Capitulo 41: Volver a querer

29 3 0
                                    


DAVIS

Notaba la tensión de Mía en sus ojos, ambos entramos y rápidamente la agarré la mano con fuerza.

-Veo que Cameron  ya se ha presentado, bueno el es Davis, el novio de mi hija.-

Cameron se acercó a mi y me dio un apretón de manos, haciendo que tuviera que soltarla durante unos instantes.

-Vamos a subir un momento a cambiarnos y a ponernos algo más cómodos, enseguida bajamos y os ayudamos a poner la mesa.-Mía me miraba con unos ojitos de cordero degollado deseando que la sacara de ese salón.

Subimos corriendo y cerré la puerta intentando no dar un portazo.

-¿Estás incomoda verdad?, mierda claro que estás incómoda.-Ella sólo se apoyó en la cama y empezó a quitarse la ropa que llevaba.

-Podemos irnos, puedo inventarme cualquier cosa, que mi abuela está enferma o que mi padre se ha roto un brazo... yo que sé pequeña, no tenemos que estar aquí.- La pasé una sudadera de las mias que le llegaba por la rodilla.

-Puedo hacerlo.- se colocó sudadera con unas mallas y se puso en pie.

-No, no puedes Mía, he visto como lo mirabas cuando te ha dicho que eran pareja, estoy seguro que lo has recordado...-

-Davis, joder, puedo hacerlo, solo es una cena. Además han pasado muchos años. Mi madre se merece ser feliz.-Yo la abracé antes de salir de la habitación. Ella me pidió un momento Antea de bajar, y lo entendía, joder claro que lo entendía.

-Mía enseguida baja, no encuentra una sudadera por ningún sitio.-

Colocamos el mantel y los platos y en menos de cinco minutos ya teníamos la cena puesta en la mesa.

La cena fue un poco incómoda, lleno de silencios largos y preguntas muy mal formuladas.

-Y bueno chicos, me ha dicho Stella que ya lleváis bastante tiempo, ¿como os conocisteis?.-

Mientras que apartaba los guisantes del puré de patata conteste a la pregunta.-Mía siempre ha sido una cerebrito y se apuntó a clases de un año avanzado en derecho y bueno, un día me olvidé mi portátil y ella me lo devolvió, supongo que lo demás es muy aburrido por contar.- No iba a contar que luego coincidimos en una fiesta y que casi la desnudo  con la mirada allí mismo, que más tarde su novio la pegó y tuve que acogerla en mi casa en plan amigos pero que luego resultó ser mucho y digo MUCHO deseo sexual y ganas de conocernos más, tampoco quería mencionar que en una de muchas fiestas acabamos quitándonos los disfraces en una habitación de a saber quien mientras follábamos  como animales y oh por cierto, sin condón. Menos mal que Mía más tarde me dijo que tomaba la píldora y que aunque prefería también utilizar preservativos, no pasaba nada si lo hacíamos sin el de vez en cuando.

-Amor entre aulas entonces.- empezó a reírse, no me gustaba su risa, era muy falsa.

-Mía cariño, ¿estás bien?. A penas has probado la cena.- Dijo si madre.

-Si tranquila, es que en el pueblo no hemos parado de comer durante todo el día y estoy un poco llena.- No levantaba la mirada del plato.

La cena no se alargó mucho y di gracias por eso, solo tenía  ganas de entrar en la habitación, echar el pestillo y llenar de besos a Mía por todo el cuerpo mientras que la decía lo increíble que era.

MIA

Cameron se marchó al poco de recoger la mesa y yo ayude a mi madre a meter los platos en el fregadero.

-Se que te ha cogido por sorpresa, si no estás preparada aún mi niña lo entiendo, no tienes que verlo más, hasta que tú te sientas cómoda.- Estaba preocupada, se notaba en su voz.

-Mamá, quiero que seas feliz, no pasa nada de verdad. Tendré que hacerme una idea de que tienes pareja.-

-Pero he visto como lo mirabas, no quiero que te recuerde a nada del pasado.- Me agarro con sus brazos.

-Te vuelvo a decir que no te preocupes, mereces ser feliz y volver a querer a alguien. Así que no te preocupes por mi, que yo estaré bien.-

-Eres la mejor hija del mundo ¿lo sabias?.- me dio un beso en la mejilla.- y tú la mejor madre.-

Alma MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora