22- Llegó el dia

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¿Josselyn la nueva loca?

Joss pierce

Luz....
Luz...
Frío...
Mucho frío...

Entre abrí mis ojos encontrándome con la figura feminina de alguien, no podía abrir mis ojos estaban demasiado cansados hasta que esa persona delante de mis cortinas las abre completamente dejándome encandilada, casi ciega.

¡MAMÁ!.

Maldije mil veces, mis ojos ardían.

—¡Oh dios! ¡Mis ojos! —Grite tapándome rápidamente con las sábanas—. Podrías... Porfavor... ¡irte!.

—Josselyn Leen Pierce levanta ese culo y métete a bañar me acompañaras de compras, ahora jovencita no me hagas renegar.

¿Gracias?.

Mi madre solía ser muy frustrante.

—No —Dije abrazando a mi almohada.

En eso, sentí como la mano de mi madre tomo de mi oreja jalandola de un tirón, haciéndome levantar de la cama con un dolor molesto.

—Auch, Auch, duele, duele —Hice una mueca de dolor.

—Perdón, no te escuché bien, ¿Que dijiste?.

—Quiero decir, ¡En seguida mami hermosa!.

Me fije en la hora, eran las Ocho de la mañana.

¡Es muy temprano Aura!.

Quería decirlo pero se que mi madre es capas de aventarme la escoba para que me calle.

Al salirme de bañar me puse lo primero que ví, unos jeans y un suéter color negro tejido, no me he tomado el tiempo de nisiquiera arreglarme y así salí. Mi madre me esperaba en la camioneta, mientras yo me hacía un licuado en la cocina, me senté en la silla recargando mi codo en la barra y mi puño en mi mejilla. Estaba cansada, anoche llegué muy tarde ni siquiera eh visto la hora pero se que dormí poco.

Me siento de la mierda.

Y no, no crean que olvide el viaje de Evan hace una semana, si... ya pasó una semana. ¿Por qué no fui a despedirlo? No queria decir que Aiden tenía razón porque... Puede que la haya tenía solo un poco. La presencia de Sloane me molestaba a un nivel impresionante y créanme que era capaz de irme con Evan en ese tonto viaje, sabía que Sloane haría comentarios hirientes o miradas que me harían enojar y me quería ahorrar eso...

Este tiempo que he estado sin el, me he dado cuenta que su ausencia me afectaba más de lo que creía.

Mi celular timbró, reconocí quién era por el tono de la notificación...

Evan...

Mi corazón comenzó a acelerar, está sensación de nervios me atacaba cada vez que tratará de el y eso era molesto.

Evan D.
Ey linda buenos días, te extraño.

Mi corazón aceleró aún más al ver ese apodo molesto que ya se hizo costumbre en el.

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora