7- Trabajo en casa

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¿Aiden? ¿Eres tú?.

Joss Pierce

Caminaba hacia mi próxima clase, Laboratorio, Max me había mencionado que en esta clase eran bastantes estrictos con el material, te quitaban puntos por cualquier cosa, esperaba que me fuera bien, trate de ser responsable.

Entré finalmente a la clase, me senté en una de las mesas de enfrente y me quede esperando, aún no llegaba la maestra, de hecho era muy temprano, había pocas personas en el aula.

Saque mis cosas, mientras respondía a los mensajes de Max contándome lo bien que se la pasó anoche con Henry. Sin darme cuenta, alguien se sentó a un lado mío, dejé de hacer lo que estaba haciendo para ver de quien se trataba.

—Hola Joss.

Arrugué las cejas, no sabía que el también estaba en esta clase, pero en fin, la vida no deja de sorprenderme.

—Evan —respondí.

—Felicidades, serás mi compañera de Laboratorio —El dejó su mochila a un lado para luego sentarse.

No dije nada al respecto, no entendí por qué me sentía rara, no quería decir que me incomodaba su presencia, solo algo me ponía extraña. Quizá porque apenas lo conocía.

~~~

Los minutos pasaron.

La profesora nos dejó como trabajo hacer un experimento, el punto de esto, era lograr sacar espuma con tan solo dos líquidos. Evan tenía los tubos con esos líquidos que no sabía que eran o para que servían y mientras yo leí las instrucciones del libro el tenía los dos tubos con químicos en sus manos.

—Creo que tienes que poner el polvo blanco en esa cosa —Le apunté.

—¿Segura?.

—Es lo que dice en el libro, no creo que esto sirva de algo, en las imágenes se ve todo perfecto pero en realidad... —Arrugue mi nariz con desagrado. Solté el libro en la mesa y me dedique a mirarlo.

—Te estresas muy fácilmente —Dejó los frascos para darme atención, yo arrugue un poco mi nariz y suspiré—, pero igualmente te ves linda.

Él siguió concentrado en lo suyo, lo miré al instante en que dijo aquello pensando que fue un error de lengua de su parte, pero no, seguía como si nada, reaccioné extrañada y respondí.

—Eres el único que no piensa que mi rostro es detestable —Recargue mi puño en mi mejilla prestando atención a lo que diría.

—No eres desagradable, me caíste muy bien a mi —Alzó un hombro sin mostrar tanta importancia—. El hecho de que estés despeinada siempre no significa que seas detestable.

Vaya.

—¿Es un cumplido?.

—Tómalo como... si, es un cumplido —Rió.

Extrañamente me agradaba Evan, pero algo no terminaba de convencerme, no se, quizá sea demasiado desconfiada.

—Sabes, lo primero que me dijeron de ti y tu hermano fue que eran unos tipos detestables y unos completos...—Me retracté, no quería ofenderlo y por alguna razón lo hizo reir— Bueno al menos de ti me sorprende que digan eso, de Aiden... no tanto.

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora