Esta vez no hice planes, no me hice ilusiones, tan solo albergué una esperanza silenciosa, porque tras el desastre del hipódromo, Eren aún estaba dispuesto a salir del pabellón y nos habíamos reconciliado de nuestra discusión.
Su amigo, el violinista, nos envió las entradas gratuitas que había prometido, junto a un folleto informativo sobre el evento, estaba a unos cuarenta minutos en coche.
Hice mis deberes: comprobé la ubicación del aparcamiento para discapacitados y llamé al teatro de antemano para saber cuál era la mejor manera de llevar la silla de Eren hasta las butacas, nos íbamos a sentar delante, a mí me correspondía una silla al lado de Eren.
—En realidad, es el mejor lugar— dijo la mujer de la taquilla, de buen humor —Impresiona más en la platea, tan cerca de la orquesta, a menudo siento la tentación de ir yo misma a sentarme ahí, me preguntó si querría que alguien nos recibiese en el aparcamiento para ayudarnos a llegar a nuestros asientos— temeroso de que Eren sintiese que llamábamos demasiado la atención, se lo agradecí y le dije que no.
A medida que se acercaba la tarde, no sé quién se fue poniendo más nervioso al respecto, si Eren o yo.
Aún me pesaba el fracaso de nuestra última salida y la señora Jaeger no ayudó en nada, al entrar y salir del pabellón catorce veces para confirmar dónde y cuándo se iba a producir la excursión y qué íbamos a hacer exactamente, los cuidados vespertinos de Eren tomaban un tiempo, dijo, quería asegurarse de que alguien nos ayudaría.
Jean tenía otros planes, y, al parecer, el señor Jaeger había salido.
—Se tarda hora y media como poco— aseguró —Y es increíblemente tedioso— añadió Eren.
Comprendí que buscaba una excusa para no ir —Yo me encargo— propuse —Si Eren me dice qué hacer, no me importa quedarme para ayudar— lo dije casi antes de comprender a qué me estaba comprometiendo.
—Qué bien, ya tenemos algo que nos hace ilusión a los dos— gruñó Eren, una vez que su madre se hubo marchado —Tú vas a disfrutar de una buena vista de mí, y yo voy a recibir un baño de alguien que se desmaya en cuanto ve un cuerpo desnudo—.
—Y-Yo no me desmayo al ver un cuerpo desnudo—.
—Levi, no he visto a nadie tan incómodo como tú ante un cuerpo humano... actúas como si fuera radiactivo—.
—Entonces, que lo haga tu madre— repliqué.
—Sí, así seguro que me entran más ganas de ir al concierto—.
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Espere fuera del cuarto de baño, jugué con mis manos, estaba nervioso, el me diría cuando entrar, solo debía lavarle el cabello, solo eso, él podía hacer lo demás, pero, estaba increíblemente nervioso.
—Puedes entrar— escuche al otro lado de la puerta.
Inhale y exhale lentamente antes de girar la perilla y entrar.
Le vi, él estaba en la silla de ducha, con el agua cayendo sobre su cuerpo, una toalla cubriendo sus partes bajas y la vista desviada hacia otro lugar.
—¿Vas a desmallarte? — lo note incomodo —Cierra la boca o se te meterá una mosca—.
No había notado que tenía la boca abierta —V-Vale— subí mis mangas y fui hasta el, cogí el shampoo y sin rodeo le eché un montón en la cabeza.
Mientras lavaba su cabello aprovechaba de echar una miradita a su cuerpo, fue una reacción natural morderme el labio, lo juro.
—Estoy comenzando a creer que vas a devorarme— carcajeo burlón Eren.
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Yo Antes de Ti || [Versión Ereri] 🌻🐝
RomanceLevi Ackerman necesita un trabajo para ayudar a su familia y Eren Jaeger necesita alguien que lo cuide por seis meses ya que, al haber sido víctima de un terrible accidente, queda con paraplejia. Levi queda contratado por la familia como cuidador d...