Joss Pierce—No.
Esa fui yo negandome a las órdenes del oh gran poderoso Aiden Dawson.
Mi cara viajo al rostro de él, quien ya me veía, levantó una ceja haciendo una línea con sus labios.
—Quieres hacerlo a mi modo ¿Hm? —Su rostro seguía intacto sin mostrarme ninguna emoción.
No podía descifrar si me estaba retando o si era una advertencia de que tenía que obedecerlo. Conocía aquellos modos y de todas formas me arriesgué.
Una cosas si sabia, no haré lo que me pida.
—No necesito tu ayuda, largo.
Mucho menos después de lo que pasó, sentía tanto rencor hacia el.
—No te hagas la difícil, no te estaré rogando. Oh subes o me largo, te estoy haciendo un favor —Hablo con firmeza y sus palabras se escuchaban claras.
—Pues largo, métete tus favores por donde te quepa —lo rete e insulte.
Aiden tenso su mandíbula apretando con su puño el volante de la camioneta. Oh no ¿A caso he despertado al inestable furioso?.
Aquí vamos....
—¡Con una una mierda Josselyn sube!.
—¡No me subiré a tu estúpida camioneta después de como me hablaste! ¡Así que pídeme disculpas o vete a la mierda!.
Entonces ahí es cuando supe que Aiden estalló. Bajo de su camioneta azotando la puerta de tras de él, dió pasos furiosos conmigo y por instinto yo retrocedi hasta sentir la pared detrás mío.
No debiste hacerlo Joss...
—A mi no me vas a decir que es lo que tengo que hacer —Su voz era aún más varonil de lo normal, estaba tenso eso sí.
Nuestro rostros estaban a pocos centímetros de cerca, podía sentir su respiración acelerada y me pregunto...
¿Por qué sigue aquí?.
—Pideme perdón, ahora —Recalque mi última palabra.
Quería demostrarle que no le temia, que el no podía controlarme, ni manipularme, mucho menos decirme que hacer.
Tensó nuevamente la mandíbula mirándome a los ojos aún con el mismo gesto. Entonces se rió. SE RIÓ.
¿Que le pasa?.
Soltó una risita cínica negando varias veces con la cabeza, alejo su rostro del mío parándose firmemente y metiendo sus puños a sus bolsillos de sus pantalones.
—¿Crees que haré lo que me pidas? ¿Cuánto control crees que tienes en mi?.
Se que no lo tengo.
—Si es así, ¿entonces por qué no te haz ido?. Recuerdo que dijiste que si no me subía te largabas —Esta vez fui yo la que dió pasos hacia el tratando de intimidarlo, él retrocedió al mismo paso en que yo caminaba hacia el— Y yo te sigo viendo aquí.
ESTÁS LEYENDO
En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]
RomanceEsta es la historia de Josselyn Pierce, una mujer mayormente desinteresada de la vida, fría y algo dura, amante de la lectura y con una mente abiertamente interesante. A pesar de su personalidad Tempana y alejada, soñaba con un romance igual que en...