Levi Ackerman necesita un trabajo para ayudar a su familia y Eren Jaeger necesita alguien que lo cuide por seis meses ya que, al haber sido víctima de un terrible accidente, queda con paraplejia.
Levi queda contratado por la familia como cuidador d...
Creí que estaríamos juntos eternamente, pero la eternidad no es tan larga como habría deseado.
Se que estas enfadado, o más bien triste, pero espero que algún día logres comprenderme, y sepas que jamás me rendi contigo, fue conmigo mismo que tire la toalla, dolía, despertar cada mañana y tener que vivir una vida que no era la mía, pero más dolió, entender que nunca más vería aquella boba sonrisa, o más bien, tendría que esperar para verla de nuevo, porque créeme, te esperare, este donde este.
Me encontraste en la peor faceta de mi vida, e hiciste lo que pocos quisieron, quedarse a mi lado y amarme, soñaba con todo lo que hubiésemos podido hacer, hermosos y bellos sueños que lamentablemente, solo eran sueños, recorrer el mundo junto a ti y vivir una vida llena de aventura y pasión.
Te echare de menos hasta que no reencontremos.
No estés triste, juro que este donde este, te amare... y te esperare en la playa.
Te amo, por y para siempre.
Eren Jaeger.
No sabía cuántas veces, durante mi larga vida, había leído esa carta, corta, pero llena de lo que necesitaba oír.
Ahora, en la cama del hospital, respiraba con dificultad, apretujé la carta contra mi pecho y di un largo suspiro.
Sonreí hacia la ventana, había una tormenta fuera y llovía, sentía las gotas caer sobre mi rostro, estaba solo, en la sala del hospital —Llévame con el...— rogué tranquilamente —Él siempre fue mi razón, así que... llévame con el— le pedí, a la muerte.
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No sentí dolor, solo me dormí.
Y desperté.
Sabia en donde estaba, y, sabía que había muerto.
Me senté y miré a mis alrededores, había palmeras, estaba sobre la arena, el sol arriba de mí y las olas rompían a la distancia, era una playa.
Me puse de pie y mire detrás de mí, había una residencia, camine hasta ella y entre.
La recorrí por completo hasta llegar al baño, donde me vi al espejo, sin saber si era yo, ni una arruga sobre mi piel y mi cabello era completamente azabache, vestía unos short y capucha blanca, vi mis piernas y sonreí melancólico, traía mis pantys de abejita.
Sentí que era observado y sali del cuarto de baño, hasta la habitación, completamente iluminada por los rayos solares y ventilada por el aire marino.
Y le vi.
Sus ojos esmeraldas, su cabello castaño, la sonrisa perfecta y encantadora, su piel morena, todo de el, le vi... y de pie, con sus brazos abiertos y su mirada cómplice.
—Si que tardaste— me dijo.
Me emocioné de una forma inimaginable, era poca la distancia, pero corrí a sus brazos, sentí como sin esfuerzo me alzaba al aire y carcajeaba dándome vuelvas en el lugar.
—Eren—.
—El mismo— me bajo lentamente, le miré.
De alguna forma, sentí que al fin, no nos separaríamos, que esta vez, nada podría hacerlo, un sentimiento pacifico que me inundaba.
No sabía dónde estábamos, pero, de algún modo, sabía que era nuestro sitio, nuestro lugar feliz, y la muerte, a la que muchos temen, terminó siendo mi paraíso.
—Yo... te extrañe, te anhelaba cada día y... siempre fuiste el único que logro tocar mi corazón...— mis ojos se cristalizaron —E-Estas bien— deslice mis manos registrando su cuerpo —Estas... te ves bien—.
—Levi...— me tomo de la barbilla y me hizo mirarle —Estoy de maravilla... sabía que llegarías junto a mí, otra vez, tarde o temprano, seriamos felices—.
Al fin, luego de muchos años, me sentí completamente feliz —Te amo... Te amo mucho Eren— intente no sonar triste, pero esto que sucedía aun me parecía irreal.
—Te amo Levi, muchísimo— repitió con una sonrisa en su rostro.
Nos besamos, un beso tan necesitado del cual nunca quise separarme, me trasmitió su amor y pasión, recorrió mi cuerpo con sus manos libremente y sin dificultades.
—Te amo... Levi Ackerman— dijo al separarse unos centímetros de mis labios.
—Estamos juntos...— le abrace, con miedo a que todo esto, se esfumara de repente.
El me abrazo y me acaricio el cabello —Esta vez no... esta vez, juntos, por y para siempre—.
—Por y para siempre...— repetí aferrándome a su cuerpo.
Y este, solo era el comienzo de nuestra infinita historia.
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