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Joss Pierce

Evan nos miraba con un gesto de suma decepción. En realidad no sabía muy bien lo que pensaba de nosotros dos ahora mismo. Sus ojos se miraban rojos, de enojo, era indescriptible su gesto, juré ver como mataba con la mirada a Aiden a mi lado.

—Buenas noches —Aiden intento irse tomando de mi mano dándome a entender que lo siguiera, pero, las palabras de su hermano lo detuvieron.

—¡No te atrevas a huir! —Evan se escuchó por toda la casa.

—¡Y tu no te atrevas a reclamarnos nada! ¡Carajo no te atrevas!.

Aiden se giró de golpe a el gritándole.

Me quedé quieta en medio de esta situación, quise decir algo pero las palabras no me salían, estaba en un tipo de transe, eso hasta que Evan habló.

—¿No tienes nada que decir Joss? —Su mirada me atacaba, estaba completamente furioso—. Te cogiste a mi hermano ¿Y ahora no tienes nada que decir?

Me sorprendí al instante en que lo escuche decir aquello, me molestó el hecho de que me haya querido hacer ver como la mala, como si hubiese sido la única que abrió la piernas ante un Dawson, quería arrancarle la cabeza. Cómo era posible que dijera eso después de que el fue el primero que me traicionó. Cerré mis puños con fuerza, lo mire fijamente dando unos pasos a él y le solté una cachetada que hizo sonar en toda la habitación que ya bien merecida se la tenía.

—Mierda cállate —Le dije—. ¿Vienes aquí a reclamarnos de algo que tu empezaste? ¿Enserio? ¿Y ahora te haces la víctima? —El ni siquiera intentaba interrumpirme, se sorprendió al ver que me atreví a callarlo de esa manera, frunció el entrecejo esperando a que acabara de hablar—. Dime Evan..., ¿como estuvo tu revolcada con Sloane?.

Evan se quedó quieto, miré a Aiden de reojo, el tenía una sonrisita de victoria, sabía que disfrutaba esto.

—Esta conversación acaba aquí —Aiden lo miró por última vez. Dió la vuelta junto conmigo decididos a irnos, pero Evan de nuevo nos detuvo, esta vez con algo que nos dejó muy confundidos.

—¡Ustedes no pueden estar juntos!.

Evan soltó en cuanto dimos los primeros pasos.

Aiden y yo nos volteamos hacia el con el ceño fruncido.

Los pelos de mis brazos se pusieron de punta, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y por alguna extraña razón estaba nerviosa.

—¿Por qué no? —Aiden sonó como si aquello fuera absurdo.

Evan bajó la mirada apretando sus puños. No dejaba de verlo, el comportamiento de el ahora mismo era extraño, estaba tan confuso porque lo que estaba apunto de decirnos parecía que le afectaba.

—Si vine aquí fue para hablar contigo joss, aclarar las cosas y una de ellas es sobre ustedes dos... sobre- nosotros tres...

—Habla claro —Aiden lo interrumpió acercándose de nuevo, viendo que la situación se empezaba a tornar algo preocupante.

Evan tragó grueso, note que era para el imposible hablar, se formó un nudo en su garganta, lo pude ver a simple vista, subió su mirada de nuevo hacia nosotros, intentó hablar otra vez, pero sus palabras no salían por más que el intentaba.

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora