Al poner las bolsas encima de la cama me di cuenta de que iba a ser un poco difícil lo que rondaba por mi cabeza hacer.
(...)
Ya estaba todo. Tan solo faltaba una pizza que había metido en el horno y tenía que traer sin que ___ se enterase. Le había mandado un mensaje a los chicos contándoles lo que quería hacer y que la distrajeran sin que fuera a su habitación. Salí de allí dirigiéndome a la cocina a hurtadillas.
Las cosas estaban saliendo como quería cuando ya casi estaba de nuevo en el cuarto, o eso era lo que pensaba hasta que de repente me topé con Jaden y ___. Me miraron de arriba a abajo y el chico puso una sonrisa burlona que rápidamente cambió a una cara ofendida.
- No me lo puedo creer- exclamó mientras yo lo miraba mal- ¿Enserio piensas en hacerte una pizza para ti solo sin siquiera invitar a tu novia?- puso una mano en su pecho- Oh por dios, todavía no entiendo como puedes seguir con él ___...- dicho eso pasó por mi lado y soltó una carcajada mientras se alejaba. Cuando se trata de joder, nada mejor que Jaden Hossler. Lo maldecí por lo bajo y seguí mi camino.
Llamada entrante de @jadenhossler
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- ¿Qué se supone que haces?- pregunté nada más atender.
-Ayudarte. Cuando te vea en pelotas en la cama se sorprenderá y pensará que eres el mejor novio del mundo- respondió obvio.
- Jaden- suspiré- esa no era la idea principal por si no te lo había dicho- puse mi mano en mi frente.
- Pero ahora te lo estás pensando ¿a que sí?- burló riendo.
- Solo te pido que no hagas ninguna otra tontería Jaden- colgué.
º___'s povº
Definitivamente me tengo que replantear lo de Bryce. Ni siquiera se limitó a saludarme al entrar, pero creo que más bien fue porque captó que estaba molesta. Aún asi tendría que haberme dado explicaciones.
Estaba con Jaden mientras me enseñaba tiktoks que le habían gustado, pero sinceramente no le estaba prestando mucha atención. Mi mente se concentraba más en porqué había perdonado a Bryce sabiendo que siempre iba a ser igual.
- Hey love, será mejor que vayas yendo a dormir, es tarde- dijo Jaden mirando todavía su telefono.
- Todavía es temprano Jad- me quejé, realmente no quería irme.
- Tengo que ducharme ___- me miró.
- Te esperaré, de verdad no me quiero ir- hice ojitos pero no sirvió de nada. Se levantó y con él a mi.
- Oye, tienes que irte- puso sus manos en mis hombros- enserio.
- Está bien- bufé y le di un último abrazo para dirigirme a mi cuarto. Tenía los mismos planes que Jaden. Ducharme y acostarme.
Al abrir noté que la luz estaba apagada pero aún así se podía ver. Entrecerrando los ojos, di unos cuantos pasos hasta contemplar toda la escena. Un ramo de rosas siendo agarrado por Bryce quien vestía para mi sorpresa elegante. A los costados, velas desprendiendo un delicioso aroma a vainilla que se esparcían por mis fosas nasales tan delicadamente que podría parecer un sueño.
- Hola- dijo simple sonriendo levemente.
- Hola- respondí de la misma forma.
- Sé que estás enfadada, pero juro hice mi mayor esfuerzo llamando a tu amiguito para que me ayudara con... esto- señaló su alrededor- espero que me perdones...- dejó de mirarme a los ojos y bajó su cabeza.
- Podrías al menos haberme mandado un mensaje- reproché seria, por más que quisiera lanzarme a él.
- No me lo hagas más difícil, sabes que no se me dan bien las disculpas- se quejó con su típico puchero. Me quedé callada mientras seguía mirándolo seria- oh, vamos...- levantó sus brazos- ¿no podría ni siquiera convencerte con una maratón de películas disney?- apuntó hacia la cama y vi una pequeña cesta de regalo con lo que parecían ser películas en dvd.
- ¿De verdad Bryce Michael Hall estaría dispuesto a ver películas disney solo por el perdón de una simple chica?- bromeé.
- Si esa simple chica eres tú, estaría dispuesto a todo- sonrió- ¿Eso... significa que aceptas mis disculpas?- preguntó.
- Puede ser...- podrá parecer estupido, pero realmente no sabía qué hacer. Seguí observándolo en silencio cuando lo vi bajar su mirada a sus manos inquieto.
- S-son para ti- murmuró extendiendo su brazo hacia mí con las rosas que previamente divisé, podrá ser el más grande y bestia, pero por dentro es el ser más tierno que haya existido. Sonreí y me acerqué a él. Se colocó nervioso sin saber dónde fijar su mirada.
- Gracias- las agarré- ...amor- me miró a los ojos con una gran sonrisa, de repente se abalanzó y cogió mi cara llenándola de pequeños besos que acabaron en mis labios.
- Oh dios, no tienes ni idea de cuánto extrañé esto...
- Déjate de charlas y enciende la televisión, nos queda una larga noche por delante- dije riendo, provocando que él también lo hiciera.
