música y las películas, sin duda, encontraríamos algo en común, tal vez todo fuera a salir bien, tal vez acabaríamos siendo amigos, no había tenido un amigo discapacitado antes.

—¿Tiene alguna pregunta? —.

—No—.

—Entonces, vamos a hacer las presentaciones—.

Ella hecho un vistazo al reloj —Jean ya habrá terminado de vestirlo—.

Titubeamos junto a la puerta y la señora Jaeger llamó —¿Estás ahí? aquí está el señorito Ackerman, que ha venido a conocerte, Eren— no hubo respuesta —¿Eren? ¿Jean? —.

Yo Antes de Ti  ||  [Versión Ereri] 🌻🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora