CAPÍTULO 10

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CLARA

-Clara.- oigo una voz de fondo.

Dejo el tenedor en el plato, mis oídos se niegan a escuchar y mi cabeza está en otro mundo, específicamente en la noche anterior.

Me acuerdo de Tropical, la discoteca a la que me llevó Alexa y que no me pareció nada en comparación con Moonlight, pero nos lo pasamos bien hasta que dos extranjeros se acercaron para bailar con nosotras y ante nuestra negativa y su insistencia pasó lo que pasó.

Solo me acuerdo de mi mejor amiga muy enfadada y luego todo el contenido de una copa en la ropa de ambos.

Y esta mañana me he levantado tirada en el suelo y Alexa ocupando toda la cama.

-Dime, si, dime que pasa- respondo volviendo a la realidad.

Eva me mira con una sonrisa desde la otra punta de la mesa cuando me toco la cabeza intentando aliviar el dolor que va aumentando.

-¿Noche dura?-pregunta a lo que yo asiento-. Deberías pasar por el almacén y tomarte un paracetamol.

-Debería, ¿verdad?.

-Deberías, si quieres que se te pase- mastica un trozo de pollo.

Arrastro la silla hacia atrás y suelto un suspiro, no me gusta especialmente medicarme, pero con este dolor de cabeza no me voy a centrar.

-Bien, entonces me voy, luego nos vemos Eva- y la lanzo un beso antes de dirigirme al almacén.

-Hasta luego guapa.

Salgo de la cafetería y me adentro en el pasillo que lleva a la farmacia.

Y cuando estoy dentro una ráfaga fría me recorre la espina dorsal, miro el termómetro a mi derecha y marca cinco grados menos que en el exterior, me apresuro en buscar el paracetamol y salir de allí antes de resfriarme.

Cuando le tengo en la mano salgo cerrando meticulosamente la puerta y me dispongo a volver a la cafetería a por una botella de agua.

No voy a engañaros esperaba que Eva estuviera todavía engullendo su ensalada XXL y su pollo, pero cuando llego me encuentro con la cafetería vacía a excepción de Dotty, la cocinera que me espera con un vaso de agua en la encimera.

-Buenas tardes Dotty.

-Buenas tardes niña- dice sonriéndome.

Dotty es la típica mujer que no ha roto un plato en su vida, es alegre, dulce y desde que empecé con las prácticas de la universidad aquí hace tres años me llama niña. Es una mujer mayor, que la delata su pelo blanco y sus arrugas, pero con una vitalidad envidiable.

La miro inquisitivamente cuando agarro el vaso de agua.

-Me lo dijo Eva, que yo sepa de momento no soy bruja.

La risa salió de mis labios sin pensarlo y ella me acompañó. Cuando cesaron las carcajadas y me tomé la pastilla con el vaso de agua noté que el dolor disminuía .

-¿Mejor?- pregunta ella.

-Bastante mejor, que haríamos sin ti Dotty.

-Moriros de hambre.

-Touche, ¿te ha dicho Eva a donde iba ahora?-pregunto posando mis brazos en la encimera.

-Me ha dicho que la buscarás en la entrada, iba a ver a Natalia.

Veo como Dotty agarra un trapo mojado y jabón, sus auriculares y sale de dentro de cocinas hasta estar a mi lado.

-Muchas gracias Dotty- digo dándole un beso en la mejilla, me recuerda tanto a mi abuela.

Volver a encontrarte [Volver #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora