Capitulo 16: Paz, solo eso

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DAVIS

¿Qué hago?

No podía dejar de sentir un nudo en el estómago. Josh seguí desaparecido. Habían pasado varias horas desde aquella discusión con su hermano.

No paraba de darle vueltas al asunto. ¿Qué clase de persona engaña a la persona que se supone que más quiere así? Y no me vale que digan pues un enamorado. Que les follen, si quieres a alguien no lo rompes en pedazos y no lo engañas, eso había hecho la chica pelirroja y silenciosa que llegó a nuestras vidas hace casi un año.

No conseguía entender su forma de actuar, su mente... Joder, puedo entender que te enamores de alguien cuando sales con otra persona, pero engañarla durante meses sobre tus sentimientos, decir la palabra te quiero sin sentirla y pronunciarla todas las mañanas al despertarte junto a ella, sabiendo que no significaban nada.

Y Trevor, hacerle eso a su propio hermano, a su sangre, me había decepcionado, había hundido a Josh de una manera inimaginable.

Josh no merecía eso, era una de las personas con más luz del planeta Tierra, incluso del Universo. Un chico humilde, divertido y cariñoso, y sobre todo leal con los suyos. Fue el único que intentó ayudarme cuando Emma se marchó y me dejó solo tras la perdida de nuestro bebé, él único que me sujetaba la cabeza cuando vomitaba todo el alcohol de la noche anterior que me ayudaba a olvidar su cara, el único que entraba en mi casa todas las mañanas sin llamar con un tupper de comida para que pasara el día porque sabía que no tenía fuerzas ni para levantarme de la cama, el único que me me visitó en el hospital tras mi intento de suicidio a los dos meses de lo sucedido, algo que ni siquiera sabía ni mi abuela ni Mía

Cuando intentaba alejarme de él para no causarle más dolor, él se aferraba más a mí, al Davis que conoció en el primer año de carrera.

Siempre me decía que algún día volvería a ser el que era, y que por eso no se alejaba, para poder decirme en la puta cara de panoli que tenía (como él la llamaba) que me equivocaba, que podía llegar a ser feliz y que él tenía razón.

Aunque le grite, y le odie en momentos oportunos, aunque diga que no tengo amigos... Era mentira, Josh era mi mejor amigo, aunque no se lo dijera, y aunque me quejara de él y sus estúpidas fiestas en las fraternidades y su pésimo sentido del humor, le necesitaba, y no podía pensar que en estos momentos estaría solo y perdido en alguna calle de Seattle sintiéndose como una mierda, ya que podía imaginar como se sentía y me dolía el alma solo de pensarlo.

Le debía buscarle, le debía decir todo lo que pensaba de él , ayudarle en este bache, y decirle que era el puto mejor amigo que alguien como yo podría tener. Se lo debía todo.

-¿Sabes a donde ha podido ir Davis? Llevamos horas buscándole por toda la ciudad, se está haciendo de noche- Mía estaba conmigo, haciendo que no perdiera la poca cordura que me quedaba.

-No, no lo sé joder, tiene que estar en algún sitio.-Estaba perdiendo los estribos, lo notaba. Fue entonces cuando sucedió el milagro que llevaba horas esperando.

-Davis...- Su voz sonaba rota, podía notar a través del teléfono que llevaba horas llorando, podía notar que Josh estaba destrozado.

-Josh, gracias a Dios, ¿tío donde estás?. Vamos a solucionar esto los dos juntos, pero dime donde estás.

La conversación no duró demasiado, Josh llevaba una hora en mi portal, intentando llamar al telefonillo para hablar conmigo y contarme lo sucedido, pero se sentía tan avergonzado que no era capaz ni siquiera de cogerme las llamadas.

Llegamos a los pocos minutos a casa ya el sol se había escondido entre las nubes y el frío empezaba a emerger. Fue entonces cuando lo vi. Me dirigí corriendo a sus brazos, a abrazar a mi mejor amigo. Le agarré lo más fuerte que pude, para no soltarlo, no quería, quería que supera que estaba ahí , con él, que tenía mi apoyo. Sabía que lo iba a necesitar.

-Te quiero tío.- Era la primera vez que sentía que era él quien me necesitaba, y estaría a su lado, protegiéndole las espaldas y la delantera.

-Podéis subir al apartamento, yo iré a comprar algo para la cena.-Dijo mi chica de ojos verdes mientras que posaba su mano en el hombro de Josh para darle un gesto de cariño.

Al llegar al apartamento, Josh se desplomó, era la primera vez que veía llorar a mi amigo en tantos años .

-Kate y Trevor, ellos están ....-

Lo detuve lo más rápido que pude, sabía que era muy duro para él.

-Ya lo sé, no hace falta que me lo cuentes, tranquilo todo va a estar bien.- Me acerqué a él y lo llevé hasta el sofá. Me senté a su lado y dejé que apoyara su cabeza en mi hombro mientras se desahogaba.

-Eres la mejor persona que he conocido, el amigo más leal que existe. No te sientas solo, no lo estás. Nunca te lo digo pero te quiero amigo, gracias por ayudarme en mis peores momentos, ahora haré lo mismo yo por ti.- Ahora era a mí a quién se le saltaban las lágrimas.

-Davis, se que ahora vives con Mía y que tu apartamento no es muy grande pero, ¿puedo quedarme aquí unos días hasta que encuentre algo por favor ? solo será temporal, te lo juro-

-Ey, no hace falta que lo preguntes, claro que sí, el tiempo que quieras, ahora esta es tu casa.-

-¿Por qué me han hecho esto Davis? Podría haberlo soportado, haber soportado una ruptura, hubiera soportado que se enamoraran y salieran juntos, que tuvieran hijos en un futuro... Todo, todo lo hubiera soportado, pero engañarme durante meses, y que de ese engaño saliera un niño... Las dos personas que más quería, me han traicionado.

-Yo siempre me quedaré contigo, nunca e perderás. Te lo prometo Josh.-

Nos pasamos la noche allí, en el sofá, sin decirnos ni una palabra y en silencio, pero, que a pesar de eso, significó mucho para ambos. Significó mucho para él.

Alma MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora