En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]

41: pt 2

Joss Pierce

La señora me miró a los ojos inspeccionándome con detalle, yo seguía sin mover ni un solo músculo, no sabía cómo reaccionar, qué pensar, sentía como si esto no fuese real, me sentía inexistente.

—Tienes los mismos ojos que el —La señora me dijo sin quitar su mirada de mis ojos.

¿De el? ¿A quien se refería?.

La expresión de Aiden fue todo para que esto lo destruyera finalmente, noté que tuvo un bloqueo, la desesperación en sus ojos reflejaban la mayor de las angustias y una tristeza que quería mantener oculta hasta que le dieran su último respiro.

—¿Madre? —Aiden soltó confundido y al mismo tiempo aterrorizado—, tu, no... esto no, ¡¿nos engañaste?!.

—Tuve que hacerlo —La señora pareció apenada y afectada con sus palabras—, la policía me perseguía, ¡creían que yo había matado a Josef!.

¿Josef?.

Ahora lo recuerdo, aquel nombre que mencionaron en el discurso de la inauguración, será ese tal ¿Josef?.

—¡¿El que tiene que ver aquí?! —Aiden levantó tanto la voz que mis oídos dolieron.

—Aiden, porfavor tranquilízate —Evan lo tomó del hombro.

—¡No! —Lo hizo a un lado— ¿¡Qué carajo significa esto!? —Me apuntó junto a la mamá de Aiden—, ¡Que mierda es esto!.

Aiden comenzó a desesperarse, comenzó a hacer movimientos involuntarios de ansiedad.

—¡Aiden! —La señora lo calló— Joss, es su hermana, su padre es Jeremy y cuando ella era una bebé ¡Aura Pierce nos la arrebató! —Ella me volvió a tomar de los hombros tratando de encontrar mi mirada—, Joss, tú eres una Dawson.

Escucharla decir eso hizo que mis oídos se dilataran, solo escuchaba sus voces gritando y mi cabeza retumbando, mis recuerdos pasar por mi mente y el rostro de mi madre en ellos, esto no puede ser cierto, no, no lo es. Solo de pensar esa posibilidad me aterraba y me repugnaba. Comencé a negar varias veces con la cabeza al mismo tiempo que soltaba lágrimas.

Y huí de ahí.

Entre en desesperación.

Salí del lugar, lo último que pude escuchar fueron gritos, gritos de Aiden hacia su madre. Sabia lo que a él le dolía esto, lo sabía, estaba consciente de todo, pero yo no podía más.

Corrí y corrí.

Por un momento no me importó nada, ni lo lejos que estaba de mi casa, ni que fuera de noche, mi corazón dolía y me pedía a gritos acabar con este dolor. ¿Una Dawson? Esto era demasiado, no podía vivir de esta manera.

—¡Joss!... ¡Joss!.

Se de quien se trataba.

Y dolió aún más escuchar su voz perseguirme.

—No —Lo detuve, no quería que se acercara a mi, me sentía tan vulnerable cerca de el y tan culpable—. Aiden, no hagas esto más difícil... no... no puedo con esto.

Era un mar de lágrimas.

—Esto no tiene por qué acabar así Joss... podemos... podemos hacernos una prueba...