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Mi mamá solía decirme que el amor es una porquería. Que el amor no era algo más que te destruía estando con vida... Al principio no entendí, pero ahora lo hago.
Preston no fue el primero que rompió mi corazón. El primero en hacerlo fue mi papá y luego mi mamá.
Preston me hacía sentir mejor; me inspiraba a soñar y a creer en que las cosas serían mejor.
Los golpes de mi mamá me enseñaron que cuando no deseas algo, no es buena idea tenerlo. Los golpes de mi padre me enseñaron que el amor no siempre se siente bien.
Pero los golpes de Preston me enseñaron en que no puedo confiar y amar a alguien al mismo tiempo.
Preston me amaba, él me cuidaba. Mis momentos favoritos con él eran cuando las drogas nos hacían volar e imaginar que lo nuestro era real.
Preston solía decirme que lo nuestro no podía destruirlo nada, pero estaba equivocado. Él me destruyó a mi, y con eso destruyó lo nuestro.
12 de marzo del 2019
Era mi cumpleaños número 15, y estaba muy feliz por eso. Mis padres habían salido de casa y yo me encontraba sola. Decidí vestirme y salir con mis amigas para platicar.
Salí de casa con los audífonos puestos, no podía escuchar nada y eso me hacía ser más torpe de lo inusual.
Yo estaba caminando normal, cuando de repente sentí como alguien jalo mi brazo. Levante la cara y me encontré con el rostro de un hombre más o menos como de 24 años.
- Niña, deberías de fijarte más por donde caminas. Casi te atropella ese hombre.- me lo dijo asustado.
Alessandra- Yo, lo siento... No me había percatado de eso. Gracias por haber hecho esto- se lo dije con nerviosismo.
- cuál es tu nombre?
Alessandra: soy Alessia, y usted?
- No me hables de usted, háblame de tu- me lo dijo riendo- mi nombre es Preston. Y dime, cuántos años tienes?
Alessandra: hoy cumplo 15 años- se lo dije mientras le daba una sonrisa coqueta.
Preston: Y ya sabes cómo celebrar eso?
Alessandra: En realidad no. Estaba esperando que algo así pasará para poder ir a un lugar diferente con una persona diferente.
Preston: Entonces tu momento ha llegado.- me sonrió como nunca antes lo había hecho alguien.
Y eso se siento bastante bien •••••••••••••••••••••••••••••••• -Alessia, me estás escuchando?
Alessandra: perdón, qué dijiste Charlie?
Charlie: mmmm, creo que alguien está cansada. Te preguntaba que cómo te fue hoy
Alessandra: Estuvo bien, ya sabes, lo mismo de siempre.
Charlie: crees que el ir con esa psicóloga te haga bien?, No quiero darte la opción de dejar de ir, pero quiero que me digas como te sientes y ayudarte con eso.- su voz se escuchaba con preocupación.
Alessandra: Creo que está bien. Si esto te hace sentir bien a ti, entonces también me hará sentir bien a mí- le di una sonrisa fingida.
Charlie: espero que con el tiempo puedas disfrutar el poder hablar con alguien que no te juzga.
Solo asentí y subí a mi habitación.
Quería convencerme de que podía volver a intentar enamorarme, pero tenía miedo de echar a perder todo. No era el momento, no era el lugar... Porque una vez jodiendo todo, ya no había vuelta atrás.
