30- Decisión definitiva.

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Joss Pierce.

Cuatro días después...

Mi madre me ha dicho que no tardara en llegar a casa, y no la culpo ahora que salgo más noche del Celler se que le preocupa que me pase lo de aquella vez con esos hombres, porque ella ya lo sabe, más no que Aiden llegó por mi a defenderme. Gracias al cielo esto termino, denuncie días después, no tanto porque quisiera, en realidad tenía miedo de ello, pero Aiden había insistido y me convenció, mi madre a estado más tranquila, yo igual, por alguna razón me siento protegida.

Llegué a mi casa a las doce de la noche, me sorprende ver el auto de mi madre estacionado ¿Ya había llegado? Esto era raro, mi madre termina su turno a las dos de la mañana.

Al abrir la puerta, me sorprende ver a mi madre tensa sentada en el sillón.

—¿Mamá? —Le hablé al ver la situación rara.

Ella me vió y al instante se paro frente a mi, quise hablar pero en cuanto lo iba hacer me tiró una bofetada que se escucho por toda la casa, gire mi cuerpo tomando mi mejilla, me había dolido, demasiado.

—¿Que pasó? —La miré, ella no necesitó hablar, me mostró su tableta con un video, aquel video de la "entrevista" que me hicieron el día en que las fotos de Evan y yo se hicieron polémicas y otras fotos impresas con... ¿Aiden? dentro de su auto. Estás las recuerdo, fue hace dos días que Aiden me trajo— Mamá... Yo...

—Esto es mi maldita culpa —Mi madre se veía frustrada y muy preocupada, me pareció tan raro que le afectara tanto esto, ¿enserio era para tanto?.

—No, no mamá —Intente acercarme a ella pero se alejo.

—¿Te di la maldita confianza Josselyn y que hiciste? ¡Te metiste con los dos únicos hombres que te dije que no te acercaras!.

—No, Aiden y yo no...

—¡Cállate! —Levantó la voz.

Por suerte no había visto las imágenes con Evan, eso esperaba.

Sabía que esto pasaría, ya lo veía venir pero quise arriesgarme y me arrepiento, he desepcionado a mi madre, pero por otra parte no es justo que por su estúpida rivalidad de hombres ricos no me deja estar cerca de ellos.

«—Te advierto Josselyn, que si te vuelvo a ver cerca de ellos, nos mudaremos.

Su advertencia me sorprendio, nunca pensé que fuera tan grave que yo me acercara a los Dawson y definitivamente se está pasando con este tema, lo está sacando mucho de control.

—¡¿Que?! ¿Solo por que me acerque a ellos? ¿Que tan grave es esto para que quieras mudarte mamá?.

—¡Ya me escuchaste!.

—Eres tan... ¡Eres una egoísta!.

—Dime lo que quieras ya dije mi última palabra y estás castigada, tienes prohibido salir.

—¡Ya no soy una maldita niña!.

—¡No dejaré que te sigas acostando con los dos hijos de mi jefe Josselyn! ¡Entiende maldita sea!.

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora