CAPÍTULO 26

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JORGE

22 de Junio. El cumpleaños de la persona de la que estoy enamorado desde hace cinco años, desde que nos chocamos en aquel pasillo en la fiesta de disfraces, desde que me grito neandertal.

Durante cinco años me he acordado de este día. Celebré con ella su décimo sexto cumpleaños, justamente once días antes de hacer nuestra relación oficial, para luego joderlo todo. Este es el primer cumpleaños que voy a celebrar con ella después de cinco años y quiero que sea perfecto.

He contactado con Alexa, poniéndole al corriente de mi maravillosa idea. Al principio estaba reacia a llevarla a cabo, pero una vez Alex ha hablado con ella ¡Tarán!, la ha convencido.

Y es por ello que nos encontramos en Moonlight. He alquilado la discoteca hasta las dos de la mañana, para celebrar el cumpleaños de Clara. Y digo "he", porque esto es lo único de lo que me he podido encargar. Alexa ha organizado las invitaciones, detallando que es una fiesta sorpresa y que durante todo el día nadie que esté invitado pueden felicitarla. La decoración es exquisita. Todo en tonos azules, negros y plateados. Además se ha encargado de que un amigo suyo–el camarero que las coló en la discoteca hace ya unos meses– cambie las luces de rosas y moradas por azules.

Veo a Alexa ir en todas direcciones con Alex detrás suyo, asegurándose que todo esté en su sitio. En mi vida la he visto tan estresada. Y yo al contrario estoy bebiendo una botella de agua en la barra, esperando al "camarero colón", o como lo llama Alexa, Javier.

—¿Qué me traes?—digo viendo a Javier llegar con dos hombres fornidos a su espalda y siguiéndole el paso.

—Son lo mejor, de lo mejor que tenemos. Ellos, son los que se han encargado de vigilar a la gente que entra en el club cuando se cierra por eventos así. Él es Erick—dice señalando a un moreno de ojos miel, un poco más bajo que yo—. Y él es Brais, un chico de tez oscura y ojos casi negros, menos fornido que su compañero, pero igual de imponente por la altura que tiene.

Me levanto del taburete de la barra, dejando mi vaso vacío a un lado y acercándome a ellos. La pistola que cargo en la parte de atrás de mi pantalón la saco y les apunto con ella, saliendo que está con el seguro. Javier se paraliza, pero las dos torres de detrás suyo ni se inmutan.

Así me gusta

Vuelvo a guardar la pistola a mi espalda y les tiendo mi mano.

—Encantado, me llamo Jorge Val y está noche, no quiero que nadie entre antes de las dos de la mañana. ¿Entendido?—ambos asienten.

Saco mi teléfono de bolsillo y noto como Javier se estremece al creer que sacaré otra arma.

Me meto en Instagram y busco su perfil. Ella me lo dió hace unas semanas en una cita en el cine que tuvimos. Señaló la foto que quiero y volteo el teléfono para que vean a mi chica. En la foto sale Clara, con un vestido negro ceñido al cuerpo, en un salón clásico y al lado de un piano. Me acuerdo que me dijo que esa foto fue cuando sus padres celebraron sus bodas de plata.

Y para qué negarlo, sale guapísima. Y lo sé por las caras que ponen ambos al fijarse en la imagen de mi móvil.

—Como se os ocurra mirarla un poco más de la cuenta, os juro que

Una mano se coloca en mi pecho. Es Javier, se acaba de poner entre medias de esos gorilas y yo.

—Deja esos celos de lado—dice mirándome con reproche—. Y vosotros, limitaros a hacer vuestro trabajo. Os quiero en dos horas en la entrada del club.

Los gorilas asienten y se van sin despedirse de nosotros.

—Cuida esos celos, conozco poco a Clara, pero creo que es una chica a la que no le gusta que la limiten. Y no vuelvas a sacar el arma. Casi me da un paro cardíaco.

Volver a encontrarte [Volver #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora