15

251 12 0
                                    


- No, es de... Richard Castle. Cuide a su hija durante las vacaciones de Navidad, y si me acosté con él. - al ver que su padre no comentaba nada prosiguió. -Fue tres días después de que... mamá muriera. Me dolía su muerte y al parecer a él también y simplemente... sucedió. No te preocupes lo sabes y se la va a llevar.-

- ¿Ella...?.- Su padre expreso su confusión.

- El bebe es una niña.-

-!¿Se llevara a tu bebe?!.- Exigió con su voz mas clara posible que pudo.

Ella negó con la cabeza y rápidamente corrigió su pequeño error, dándose cuenta de que le había dado a su padre una impresión confusa. -No, yo se la estoy entregando. Iba a entregarla en adopción, pero Rick la quiere y el la debería de tenerla, él es su padre.- Jim se alejo medio paso de su hija.

-Pero yo... ¿Tu no la quieres?.- Ella le dio una expresión estoica.

-Quiero lo mejor para ella, para la dos de hecho. Necesito terminar la universidad y ella necesita un hogar estable...-

Los ojos de Jim buscaron a los de ella por unos momentos antes de acercarse a ella y decir en voz baja. -Pero...podría ayudarte...-

-!¿Tú?!.- Kate se rio de manera sarcásticamente. -No puedes siquiera ayudarte a ti mismo.- 

¿Cuándo había sido la ultima vez que había ido a trabajar? Ah, claro se había ausentado de su trabajo debido a su "Dolor", que rápidamente se había convertido en él alcohólico y había gastado todo su dinero que él y su madre estuvieron ahorrando a lo largo de los años. Como se las arreglo para pagar los servicios y las facturas de la casa, no estaba al cien por ciento segura, pero eso no se significaba que fuera remotamente capaz de ayudarla a criar a su hija. Además ella no lo permitiría acercarse a su bebé en ese estado.

Para finalizar su conversación ella dijo. - Esto es lo mejor. Estoy segura de que Rick te dejara visitarla si quieres. Ha sido muy amable, mucho mas amable de lo que merezco.- Se giro para irse, pero una vez mas su padre se lo impidió.

- Katie...¿Estas bien?.- La respuesta fue simple antes de salir por la puesta de la habitación y cerrarla detrás de ella.

-No.-

...

La mañana después de que Kate le informo a su padre sobre su embarazo, se despertó y lo encontró preparando el desayuno. Estaba aturdida, aunque le temblaba las manos y al parecer dejo caer un par de huevos al suelo, se las arreglo el solo para preparar el desayuno. Mientras lo preparaba le explicaba que pasaría pagina, que iba a dejar de beber y volvería al trabajo e intentaría arreglar todo lo que había dañado. También dijo que si ella todavía deseaba dar a la bebé a su padre, él no la detendría, pero también que ella tuviera otra opción. 

en respuesta, Kate simplemente dijo. 

-Realmente, quiero que te mejores, papá.- y luego beso la mejilla antes de ir a ducharse y cambiarse para ir a trabajar.

Aunque apreciaba los sentimientos, Kate estaba lejos de estar convencida de que su padre cambiaria y que en la noche lo encontraría con un par de botellas. Ella quería que él tomara el cambio correcto , pero el alcoholismo era una batalla que se ganaba fácilmente. Incluso si su padre lograra una recuperación milagrosa, lo cual ella dudaba mucho, aun así no cambiaría su    opinión sobre la bebé. Ella le prometió a Castle y revocaría su decisión; siempre seria lo mejor.

Ese día, durante cada momento lento entre la entrega de comida y bebiendo a los clientes, Kate pensó en su padre. Miraba el reloj y se preguntaba si ya había bebido y si era así, cuantos litros de alcohol había ingerido hasta el momento. Permaneció extremadamente escéptica de que él se apegara a su plan de pavo frio.

Cuando llego a casa, descubrió a su padre que estaba mojado en sudor, encogido en el frio suelo del baño de azulejos, alternando gemidos de vomito en el inodoro. En su estado, no había mucho que ella pudiera hacer para ayudarlo solo traerle agua y trapos fríos para su rostro. 

Dos días después, ya había pasado lo peor y estaba emocionada ya que después de meses iba a tener una cena decente con su padre el cual se encontraba sobrio. Durante la cena le había preguntado sobre su embarazo , como se sentía y si creía que Castle seria un buen padre para su hija. En el ultimo punto, sonrió y confirmo sin vacilación; su primera hija Alexis fue y es maravillosa y Kate no tuvo dudas de que su segundo resultado seria lo mismo.

También durante su cena Jim sugirió que podría ser mejor para su condición si los dos aceptaran atrás la muerte de su madre y ambos quitaban las pertenencias de su madre, ya sea para almacenar, caridad o la basura. Hasta ese punto, ninguna de las posesiones de Johanna habían sido removidas de su lugar habitual; su suéter aun estaba sobre el respaldo del sofá e incluso su cepillo de dientes permanecía en el soporte de dientes en el baño. Kate estuvo de acuerdo y se pusieron a trabajar a la mañana siguiente, ya que Kate no tenia que estar en el trabajo hasta las cuatro.

Aunque inicialmente había temido la tarea fuera triste, Kate en cambio se alegro al descubrir que su mañana no había ido tan mal como había previsto. Todavía estaba triste , no había forma de que no pudiera ser, pero mejor de lo que esperaba. De hecho, mientras limpiaban su ropa del armario, Kate y su padre compartían algunos recuerdos alegres de los años que habían paso junto a su madre. Antes de irse a trabajar habían ordenado, pero no habían organizado sus zapatos y su ropa en cajas. Jim dijo que se ocuparía de todo mientras ella no estaba, y Kate se fue al trabajo sin pensarlo dos veces. 

Cinco horas mas tarde, ella regresaba de trabajar y se encontró a su padre desmayado en el piso de su habitación con una botella de vodka completamente vacía a su lado. Al menos había logrado llevar las pertenencias de su madre a la papelera de donación, a la mañana siguiente, ni siquiera le permitió a su padre que se disculpara con ella, simplemente se escabullo a un bar dejando a Kate sola acomodando las demás cosas de su madre. Ese día, mientras estaba  sentada en el piso del pasillo, sacando las pertenencias de su madre de su único armario y las lagrimas corrían por su rostro. 

Kate se deslizó por la ladera de una sola dirección había un agujero de dolor, echaba de menos a su madre no solo porque estuviera disponible para hacerle preguntas relacionadas con el embarazo, ya nunca la volvería abrazar y decirle que todo estaría bien, pero lo mas doloroso es de que Johanna nuca conocería a su nieta; ella nunca sabría sobre ella. 

Incluso si ella se casara y tuviera mas hijos, nunca conocerían a su abuela materna. En su estado de embarazo, altamente hormonal este pensamiento casi hizo que Kate estuviera mas triste que saber que nunca volvería hablarle a su madre. 


La Vida Que ConstruimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora