Cap. 28

203 29 2
                                    

La organización para dormir seguía siendo un rompecabezas, cada vez que Mikasa pasaba un fin de semana en casa, la familia Ackerman se adentraba en un juego nocturno y laborioso de intercambio de camas.

Yo me sentía culpable (todo esto, al fin y al cabo, era culpa mía), pero al mismo tiempo sabía que no me ofrecería a volver al trastero, para mí, se había convertido en una especie de fantasma, esa habitación angosta sin ventanas ni aire fresco, la sola idea de dormir ahí de nuevo bastaba para oprimirme el pecho, tenía veintisiete años, era quien traía el dinero a casa, no quería volver a dormir en un armario.

Lo decidí, mis padres dormirían en mi habitación (porque si dejaba a Mikasa y Tom, seguramente Tom haría un desastre), y Mikasa y Tom en la habitación de mis padres, yo abajo, en el sofá, era solo los fines de semana, y era mejor que sentirme culpable por hacer que mis padres durmieran de mala manera.

Las cosas con Petra han mejorado, se disculpó por como actuó con Eren, pero no hablamos sobre lo que dije, que estaba enamorado de él, y, había un problema, dentro de siete semanas, se suponía que debía acompañarla a Noruega, me había comprometido hace un tiempo, pero, aún no había decidido cómo decirle a Petra que no podía ir ¿Cómo iba a hacerlo? No había planeado cancelarlo a comienzos de mi trabajo, pero, con toda sinceridad, por aquel entonces yo solo veía a Eren como un idiota antipático.

No dormía bien, comencé a disimular las ojeras mediante maquillaje.

—¿Qué ocurre, Levi? — dijo Eren.

Abrí los ojos, estaba justo a mi lado, observándome, tuve la sensación de que llevaba ahí un tiempo, me llevé la mano a la boca en un gesto reflejo, por si había estado babeando, la película que se suponía que habíamos estado viendo era ahora una lenta sucesión de títulos de crédito.

—Nada, lo siento— me incorporé.

—Es la segunda vez en tres días que te quedas dormido— estudió mi cara —Y tienes un aspecto horrible—.

Así que se lo dije, le hablé de mi hermana y de los problemas para dormir en casa, de cómo no quería montar un jaleo y decidí irme al sofá.

—Tu, siempre tan amable, sediento tu habitación para que tu hermana no se haga problemas—.

—Eren... lo sé, pero, es mi familia, prefiero dormir de mala manera y ver a mis padres bien, porque si yo no cediera mi habitación, ellos se irían abajo, y yo me sentiría mal—.

—Entiendo— dijo.

Me acerqué al reproductor, saqué el DVD y lo devolví a su estuche, me sentía mal al confesar a Eren mis problemas, eran vergonzosamente triviales comparados con los suyos —Ya me acostumbraré— dije —Todo va a ir bien—.

Eren pareció preocupado durante el resto de la tarde, fui a lavarme, volví y le preparé el ordenador.

Cuando le traje una bebida, giró la silla hacia mí —Es muy sencillo— dijo, como si reanudáramos una conversación —Quédate a dormir aquí los fines de semana, hay una habitación libre, estaría bien que alguien la usara—.

Me quedé quieto, con la taza en la mano —N-No puedo aceptar—.

—¿Por qué no? no voy a pagarte las horas extras que pases aquí— dejé la taza en el portavasos.

—Pero... ¿qué pensaría tu madre? —.

—No tengo ni idea— supongo que se me notó la inquietud, porque añadió —No pasa nada, no muerdo—.

—¿Qué? —.

—Si te preocupa que tenga un ingenioso plan secreto para seducirte, desenchufa la silla y punto—.

Yo Antes de Ti  ||  [Versión Ereri] 🌻🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora