31- Rompiendo reglas

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¿Como podría odiarte?...

Aiden Dawson

Salí de casa de Max, no estaba muy contento y tampoco tenía ganas de ver a nadie, cerré la puerta de mi auto con fuerza y me dirigí al bar «La escondida» me gustaba ir ahí cuando no podía con mi agonía de vida.

Quedé de ver a Kerri esa noche a fin de cuentas.

Eran ya las once y media de la noche, tenía varias llamadas perdidas de Evan, quisiera hablar con el de mi situación pero también lo veía inecessario. Sloane también me ha mandado mensajes los cuales e ignorado.

El Bar seguía abierto y agradezco por ello, entre y lo primero que hice fue pedir uno, dos, tres tragos.

—¿Galan dolido?.

—Soy un hombre bebiendo, lo que muchos aquí hacen —Le sonreí a la chica sentada frente a mi.

—Ahora que pasó Dawson —Aquella chica pelirroja me acercó mi siguiente trago—, ¿Es esa chica?.

—¿Que chica?.

—Sabes muy bien a quien me refiero —Evite su mirada tratando de no seguir esa conversación, ella soltó un bufó y habló de nuevo—, Josselyn, ¿No te suena?.

Ese maldito nombre...

Ese el cual me a fastidiado tanto, como era posible que una mujer sea tan fastidiosa y amable a la vez, como puede ser tan provocativa y tonta, tan indecisa y.... Suspiré

Josselyn Pierce sería la respuesta perfecta.

Esa mujer era una montaña rusa de emociones.

—¿Que tiene que ver ella aquí?.

—¿Te recuerdo de que hablamos cuando nos vimos?. —No la miré, miré mi trago dandole el avión—. Bien, te refrescare la memoria un poco. "Estoy harto de ella, me está volviendo loco, como puede estar tan incómoda conmigo si no he hecho más de lo que ella a querido, ¿Que a caso me sigue odiando como algún día lo hizo?" —Habló exagerada.

Me dio vergüenza escucharla repetir lo que un día le dije.

Rodee los ojos, recuerdo que ese día estaba ebrio, bastante para ser exacto, y la verdad no recordaba mis palabras muy bien. Puedo sonar tan patético que yo mismo me sorprendería.

—Ebrio digo muchas pendejadas ¿Hm? —La miré sonriendo.

—Nunca lo vas admitir ¿eh?.

—¿Que?.

—Que estas enamorado de ella.

Carajo...

"Enamorado" era una palabra tan fuerte que me asustaba.

Su respuesta me a hecho sentir algo en mi pecho, mi estómago comenzó a dar cosquilleos y no sé si quería vomitar o si estaba apunto de tener que ir al baño. Pero nada de eso, hice una mueca de asco y tome mi estómago, quizá tenía hambre.

—Esa palabra es tan fuerte que me ha revuelto el estómago —Tome de mi trago.

—Es verdad, tan fuerte que me he atrevido a decírtelo porque te conozco, estamos hablando de años Aiden, no te diría que estas enamorado si no lo notará.

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora