• Ylang Ylang •

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Alessandra (antes de su cumpleaños)

Alessandra: Cree que en algún momento seré feliz?

Amelia tomo su taza color rosa pastel y le dio un sorbo a su té de manzanilla. Me miró mientras hacia eso y cuando dejo la taza en su mesa, me sonrió.

Amelia: Por su puesto que si... Me gusta imaginar que un día vendrás aquí y me dirás lo feliz que eres. Imagino que entraras por esa puerta con un hermoso vestido color verde y con un bonito peinado, y que me dirás que la vida si tiene una solución.- me sonrió- Tu puedes ser más que todo esto, pero no quieres darte cuenta, y no te culpo. Todos los de tu alrededor te subestimaron tanto, que hasta tu dejaste de creer en ti misma... Dejaste de amarte.

Alessandra: Entonces esa es la clave de la felicidad?

Amelia: Debes recuperar esa confianza en ti para que tu puedas escribir tu propio destino en donde hagas lo que hagas seas feliz.

Alessandra: Para mí la felicidad es... La plenitud. Dejar de sentirme tan asustada y perdida. Yo solo quiero llegar a casa y sentir que nadie de los que están ahí van a lastimarme. Yo solo quiero sentirme amada...

Amelia: Charlie te ama- me dio una sonrisa tierna- él daría su vida por ti

Alessandra: y yo daría la mía por él...
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Alessandra/ Serket

Estaba en una habitación que se me hacía desconocida, pero no me importo. Veía mi reflejo en el enorme espejo que estaba ahí y me gustaba lo que veía.

Tenía un hermoso vestido color blanco, y era tal y como siempre lo imaginé para el día de mi boda.

Mis hombros estaban descubiertos y se podían apreciar muchas mordidas en él. Mi cara estaba cubierta de golpes, pero el maquillaje los escondía.

Una puerta detrás de mí se abrió, y vi a Charlie. Él tenía un traje color negro y tenía una linda flor en su bolsillo.

Me sonrió y extendió su mano hacia mi.

Tenía miedo y no sabía en donde estaba.

Alessandra: Qué es esto?- lo mire a los ojos.

Charlie: Veo que los nervios te borraron la memoria- soltó una risa- Estás en tu boda. Y es hora de que la novia salga- camino hacia mi y me tomo de la mano.

Su frío tacto me inquieto y lo volví a mirar a los ojos.

Alessandra: No, en serio, Charlie. ¿Qué es esto?

Charlie: Es lo que siempre deseé hacer... No puedo irme sin antes hacer esto- me dio un beso en la frente y caminamos hasta llegar a una enorme puerta de madera.

Alessandra: No quiero que te vayas- me aferre a su brazo y solté unas lágrimas.

Charlie: No me iré, yo siempre estaré contigo. - tomo mi rostro entre sus frías manos- Pero es momento de que pidas perdón por tus pecados...

Lo mire confundida y mi cuerpo empezó a temblar.

Alessandra: Qué?

Charlie: Lo siento tanto Alessandra- me miró y salieron lágrimas de sus ojos.

Charlie saco de su pantalón una navaja que yo conocía muy bien. Era la misma navaja con la que Preston me apuñaló.

Empecé a llorar del miedo y de la impotencia que sentía por volver a sentirme vulnerable.

Alessandra: Por favor, no hagas esto. Te lo ruego, no lo hagas- lo dije llorando y con la mirada puesta en la navaja.

Charlie: Debes irte, tu tiempo aquí se ha terminado.

•Black out days•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora