Cap. 17

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Parecieron un poco sorprendidos, en realidad, sorprendidos es quedarse cortos.

La señora Jaeger se mostró conmocionada, y a continuación desconcertada, y al fin su semblante entero se cerró como una puerta.

Zeke, acurrucado junto a ella en el sofá, parecía un niño pequeño, me miró con el ceño fruncido.

No fue, desde luego, la respuesta entusiasta que había esperado.

—Pero ¿qué es en realidad lo que quieres hacer? —.

—No lo sé todavía, a mi hermana se le da bien investigar estas cosas, va a intentar averiguar qué posibilidades hay para los parapléjicos, pero lo que yo quería saber de verdad es si les parecía bien la idea—.

Estábamos en el recibidor, era el mismo lugar donde hice la entrevista, salvo que en esta ocasión la señora Jaeger y su hijo estaban en el sofá, con ese perro viejo y baboso entre ellas, el señor Jaeger se hallaba de pie junto al fuego.

Yo llevaba mi chaqueta de oveja, mis pantalones negros, mis zapatillas y polainas cafés, pensándolo bien, comprendí que debería haber escogido un atuendo de aspecto más profesional para trazar mi plan.

—A ver si lo entiendo bien— Carla Jaeger se inclinó hacia delante —Quieres sacar a Eren de esta casa—.

—Sí—.

—Y llevarlo a una serie de «aventuras»— lo dijo como si yo acabara de sugerir que le practicáramos una operación quirúrgica entre todos.

—Sí, como he dicho, aún no sé bien qué es posible, pero hay que llevarlo fuera, ampliar sus horizontes, tal vez al principio podamos hacer algo por aquí cerca, y, si todo va bien, iríamos más lejos dentro de poco—.

—¿Estás hablando de ir al extranjero? —.

—¿Al extranjero? — parpadeé —Más bien pensaba en llevarlo al algún parque, luego al cine, y así cada vez acomodándole a salir de casa, no quiero comenzar con algo fuerte—.

—Eren apenas ha salido de esta casa en dos años, salvo para sus citas en el hospital—.

—Bueno, sí... pensé que merecería la pena intentar convencerle—.

—Y tú, por supuesto, irías a todas estas aventuras junto a él — dijo Zeke Jaeger.

—Mira, no es nada del otro mundo... en realidad, solo me refiero a que salga de casa, para empezar, un paseo por el castillo, una visita al parque... sí acabamos nadando con delfines en Florida, estupendo, pero en realidad solo quiero que salga de casa y piense en otras cosas— no quería añadir que la mera idea de ir al hospital en coche a cargo de Eren bastaba para que se me pusieran los nervios de punta.

—Considero que es una idea espléndida— dijo el señor Jaeger —Creo que sería maravilloso que Eren saliera por ahí, ya sabéis que no puede ser muy bueno para él pasarse el día mirando estas cuatro paredes—.

—Ya hemos intentado que salga, Grisha— dijo la señora Jaeger —Ni que le hubiéramos dejado que se pudriera ahí dentro, lo he intentado una y otra vez—.

—Lo sé, cariño, pero no hemos tenido demasiado éxito, ¿verdad? si a Levi se le ocurren cosas que Eren quiere probar, ¿qué tiene de malo? —.

—Sí, bueno, ya veremos si las quiere probar—.

—Es solo una idea— dije, de repente, me sentí irritado, los pensamientos de la señora Jaeger eran casi visibles —Si no quiere que lo intente...—.

—¿... te vas? — me miró a los ojos.

Yo no aparté la vista, ya no me asustaba, porque sabía que no era mejor que yo, era una mujer que se cruzaba de brazos mientras su hijo se moría frente a ella.

Yo Antes de Ti  ||  [Versión Ereri] 🌻🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora