• Culpa •

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Edward: Alessandra, hay muchas cosas que debes de saber...

Alessandra: Por qué me ocultas cosas?- lo mire enojada- Qué te hace creer que puedes hacer eso conmigo?

Edward: No lo entiendes, Alessandra. Las cosas que te oculto son por tu bien... Créeme, son algo que parecer ser de otro mundo, pero no lo son. Están en este mundo, en tu mundo... En nuestro mundo- me miró a los ojos y me tomo las manos.

En este momento quería gritar y empujarlo, porque es lo que solía hacer cuando peleaba con mis padres o con Preston. Era algo que me pasaba tan a menudo, que ya se había hecho mi única forma de defenderme. Estaba enojada, pero no quería hablar y arruinar las cosas; incluso si él lo hacía...

- Esto no es algo bueno de digerir... ni siquiera se como empezar- se alejo de mi y despeinó su cabello con ambas manos.

Alessandra: Creo que hay algo buscándome... Y está en el bosque- volteé hacia mi ventana para ver el bosque- Sea lo que sea que tengas que decirme voy a creerte...

Me miró y parecía tener una lucha interna con decirme o no la verdad. Después de unos segundos decidió hablar.

Edward: Tienes una doppelganger, es una diosa de la magia oscura que lleva siglos buscando su mitad... Y esa mitad eres tú- su rostro no expresaba ningún sentimiento- Y te ha encontrado.

Alessandra: Es por eso que moriré?

Edward: tu abuela te heredó esa maldición. Ella también tiene una doppelganger. Tu alma está condenada a vivir un infierno en la tierra. Estás destinada a sufrir... Pero no puedes defenderte porque no eres lo suficientemente fuerte en este mundo y es por eso que no puedes evitar ese tipo de cosas, y tampoco puedes huir de ellas.
Cada vez que tu vida estaba en riesgo tu otra mitad se debilitaba, pero no lo suficiente como para desaparecer. Tu no morirás, o al menos no lo haras en esta vida....

Alessandra: Así que he tenido otras vidas?

Edward: Si, y en todas has vivido lo mismo.

Alessandra: Y qué cambio en esta vida para que yo no muriera?

Edward: La maldición está por acabarse, y es momento de que tú y otra mitad se unan.... es momento de que la naturaleza regrese a lo que era antes, y es por eso que te necesitan. Necesitan que seas Serket...
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Alessandra: Qué pasaría si tú me conviertes en lo que eres?

Edward: Es algo que no podemos hacer, tu naturaleza es muy diferente a la mia. Serías una amenaza para los de nuestra especie

Alessandra: Así que me haría más fuerte que todos los de tu especie, y más que ellos...- lo dije mientras veía un cuadro con una pintura de los Vulturi.

Edward: Pero también es una opción para que serket no llegue a ti. Tu alma... tu perderías tu alma, y eso haría que serket desapareciera. No puede existir si no hay un balance entre lo bueno y lo malo.

Alessandra: Pero eso va encontrar de mi naturaleza, y dijiste que se ha decidido que yo deba volver a encontrarme con mi otra mitad...

Edward: Nosotros somos capaces de desafiar a la naturaleza

Alessandra: Y qué pasa si yo elijo aceptar lo que mi naturaleza me pide?

Edward: Vas a morir, o al menos en este mundo lo harás...

Alessandra: creí que en este vida no lo haría...

Edward: Tu esencia va a conservarse, pero tú cuerpo y toda tu va a desaparecer por completo. Todo lo que has vivido se convertirá en tu fortaleza...es como convertir tu dolor en poder - lo dijo mientras veía cada parte de mi rostro.

- Alessandra, ven conmigo. Todos ya están esperándote abajo.- lo dijo mientras veía a su hermano y me jalaba del brazo.

Alice me jalo del brazo hasta llegar a unas escaleras. Todos los cullen ya estaban abajo esperándome.

Baje y les sonreí.

Esme: Feliz cumpleaños, Alessandra. Es un gusto por fin conocer a la persona de la cual Edward no deja de hablar- lo dijo con una sonrisa y me abrazo.

Alessandra: Gracias, señora cullen. Lo mismo digo, es un gusto al fin poder conocerla- me separé de ella y le sonreí.

Los cullen me felicitaron y me abrazaron. Eran una familia muy unida y feliz. Ellos tenían la vida que todo hombre deseaba tener.

Alice: Abre mi regaló, se que te encantará- llegó a mi dando saltitos y me entrego una caja pequeña envuelta en un papel lustre color verde.

Alessandra: Gracias Alice, no te hubieras molestado- le sonreí y decidí abrirlo.

Cuando traté de abrirlo, mi dedo hizo un mal movimiento y me corté. Una gota de sangre salió de mi dedo y supe que estaba en peligro.

Todos los de la sala se quedaron inmóviles al momento de que una gota de sangre cayó a la alfombra que había debajo de mis pies.

Jasper me miraba como si yo fuera su presa. De un momento a otro fui arrojada por Edward a una pequeña mesa que tenía unas copas. Para después lanzar por el aire a Jasper hacia un piano.

Mi espalda fue duramente impactada por la pared y mi cuerpo cayó sobre la mesa. Las copas se rompieron al momento de caer y eso provocó que se me enterraran pequeños restos de vidrio en mi brazo derecho.

Jasper volvió a correr hacia mi dirección, pero fue detenido por carlise y Emmett.

Alice lo tomo del rostro y lo obligó a que la mirará.

Alice: Tranquilo, es solo un poco de... Sangre.

Mi brazo estaba sangrando lo suficiente para que los cullen me volvieran a ver con ganas de comerme.

Carlise me tomo de la cintura y me levanto.

Carlise: Edward, será mejor que vayas con Jasper. En este momento se sentirá muy mal con él mismo y no escuchará a nadie más que a ti.

Edward me miraba con una enorme tristeza y culpa.

Carlise me llevo a su estudio y comenzó a quitarme los cristales de mi brazo.

Alessandra: Edward, no debería de preocuparse. Ninguno de ustedes debería de hacerlo.- lo dije mientras buscaba la mirada de carlise- Toda mi vida he estado en peligro

Carlise: Edward, te quiere. Es algo difícil de explicar. El amor es difícil de explicar

Alessandra: Cada persona entiende el amor como quiere. Yo sé que él me quiere, y yo también lo hago.

Carlise: Pero por naturaleza no pueden estar juntos. Eres humana después de todo.

Alessandra: Pero no lo seré por mucho tiempo

Carlise: Te daré unas pastillas para en caso de que tengas dolor.- me sonrió para después salirse del estudio.

Me quedé sentada sobre la mesa, y en eso dirigí mi mirada hacia la puerta. Edward estaba ahí mirándome con la misma mirada de ese rato.

Alessandra: No creí que tu familia estuviera en contra de lo nuestro, pero lo entiendo.

Edward salio del estudio y yo lo seguí. Salimos de la casa y entramos a su auto. Encendió el carro y en todo en camino nadie dijo nada.

Cuando llegamos a mi casa, estacionó su auto enfrente.

Alessandra: Tu no puedes protegerme todo el tiempo. No es tu obligación...

Edward: Pero quiero hacerlo. Quiero mantenerte a salvo de todos, hasta de mí...

Alessandra: Entonces esto no está bien... No puedes sentirte mal por cada que me pase algo malo. Tu mismo lo dijiste, por más cosas malas que me pasen, yo siempre estaré bien.

Edward: Te prometí que te buscaría y cumpliría mi promesa en otra vida...- lo dijo en voz baja.- y eso es lo que haré, Elizabeth


•Black out days•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora