Amor En Llamas - Jasper Hale

IV. LA HIJA DEL JEFE SWAN

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Capítulo Cuatro:
La Hija Del Jefe Swan

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Aquel dia, después de ir a la secundaria de Forks; Billy la había invitado a ella y a Liam para conocer a Bella Swan, la hija del jefe de policía. Sin embargo, Ashley no tenía ganas de salir de la casa y mucho menos cuando tenía planes ese dia.

—Enserio, ¿Porque tengo que ir?—se quejó por quinta ves Ashley.

—Ya te lo dije,—respondió Liam con cansancio, mientras conducía su coche—el tío Billy cree que podrían hacerse "Amigas"... Como si eso fuera posible—se burló en un susurro Liam.

Liam conocía demasiado a su amiga; aunque fuera sociable, tenía pocos amigos y la mayoría de ellos eran hombres. Decía que las mujeres amigas solo traía malas energías, y que la mayoría eran envidiosas o simplemente muy egoístas. Aunque él creía que su amiga consideraba eso, por las malas experiencias que ha tenido a la hora de hacer amigas.

—No necesito "Amigas"—dijo haciendo una mueca—sabes perfectamente lo que pienso sobre eso.

—Lo se—dijo su amigo estacionando su coche detrás de la camioneta que habían traído Jacob; la que el jefe le había comprado a su hija—Solo...Comportate, ¿Vale?

—Ni que fuera una bebe—le reclamo la chica bajandose del coche.

—Ash...

—Esta bien... Esta bien—se burló su amiga—Puedo intentar llevarme bien con ella.

Su amigo soltó un suspiro; Billy hablaba con Charlie mientras esperaba que su hija bajara, así que se acercaron hasta quedar al lado de Jacob.

—¿Tienes más hijos de los que no me contaste?—le preguntó Charlie divertido a Billy.

—Es Ashley, amiga de Liam—le respondió Billy—se está quedando con nosotros.

—Entiendo, un placer conocerte Ashley. Soy Charlie Swan, jefe de policía—le estendo su mano en forma de saludo.

—El placer es mío, Charlie—dijo la pelirroja aceptando amablemente su mano.

En aquel momento una chica más pálida que Ashley salió de la casa mirando a todos los presentes.

—Me agrada, pero sin duda es algo torpe—le susurro Ashley a Liam.

—¿Como es que sabes eso con tan solo mirarla?—pregunto desconcertado.

—Facil—se encogió de hombros—su forma de caminar es cautelosa, como si tuviera miedo de caerse. Además, estoy cien por ciento segura, de que es un imán para los problemas.

Su amigo no dijo nada y solo miro a la hija del jefe.

—Bella, ¿Te acuerdas de Billy Black?—le preguntó Charlie.

—Si, luces bien—le dijo Bella.

—Sigo bailando, me da gusto que al fin estés aquí, Charlie no ha cerrado la boca desde que supo que vendrias—comentó Billy mirando a su amigo con burla.

—Sigue exagerando y te metere en el lobo—le amenazó Charlie.

—Después de que te de en los tobillos—respondió Billy y ambos fueron a "luchar" en medio de la calle.

La pelirroja negó divertida; Jacob y Liam se habían acercado a la chica Swan, así que también hizo lo mismo.

—Hola, soy Jacob—la saludo el moreno.

—Hola—dijo simplemente la chica.

—Antes hacíamos pasteles de lodo cuando niños—le recordó con una sonrisa.

—Si—afirmo—Me acuerdo, ¿Siempre son asi?—pregunto Bella refiriéndose a Charlie y a Billy.

—Empeoran con la edad—le respondió Liam—Soy Liam Black. Y ella es mi mejor amiga Ashley.

—Es un placer—dijo con timidez Bella.

—El placer es mutuo—dijo Ashley con una pequeña sonrisa.

—Y, ¿Que dices?—pregunto Charlie al llegar junto a su hija, poniendo una mano en la vieja camioneta que había traído Jacob.

—¿Sobre que?—pregunto Bella.

—Tu regalo de bienvenida, se la acabo de comprar a Billy—contestó Charlie de manera despreocupada mientras se le formaba una sonrisa en su rostro.

—Así es.

—Reconstrui el motor para ti—le sonrió Jacob.

—¡Oh cielos! ¡Es perfecto!—respondió Bella con entusiasmo.

Mientras la Swan se subía al asiento del piloto; Jacob se subió al del copiloto explicándole como funciona cada cosa de camioneta.

—Te dije que le gustaria,—le dijo Billy a Charlie—yo se cual es la onda—hizo un movimiento con sus brazos que hizo reír a la pelirroja.

—Ah si claro, eres lo máximo—le dijo irónico Charlie.

Aunque le divertia ver como los adultos jugaban entre sí; Ashley tenía algo planeado para la familia Black, y le urgía irse.

—Liam, ¿Podemos irnos?—le preguntó en un susurro a su amigo.

—Te puedo llevar a casa, pero tengo que volver para recoger a mi tío y Jake—le respondió su amigo de igual manera.

—No importa, solo llevame a casa, tengo que encargarme de algo.

—Bien, le avisare a mi tío. Esperame en el auto.

—Fue un placer conocerlos, Charlie—grito un poco la pelirroja. Charlie se despidió con la mano con la pequeña sonrisa—Nos vemos en clases Bella—la nombrada asintió y sonrió.

Liam camino hasta Billy y le comentó lo que sucedia, él no se negó en que la chica esperará en en casa, por lo que rápidamente llevó a Ashley de vuelta a la reserva.

Una ves que habían llegado, se aseguró de que su amiga entrara a la casa para luego irse de nuevo donde la familia Swan.

Mientras tanto Ashley entró a la cocina pensando en que preparar, no era mala cocinando, pero tampoco es que le gustara mucho. Al final se decidió por unos macarrones con queso, una receta que hacia aprendido a preparar por todas las veces en que tenía que quedarse sola en casa de sus padres; aparto aquellos pensamientos, saco todos los ingredientes y empezó a cocinar.

Cuando los demás llegaron a la casa, Ashley había terminado de cocinar y estaba poniendo la mesa.

—Me gusta la manera en la me recibes, Ash—comentó Jacob con una sonrisa.

—Podría acostumbrarme a esto—dijo Liam viendo la comida.

—Ya dejense de tonterías y sientense antes de que me arrepienta de haver cocinado.

Billy, Jacob y Liam tomaron un lugar en la mesa y Ashley les dio a cada uno un plato con macarrones. Cuando dieron un bocado a la comida, exclamaron ante la deliciosa comida.

—Esto esta delicioso Ashley, gracias—le dijo Billy.

—No hay de que, es una manera de agradecer por todo lo que han hecho por mi—Se encogió de hombros—Pero no se acostumbren odio cocinar.

Soltaron una pequeña carcajada y siguieron cenando.

Cuando todos terminaron de cenar, se fueron a sus respectivos cuartos a descansar. Ashley, sin embargo, estaba pasando los apuntes de las clases que no había estado; Tayler se los había prestado amablemente, pues compartían casi todas las clases.

—Solo me faltan dos materias—soltó un suspiro; cuando miro la hora en su celular eran más de las 11 de la noche.

Acomodo todo en su mochila, de tal manera que le cupiera todos los libros que llevaba. Una ves hecho esto, soltó un gran bostezo y se acostó en la cama sintiendo la fría sabana en contacto con su piel, ya que en aquel momento su pijama eran unos shores de seda con una blusa de tirantes.