Lágrimas caían por mi rostro mientras entraba de nuevo a la habitación, Bryce llevaba dos semanas aquí y todavía no había despertado.
Cada día venia a verlo y contarle lo que había hecho, eso me entristeció, a él siempre le gustaba escuchar historias de cuando era pequeña, por muy insignificantes que fueran.Decidí acurrucarme en una silla a su lado y dormir un poco. Agarré su mano, me tranquilizaba su tacto, y me tapé con una pequeña manta que había traído.
— ¿___?— escuché un pequeño susurro y mis ojos se abrieron. Miré el reloj. Había pasado media hora dormida.
— ¿B-Bryce? ¡Bryce!— corrí a abrazarlo con cuidado de no hacerle daño, y sentí su sonrisa en mi cuello.— ¡___! ¡Despierta! Es hora de irnos— Josh me sacudía mientras me agarraba en brazos.
— ¿Bryce?
— No ha despertado todavía pequeña. Debemos irnos.
— Está bien...— suspiré y le eché un último vistazo a la cama— Josh, le echo mucho de menos.
— Todos lo hacemos...(...)
ºBryce's povº
Abrí los ojos un poco desorientado. Había mucha luz en la habitación y tardé un poco en acostumbrarme a ella.
— ¿Mamá?— divisé su figura sentada a mi lado. Tenía mucho tiempo sin verla.
— Te he echado mucho de menos, pequeño míoMe abrazó cálidamente y se lo devolví sonriendo.
— Yo también, ¿qué haces aquí?
— Me llamaron y me contaron lo que pasó. No podía dejarte solo— sonrió— aunque por lo visto, creo que has tenido muy buena compañía.
— ¿De qué hablas?
— Me acabo de encontrar con la chica esa... esa de la que siempre me hablas...
— ¿___?
— ¡Sí, esa! Es muy simpática. ¿Te acuerdas del día que me la presentaste?
— Cómo olvidarlo, lo pasamos muy bien.
— ¿Te ha dicho algo? ¿Sobre mi?
— ¿Necesitas realmente que diga algo? Cariño, si ha estado aquí llorándote todos los días ya no hay más que hablar.
— ¿De verdad?— mis ojos se iluminaron y sonreí como el idiota enamorado que soy.Mamá asintió.
— Eh— me llamó y la miré de nuevo—. Cuídala, es una gran chica.
— Lo sé— sonreí—. ¿Te apetecen unas hamburguesas? Me han dicho que te puedes ir desde que te despiertes. Sólo falta que te chequeen una vez más para asegurarnos.
— Claro mamá, sabes que siempre tengo ganas— reímos.ºVinnie's povº
Josh ha venido esta mañana con ___. La pobre ha estado toda la noche en el hospital y no ha pegado ojo. Me encargué personalmente de cuidarla y que descansara. Es una gran persona, a pesar de todo por lo que ha pasado sigue ahí, de pie intentando alcanzar una caja de cereales a la cual no llega, la admiro mucho.
— Ven aquí— puse mi cabeza entre sus piernas y sus rodillas en mis hombros y la subí para que agarrara la caja.
— Gracias Vinnie— sonrió contenta. Me gusta que esté así.La acompañé al sofá y pusimos Harry Potter. Sabía que la animaría un poco, y por lo visto ha dado resultado.
— ¿Quién te ha chivado lo de Harry Potter?— rió
— Un pajarito
— ¿Un pajarito llamado Chase, por casualidad?
— Puede ser— ambos reímos.La miré fijamente a los ojos mientras reía. Era preciosa, sin duda.
Ella también fijó su mirada en mí y empezamos a acercarnos lentamente hasta rozar nuestras narices.
No puedo hacerlo, no debo, ella está mal y no quiero obligarla a algo que no quiere o de lo que se pueda arrepentir.— Para— dije serio—. No quiero aprovecharme de ti.
— No lo estás haciendo.
— Sí que lo hago. Por favor, ahora no.
— Está bien, Hacker. Sólo por esta vez— se alejó y me echó una sonrisa comprensiva, se la devolví.
— ¿Qué te parece...?
— ¿Mmh?— me observó esperando que terminara la frase.
— No lo sé... ¿Más tarde? ¿A las 7? ¿Solos tú y yo? ¿En una cena?— ella rió.
— Eso tienes que ganártelo Hacker
— Lo haré, no te preocupes— le guiñé un ojo.