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.Epílogo
-Bueno, esto fue genial, muchachos y muchas gracias.- Los ojos de Kate rozaron la mesa mientras miraba a cada uno de sus hijos, bueno, a los tres niños que habían celebrado su aniversario. Han pasado seis meses desde que Alexis y su esposo se mudaron a Chicago debido a su trabajo. Aunque se reunió con ellos por Skype para decir hola al comienzo de la comida, Kate sabía que su marido todavía estaba triste por la partida de su hija mayor, y ambos echaron de menos a la pequeña Kayla. Ver a la niña de dos años darle un beso en la pantalla de video no era lo mismo que acunarla.
-Bueno, en realidad tenemos algo más.- Dijo Reece el más joven del grupo, mientras deslizaba un sobre sobre la mesa a sus padres. Rick lo recogió, abrió la solapa trasera y le mostró a Kate su contenido: una tarjeta de regalo para uno de sus restaurantes favoritos en la ciudad.
-Necesitábamos un plan de respaldo en caso de que esta comida que les hicimos envenenara a todos ustedes.-
-No.- Emily intervino, disparando a su hermano menor una mirada idéntica a la de su madre. -Solo queremos que tengas una buena comida y la disfrutes.-
-Bien, gracias.- Dijo Rick, sonriendo a cada uno de ellos. -Honestamente, no esperábamos ningún obsequio hasta el año próximo. Esa es su advertencia: comience a planificar lo ahora, tienen tiempo.-
Kate puso los ojos en blanco. Sí, el año siguiente sería su vigésimo quinto aniversario de bodas, pero eso no significaba que los niños tuvieran que hacer algo grande por ellos; necesitaban hacer algo grande el uno para el otro nada más. Teniendo en cuenta que su marido era el rey de todas las fiestas, Kate ya estaba ansiosa por lo que le daría, incluso si tenía trescientos sesenta y cuatro días para resolverlo.
-Bueno, no te preocupes por los platos, los tenemos. Una cosa menos que resolver.-
-¡Gracias!- El chico solitario que ahora prefería James a Jimmy proclamó, reclinándose en su asiento.
Reece se dio una palmada en el estómago. -No dejes que mamá se encargue de todos los platos, ¿qué te pasa?.-
-¡Oye! ¡No me pegues!.-
¡Chicos, paren!-
Kate miró a su marido que tenía una sonrisa cómplice. -Las cosas nunca cambian.- le comentó en voz baja.
-No- Él hizo eco.
En su mayor parte, los niños se llevaban bien y no discutían demasiado. Al ser el más cercano en edad, Reece y James no cercanos si no gemelos eran los más propensos a las peleas, pero incluso aquellos rara vez escalaron por encima de las disputas entre hermanos en general. Sin embargo, dado que ambos todavía vivían en casa, Kate y Rick aún necesitaban arbitrar a veces, incluso si ambos eran legalmente adultos.
Kate se levantó de la mesa y se movió para limpiar los platos de ella y de su marido cuando Emily la detuvo. -En realidad, tengo una cosa más para ustedes.- Se levantó de su asiento y caminó alrededor de la mesa para pararse junto a la mujer a la que se parecía mucho.
-Espera...- dijo James con un poco de pánico, -¿¡se suponía que también les deberíamos conseguir algo individualmente !?.-
Emily se sacudió la preocupación de su hermano. -No, no, soy solo yo. Les tengo algo a los dos...pero es demasiado grande para envolverlo.-
Rick se frotó las manos alegremente. -Impresionante, eso significa que es un muy buen regalo.-
Emily dejó escapar una risa entrecortada. -Es, eh...en realidad no está aquí todavía.-
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La Vida Que Construimos
FanfictionKate Beckett, nunca pensó encontrarse a los 19 años, embarazada y sin madre, pero ésa era la forma en que la vida le daba y estaba lidiando con éso lo mejor que podía. Finalmente había decidido dar a luz a su bebé y darlo en adopción cuándo el padr...