3- Dawson

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¿Quienes son ellos?
R= Tu perdición Joss

Joss Pierce

La semana fue dura, por suerte tuve tiempos extras trabajando en el restaurante, agradezco cada centavo que gano, porque es resultado de mi esfuerzo y sudor. En mi mente, siempre debo ahorrar, así sea el mínimo peso para tener asegurada mi vida. Y si, soy muy pequeña para pensar en eso, pero no pienso repetir la misma historia que madre.

Estaba en mi habitación un día viernes, las lluvias comenzaron y el frío era intenso.

Me encontraba en pijama, sonreí al recordar la vez que mi madre creyó que quería cambiar mi orientación sexual a hombre, puesto que, usaba, quiero decir, uso bóxers para dormir, para mi madre no era algo normal en una niña, pero siempre decía que son más cómodos que cualquier ropa al dormir.

Ese día no tuve clases ni tenía trabajo era un día festivo y aproveché para tomar tiempo para mí.

Me sente y suspiré, en realidad, ni siquiera sabía en qué podía tomar tiempo para mi, ¿Leer?, siempre lo hago, ¿Dibujar?, apenas podía dibujar un monito con palitos. Me aburrí tan rápido pensando.

Máxime me llamó al celular, lo primero que escuché fue a ella gritar, pero no de miedo, fue un grito de emoción, claro que brinqué asustada, mi tímpano casi reventaba.

—¡Que carajos! ¡Maxine por qué gritas!.

—¡AHHH! ¡Quedaste! ¡Quedaste!.

—¿Quedé? —Fruncí el ceño —¡Habla Max!.

—¡Aceptaron la solicitud de la beca Josselyn! ¡Estas oficialmente en Winston!.

Abrí mis ojos tan grandes como pude, me emocioné mucho, realmente me agradó escuchar eso, no por estar con Maxine, en parte si, pero saber que logré conseguir una beca en una de las mejores preparatorias de Brooklyn, me daba mucho gusto, me hacía sentir muy orgullosa de mi y capaz de hacer grandes cosas, porque solo yo se lo inteligente que soy y lo mucho que me esfuerzo para ser mejor cada día.

Adiós estrés, adiós preocupaciones por una universidad buena.

¡Aleluya!.

Max parecía estar más emocionada que yo, supo que me quedé sin palabras, trataba de que me salieran algunas pero realmente no podía y solo tartamudeaba.

—El lunes comienzan las clases, yo pasaré por ti, nuestro primer día de clases juntas Joss ¿puedes creerlo? ¡AHHHH!.

Esto me ponía algo nerviosa, emocionada, euphorica, no sabía que pensar, me sentia en shock, para mi era un gran logro.

Al terminar la llamada con Max, salí corriendo a buscar a mi madre a su habitación, ella estaba acostada viendo su programa favorito, me tire a la cama con ella como una fiera atacando a su presa y la abrace.

—¡Quedé! —Fue lo único que salió de mi boca para que mi mamá celebrará conmigo la gran emoción que sentía.

Una hora después ya estábamos en la cocina con un pay de queso que había hecho mi madre para mí— ¿Tan rápido se hacen los pays de queso?

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora