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Cuando Kate regreso a su departamento, después de su almuerzo emocionalmente agotador pero positivo con la madre de Castle, se sorprendió al encontrar a su padre sentado en la mesa de la cocina, con una taza de café descansando entre sus manos temblorosas. Como había pasado la mayor parte del día fuera de su departamento por varias semanas eso más en el estado de ebriedad en el que siempre se encontraba, su presencia era bastante inesperada, pero la segunda sorpresa de Kate se produjo cuando él le arrojó un folder sobre la mesa. 

-¿Qué es esto?.- Ella pregunto reflexivamente, levantando el objeto. Echó un vistazo a las imagines de colores brillantes en el que contenía un anuncio de Second Chance Rehabilitation  y luego volvió a mirar a su padre, arqueando una ceja. 

-Tendrán una apertura en dos semanas, el primero en agosto. Es un programa de ocho semanas, así que debería regresar justo antes de que tengas al bebé. Hasta entonces, se supone que debo ir a las reuniones de AA, al menos dos día y hacer todo para que yo no pueda...no...-

-¿Acabas desmayándote en un charco de tu propio vómito??.- Ella termino por él. Su comentario fue malo y ella lo sabia, pero al menos había hecho el esfuerzo de ir a buscar ayuda. Tal vez se había inscrito en el programa de rehabilitación, quizá también estaba haciendo más promesas vacías, pero si lo estaba haciendo, no estaba del todo segura de que su corazón pudiera soportarlo. 

Los ojos inyectados en sangre de Jim se llenaron de remordimiento y miro su taza de café con demasiado interés. -Se que estos últimos meses has sido difíciles para los dos, en especial para ti, muy difíciles y quiero estar aquí para ti Katie, como antes de que tú madre....- Aun no se atrevía a terminar esa frase.- ...Lamento de que estés pasando por esto tú sola, pero primero para ayudarte necito ayudarme a mi mismo, me doy cuenta de eso hasta ahora...-

-Esta bien.- Lo dijo Kate tan serio como pudo. Ella quería que mejorara. Dios, ella quería más que nada en el mundo no haber perdido a su madre, ahora también perder a su padre y a su hija en el mismo año. Sin embargo, dudaba que hacer estallar sus esperanzas. Su padre había estado en el camino de la sobriedad antes, aunque no con rehabilitación profesional, pero no había funcionado como él creyó.

-¿Crees que estarás bien quedándote aquí sola? o ¿Crees que deberías quedarte con tu tía Teresa?.-

Kate hizo una mueca y se alejo. No estaba segura de que hacer y las sugerencia de su padre no eran muy buenas, estar atrapada en Long Island o estar atrapada en una pequeña casa con su tía, no podría ser mucho para manejar en un buen día. -No, estaré bien. Si surge algo relacionado con la bebé, simplemente puedo llamar a ... Castle.-

Antes del almuerzo de esta mañana, no tenia la mínima intención de ver o hablar con Castle, hasta su próxima consulta con el obstetra en agosto; pero la charla con la abuela de su hija había cambiado las cosas. Castle y su familia realmente se preocupaban por ella y era completamente injusto por su parte ignorar a Castle, incluso si se tratara de un mecanismo de supervivencia desesperado. Ellos iban a criar a su hija y como ella deseaba seguir viendo a su hija, le correspondía al menos ser amigable con ellos, ella no tenía una buena razón para no hacerlo.

-Me gustaría conocerlo antes de irme, si crees que sea posible, se que es poco tiempo pero...-

Kate casi se rio. Teniendo en cuenta las veces que había insistido Castle en estar en el momento como voluntario, cuando le contara a su padre sobre la bebé, dudaba mucho de que el escritor rechazara tal reunión propuesta por su padre. -Creo que estaría dispuesto hacerlo. Incluso podría decir que quiera que conozcas a toda su familia.-

La Vida Que ConstruimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora