Mayo fue un mes extraño, los periódicos y la televisión se llenaron de titulares acerca de lo que llamaban el «derecho a morir», una mujer que padecía una enfermedad degenerativa había solicitado que la ley protegiera a su marido si la acompañaba a Dignitas una vez que el sufrimiento se volviera insoportable, un joven futbolista se había suicidado tras convencer a sus padres de que lo llevaran ahí.
Se iba a celebrar un debate en la Cámara de los Lores, vi las noticias y escuché las discusiones legales de los defensores de la vida y de célebres moralistas, y no supe muy bien qué partido tomar, extrañamente, me parecía que todo esto no guardaba relación alguna con Eren.
Mientras tanto, poco a poco fuimos aumentando la frecuencia de sus salidas y la distancia a la que viajábamos.
Habíamos ido al teatro, a ver una danza tradicional en su calle (Eren mantuvo una expresión impasible ante los pañuelos y los cencerros, pero acabó un poco colorado por el esfuerzo), a un concierto al aire libre en una finca cercana (idea suya) y, una vez, a los multicines, donde, por no haberme informado bien, acabamos viendo una película sobre una joven que padecía una enfermedad terminal.
Había comenzado a usar el ordenador más a menudo, una mañana, al llevarle una taza de té, lo encontré leyendo sobre el joven futbolista, un artículo extenso acerca de los pasos que había dado para poner fin a su vida, cambió de página en cuanto se dio cuenta de que yo estaba detrás de él.
Ese pequeño detalle me dejó un nudo en el pecho que tardó una media hora en deshacerse, había comenzado a leer periódicos, me esforzaba en encontrar los razonamientos más profundos: ese tipo de información no era siempre útil cuando se reducía a los hechos más básicos y crudos.
Los padres del futbolista fueron despedazados en los periódicos sensacionalistas. «¿CÓMO HAN PODIDO DEJARLE MORIR?», gritaban desde los titulares, no logré evitar sentirme de la misma manera, Leo McInerney tenía veinticuatro años, había convivido con su lesión casi tres, es decir, no mucho más que Eren, sin duda, ¿no era demasiado joven para decidir que no quedaba nada por lo que vivir?
Y entonces leí lo mismo que Eren: no un artículo de opinión, sino una crónica con una concienzuda investigación acerca de lo que en verdad había ocurrido en la vida de este joven, daba la impresión de que el escritor había tenido acceso a los padres, decía, había jugado al fútbol desde los tres años, el fútbol lo era todo para él, la lesión ocurrió en un accidente que, según contaban, sucede «una vez entre un millón», en una fuerte entrada que salió mal, los padres lo intentaron todo para animarlo, para mostrarle que su vida aún tenía sentido, pero se hundió en una depresión.
No era un deportista al que solo habían arrebatado la posibilidad de hacer deporte, sino incluso la de moverse o, en ocasiones, la de respirar sin asistencia médica, no disfrutaba de nada, su vida, sembrada de infecciones, un sufrimiento, y dependía de la atención constante de los demás, echaba de menos a sus amigos, pero se negaba a verlos, le dijo a su novia que prefería no volver a verla, trató de suicidarse dos veces matándose de hambre hasta que lo hospitalizaron y, cuando volvía a casa, rogaba a sus padres que lo ahogaran mientras dormía.
Al leer estas palabras, me erguí en mi asiento y me tapé los ojos con las manos hasta que fui capaz de respirar sin sollozar, paso por mi mente ¿si Eren me pedía algo así? si ya no quisiera vivir, que haría yo, que sería de mí, él se iría, y yo me quedaría aquí, el corazón se me apretujo.
***
Mi padre perdió su trabajo, fue muy valiente al respecto, vino a casa esa tarde, se puso una camisa y una corbata y se dirigió al centro del pueblo en el siguiente autobús para registrarse en la Oficina de Empleo, ya había decidido, le explicó a mi madre, que se iba a presentar a lo que fuera, a pesar de ser un experto operario con muchos años de experiencia.
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Yo Antes de Ti || [Versión Ereri] 🌻🐝
Roman d'amourLevi Ackerman necesita un trabajo para ayudar a su familia y Eren Jaeger necesita alguien que lo cuide por seis meses ya que, al haber sido víctima de un terrible accidente, queda con paraplejia. Levi queda contratado por la familia como cuidador d...