Alma Mía

Capitulo 21: Por si apareces

MÍA

24 de junio

Dos días desde que decidió marcharse sin darme explicaciones, sin un maldito mensaje, sin una llamada o una nota.

El día dos fue largo y extremadamente duro. No podía levantarme de la cama sin tener ganas de vomitar. La sensación de estar mareada era constante. Le había pedido a Josh que me dejara sola, al menos unos días. Era muy bueno conmigo, me dejaba un plato de comida en la puerta, aunque casi nunca era capaz de tomármelo entero. Me recordaba a Davis, cuando dejó que me quedara en su casa cuando rompí con Zed dejándome estúpidas notas por debajo de la puerta.

No paraba de recordarlo. Tenía a mi lado de la cama una camiseta suya, todavía tenía su olor y eso me hacía llorar más. Esa noche dormí escuchando su Playlist, cada canción era un momento, una conversación, un mensaje... Tenía que parar de escucharla pero necesitaba tener algo suyo. Lo echaba de menos.

26 de junio

Me di la primera ducha en días, llevaba días sin ir a clase, por lo que no tenía ni idea del temario que entraría en los exámenes, pero me daba igual, exactamente igual.

Después de la ducha volvía a la cama, necesitaba dormir y así volver a ver sus ojos, era la única manera que tenía ahora para verlos.

Cuando no dormía lo llamaba, siempre lo llamaba, me daba igual la hora, necesitaba una explicación, necesitaba escuchar su voz. Creía que, al escucharlo, despertaría de esta pesadilla, que esto no era real, y que estaba a su lado. Le odiaba por no dignarse a cogerlo, por preferir estar abrazándola a ella antes de hablar conmigo.

Le deseé la muerte, le deseé el sufrimiento, le deseé todo lo malo a él y a ella. Los odiaba a ambos. Quería que pagaran por todo el daño, por todas las mentiras por todos los besos, por todos los te quiero...

No debería pero lo hice y no, no me arrepiento, tenía derecho a hacerlo, a desearlo, al menos hasta que mi corazón se sanara.

1 de julio

Hoy decidí levantarme por primera vez de la cama y salir a pasear. Todo me recordaba a él, no me gustaba pensar tanto en Davis, pero lo hacía. Aunque ya era capaz de comer sin vomitar, me seguía doliendo el estómago. Había decidido no presentarme a los exámenes de junio por lo que ahora tendría que estudiar durante todo el verano hasta principios de septiembre para hacer las recuperaciones.

Mi pena se había convertido en rabia. Me sentía utilizada y engañada. Había perdido demasiados meses con una persona que no me quería. Había descuidado mis estudios, que era lo más importante.

Nunca debería a ver llamado a ese número aquella noche. Debería a ver llamado a mi madre o a cualquier otra persona. Pero no a él. Puede que Zed me rompiera en pedazos, pero, él lo hizo de una manera diferente rompiéndome el Alma y no solo el cuerpo.

Una presión llevaba días en mi, seguía sin entender por qué se marchó dejándolo todo a medias, dejándome a mí. Sigo con la esperanza de que regresará.

14 de julio

Estaba ilusionada, Josh había encontrado un piso para ambos y nada más y nada menos que ¡en todo el centro de Seattle! Habíamos decidido mudarnos, esa no era nuestra casa, era la de Davis, así que pensamos en hacer una locura y empezar a llamar a todas las inmobiliarias de la ciudad y en menos de una semana teníamos alquilado un precioso y acogedor apartamento.

Josh era increíble y un gran amigo, gracias a él estaba avanzando y estaba muy agradecida por eso.

¡Nueva vida allá vamos joder!

22 de julio

Me desperté en mi nueva habitación, llevábamos una semana instalados. Estaba contenta pero hoy no era un día cualquiera.

Hoy hacía un mes desde que no tenía noticias de Davis. Ya no había odio, solo preocupación y algo de culpa. A veces le recordaba y aunque ya no doliera tanto como los primeros días, seguía pensando constantemente en ese día. Repitiendo una y otra vez cada acción y movimiento.

¿Si hubiera hecho esto se hubiera quedado? Esa frase estaba constantemente en mi mente, trataba de evitarla pero algunas veces no era capaz de hacerla desaparecer. Le echaba de menos, pero el tomó una decisión.

1 de septiembre

Horas de trabajo intenso merecieron la pena. Lo había conseguido, había pasado de curso. Me sentía orgullosa de mi misma, de mi esfuerzo, de mi superación día a día. Ya no me dolía mirarme al espejo, Ya no me dolía pensar en él y en lo que fuimos. Seguía acordándome de todo pero ahora ya no lloraba hasta el amanecer. No me lo merecía.

2 de septiembre

Me desperté agotada y con un dolor de cabeza muy fuerte. Hoy era mi cumpleaños y solo tenía un deseo, que todo acabara de una vez.

31 de octubre

¡Feliz Halloween! Tercero de Derecho es duro, pero al hacer algunas asignaturas en segundo adelantadas no hace falta que las haga este año. Derecho penal era una de ellas. Todavía me acuerdo de aquel chico malhumorado y silencioso que dejó su portátil a mi lado, espero que sea feliz donde esté.

8 de noviembre

Volví a llamar al chico de ojos azules, con la mínima esperanza de obtener alguna respuesta. Se que no debería hacerlo, pero todavía lo quiero.

11 de noviembre

Decidí borrar su número, había perdido las esperanzas de que llamara. Ya no había ninguna posibilidad, no volvería a verle.

13 de noviembre

Hoy hace un año que mi vida cambió por completo haciendo que un extraño se convirtiera en mi todo.

31 de diciembre; Día 192.

Ya no duele, creo que mi corazón ha sanado del todo. Te quiero Davis Miller, pero me quiero más a mi.