• Nadie te protege ahora •

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Charlie: No te dejare morir aquí... Voy a quedarme contigo- me tomo me las manos y las apretó.

Un leve quijido salió de nuestras bocas, cuando nuestras manos se unieron. Los dos estábamos muy lastimados.

Alessandra: No tienes que hacer esto...

Charlie: Pero quiero hacerlo... Te prometí que siempre estaría para ti, incluso en la muerte- me sonrió y las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.

Alessandra: Tu eres mi persona- le sonreí.

Charlie: Y tú eres la mía- me devolvió la sonrisa.

Empezamos a reír como locos cuando la cajuela de la patrulla se empezó a incendiar.

Alessandra: Así que esto es todo?

Charlie: Al menos tendremos un buen final, y no será aburrido- me sonrió.

Volvimos a reír, pero estaba vez fueron más las veces que tuvimos que toser.

Alessandra: Te quiero, Charlie.

Charlie: Te quiero, mi pequeña.

Ambos nos sonreímos, pero de un momento a otro Charlie fue bruscamente apartado de mi.

Alessandra: CHARLIE, QUÉ FUE LO QUE PASO?- grite y trate de salir de mi asiento.

Nadie me respondía, y tenía el presentimiento de que algo malo estaba pasando.

¿Dónde carajo está Edward cuando más lo necesito?

Alessandra: CHARLIEEE, CONTÉSTAME, POR FAVOR.

Por una fuerza sorprendente el carro fue volteado. El humo invadió por completo la patrulla y no podía respirar, ni ver lo que estaba afuera.

Alguien abrió la puerta y me saco bruscamente del automóvil. Me aventó hacia el pavimento y mi cuerpo cayó como costal.

Empecé a toser y a tratar de recuperar la respiración. Mire hacia el cielo y el humo era muy negro, y estaba por encima de todo el bosque. Cualquiera podría verlo y saber que algo malo había pasado. Deseaba que alguien nos ayudara.

Una mano me tomo del cuello y me arrastró hacia un lugar. Me aventó nuevamente al suelo, pero había algo raro en el: estaba en medio de un círculo hecho de un polvo negro.

Mire hacia un lado y el cuerpo inconsciente de Charlie estaba en otro círculo de ese material negro.

Mi cara estaba cubierta de la sangre que no dejaba de salir de mi cabeza.

Mire a mi alrededor y había cinco personas con una capa de color negro. No podía ver sus rostros, y permanecía quietos en su lugar.

Una anciana vestida de negro salió del bosque y empezó a decir palabras en latín.

Era un anciana ciega, canosa y con una enorme cicatriz en la mitad de su rostro.

Quería moverme, pero no podía. Sentía que una fuerza se había apoderado de mi cuerpo y me obligaba a permanecer dentro del circulo.

De pronto sus palabras hicieron efecto en mi: un gritó desgarrador salió de mi garganta y mi cuerpo entero comenzó a retorcerse en el piso. Sentía que me estaba quemando.

De un momento a otro volví a ver a la criatura que vi en la playa. Se puso encima de mi y sus pegajosas manos tomaron mi cara. Yo luchaba para que me soltará.

Sus asquerosas manos entraron por mi boca y sentí como poco a poco se iba metiendo dentro de mi.

Sentía dolor y la sensación de sentirme quemada fue incrementado, pero mi cuerpo débil no pudo reaccionar.

De un momento a otro me obligaron a arrodillarme. Mi cabeza estaba hacia abajo y podía ver como pequeñas gotas de esa consistencia pegajosa de esa criatura salía de mi boca.

Levantaron mi cabeza y vi que Charlie estaba en la misma posición que yo. Me sentía muy débil, pero sabía que debía luchar para sacarlo de aquí con vida.

Una persona con una enorme capa negra se acercó a Charlie, mientras que otra persona con la misma capa lo sostenía para que pudiera estar de rodillas.

Cuando esa persona misteriosa se descubrió la cabeza, y le vi la cara, realmente experimente lo que es el miedo. Reconocí enseguida al inmortal que tenía enfrente.

Los Vulturi me tienen....

•Black out days•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora