CAPÍTULO 7

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CLARA

Su cabello se movía al ritmo del viento , sus ojos  casi esmeralda hicieron contacto con los míos , todo lo que nos rodeaba desapareció , desde el mirador en donde nos encontrábamos hasta la gente que pasaba por allí , solo eramos él y yo .

Una sonrisa traviesa se hizo presente en sus labios antes de inclinarse en mi dirección , inclinó su cabeza haciendo así que nuestras bocas quedaran a milímetros , milímetros que ante mis ojos parecían kilómetros.

En una décima de segundo él acortó el espacio que nos separaba , sus labios eran suaves al tacto y su sabor dulce.

Me besaba con calma , sin prisas , provocando que sintiera todo su cuerpo pegado al mío , su corazón empezó a latir con premura bajo mi mano.

Pero no pude seguir disfrutando de ese sueño , alguien me estaba moviendo sin ningún tipo de cariño , no  abrí los ojos cuando el sujeto que intentaba despertarme dejó de zarandear mi cuerpo , por lo que me volví a acomodar , estaba tranquilamente volviendo a mi sueño que no me percaté del ruido del grifo . 

Sentí pisadas , pero tampoco las di importancia y ojalá lo hubiera hecho porque al segundo me encontraba tirada en el suelo y mojada de pies a cabeza .

-¡Pero a tí qué te pasa maldita loca! - grité a la pelinegra que se encontraba en un sillón partiéndose de la risa .

-A la próxima me haces caso - dice entre risas .

Me levanto del suelo y corro hasta el sillón donde se encuentra para abrazarla .

-Te he echado muchísimo de menos - digo en medio del abrazo .

-Y yo a tí , pero solo han sido dos semanas de nada , ahora que vivimos las dos en Madrid nos veremos casi todo los días - dice rompiendo el abrazo .

-Si , dos semanas y mira lo que te has hecho ya en el pelo - digo cogiéndola con los dedos un mechón azul .
Alexa , una morena de ojos oscuros vivarachos y carácter de infarto se encontraba enfrente mío sonriendo , ella era mi mejor amiga y mi casi hermana desde los catorce años y desde que la conozco ha tenido una pequeña adicción a teñirse  su larga melena azabache.

Como en este momento , que tenía pequeños mechones de su pelo de diferentes colores de azules resaltando su tez morena .

-Por cierto ,¿ qué haces en mi edificio? y cómo has entrado - con todo el entusiasmo del reencuentro , no me había percatado .

-Pues … ¿sabes esa ancianita que vive debajo tuyo? -dice con cara inocente .

-Si… 

-La pobre mujer necesitaba ayuda con las bolsas de la compra y…

-Dime por dios que no la has asaltado - digo pellizcando el puente de mi nariz .

-¡No! y que sepas que eso solo paso una vez -dice con los brazos cruzados -. Bueno , prosigo , la pobre mujer necesitaba ayuda con las bolsas y adivina quien estaba en el portal desde hace media hora intentando forzar la cerradura con una horquilla - la miró sin poder creerme lo que sale de su boca, es todo tan irreal -. Exacto yo , total que la señora me pide que la ayude a subirla y yo como buena samaritana he cargado con la compra hasta el piso que ella me ha dicho , me he despedido y he subido hasta tu puerta , he llamado pero no me ha contestado nadie .

-Eso no explica el que estés en el interior de mi casa - digo moviendo los brazos señalando todo lo que me rodea .

-Eso es por que te has dejado la puerta abierta - contestó mientras sonreía con suficiencia .

Volver a encontrarte [Volver #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora