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Para cuando preparaba la cena para la familia (Macarrones y queso con perritos calientes cortados, comida reconfortable), el pecho de kate se sentía un diez por ciento menos apretado, algo que hubiera creído imposible esta mañana. Después de jugar con las muñecas barbies, Alexis había trenzado el cabello de kate y luego construyeron un castillo con las piezas de Lego, mientras que Alexis hablaba sobre lo mucho que estaba deseando volver al prescolara la semena siguiente. Aunque no podía relacionarse porque temía volver a California y tener que explicar lo que había sucedido a sus amigos, y en esos momentos apresiaba el optimismo de la niña.

Justo cuando estaba preparando la cena de Alexis, se escucharon gritos en la ofina de castle. Esta no era la primera vez ni sorprendente, ya que las "paredes" de la oficina solo consistían en estanterías llenas de libros y chucherías, pero de lejos era lo mas incomodo, particularmente, cuando el escritor gritaba:

-¡Maldita sea, Meredith, tú simplemente...no puedo hacer eso!-

Aunque kate no había estado en la vida de castle por mucho tiempo, sabía que Meredith era la madre de Alexis, la ex esposa del escritor y que su divorcio había tenido un lugar no más de un año.

-Me alegra que se haya ido...- la diminuta pelirroja hablo en voz baja cuando kate le entrego un plato y un tenedor.

Sin pensara kate respondio. -¿hmmm?-

Alexis la miro. -Mi madre, me alegra que se haya ido.-

kate contuvo el aliento, aun podía sentir la agonía y el ardor de su pequecho a causa de la muerte de su madre...

-No deberías decir eso, Alexis.-

En cambio la pequeña dió un mordisco a los macarrones y se encongio de hombros.

-Ella y papá gritaban tanto que me dolía la barriga.-

kate apretó los labios y miro a la chica. Que cosa triste y terrible para alguien tan joven experimentara, todas esas situaciones; sin embargo kate sabia muy bien que Alexis que no era la única que experimentaba emociones difiles.

-Lamento escuchar eso. Mis padres nunca discutieron mucho, pero cuando lo hicieron...-  kate negó con la cabeza ante los acotecimientos que le molestaron, incluso cuando era adolecente. 

-Lo entendio, pero aun tienes mucha suerte de tener una madre que te quiera mucho.-

Alexis mordio un trozo de perro caliente y puso los ojos en blanco.-Ella no me quiere.- dijo, sin molestarse en cerrar la boca mientras masticaba. 

Mientras las lagrimas amenazaban con caer por sus mejillas, kate se aparto de la niña e intento limpiar las ollas usadas.

-Ella te quiere Alexis; estoy segura de eso..-

Rick no había salido de su oficina, lo cuál era inusual. Normalmente, el cenaba con ellas, jugaba con Alexis durante veinte minutos y luego regresaba a su oficina para seguir escribiendo mientras que kate comenzaba con la rutina de la niña para irse a la cama. Durante su tiempo de canguro que llevaba, castle solo se habia perdido de la cena una vez, pero incluso salio a darle las buenas noches a su pequeña, en cambio esa noche no ceno con ellas y no le deseo buenas noches a la pequeña, kate no pudo evitar preguntarse si su conversación telefónica con su exposa era un factor.

Sin querer irse antes de despedirse, kate se acerco cautelosamente a la oficina y toco el marco de la puerta. Él escritor, que había estado de pie junto a la ventana, con un vaso de whisky en la mano, se voltio a su dirección y le dedico una sonrisa suave.

-Dejó las sobras de la cena en la nevera si tienes hambre más tarde-

-Gracias por todo. Ha sido maravillosos el mes pasado. tú eres, ah..., el ultimo cheque esta en el escritorio.-

La Vida Que ConstruimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora