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Es cierto eso que dicen las personas que estuvieron apunto de morir. Pueden ver sus vida pasar por delante,pero esa luz blanca de camino al cielo no la vi. Solo podía ver sangre y más sangre mientras era llevada al quirófano. Junto a Isis, ella iba en otra camilla junto a mí, la pude ver.

Estoy segura que por unos segundos nuestros ojos verdes se conectaron, no había nada en ellos, aquella sonrisa malévola permanecía en sus labios.

La anestesia y la pérdida de sangre hicieron de las suyas, las palabras de Isis hicieron de la suya, el ver así a mi hermana también hizo de las suyas, la Alexitimia no podía quedarse atrás. En una vida pasada estoy segura que fuí una mala persona y por eso me pasaban estas cosas.

Mientras estaba en cirugía podía escuchar el sonido de esa bebé llorando, buscándome y los gritos de Allison con los de mi madre, los gritos de auxilió de la prima de Miriam James y las risas de Isis.

Si lograba salir con vida iba a decir la verdad, la tenía que decir. Prometí decir la verdad. Considerando que todos estábamos heridos y estaba segura que los cuatro estábamos en cirugía podía ser un poco difícil.

Me recordaba a esa escena de Toy Story con Buzz Lightyear destruido. En ese estado estábamos nosotros y sobre todo, yo estaba vacía de nuevo.

No sé cuánto tiempo pasó pero al despertar veo dos pares de ojos azules sobre mí, sonríen y gritan algo que no puedo entender debido a que todo para mí sonaba como un chillido, el llanto de la niña seguía sonando.

Ellos esperaban verme sonreír y yo esperaba poder sentir algo, poder tener esa sensación que solo tuve un día, estaba claro. De nuevo realmente estaba vacía.

No dije nada y solo pude mirar mis manos mientras ambos hombres hablaban y hablaban, tocaban mi cara. El primero en entenderlo fue Caín. Me da mi espacio y deja un tulipán blanco en mis manos antes de girarse a la puerta.

—Señor Robert...

En cuanto Caín nombra al renombrado hombre este entra directamente negando un poco, tenía que ser una broma.

—¿Por qué está decepcionado de mí? —pregunté— Me salvé yo sola, fuí una mujer independiente y fuerte...

Conocía bien esa mirada por parte de él, siempre me la daba cuando no podía hacer algo bien. De hecho, en una ocasión me la explicó.

—Y aún así dejaste que la muerte de tu captora fuera un trauma llevándote a este estado de nuevo —se queja un poco él—. Salgan.

Ellos se quejan pero de alguna forma al ver que yo no los miraba solo pueden salir del lugar. Mi padre iba entrando pero ellos lo devuelven con un leve empujón.

—¿Isis murió?

Él asiente. Quería estar feliz por eso, o llorar. No sé, pero quería muchísimo sentir algo.

Agarré las manos del señor Robert mirándolo fijamente.

—Les voy a decir la verdad a todos, les voy a decir sobre Aurora. Lo recuerdo todo, fue tan... —dije pero no sabía cómo seguir—. Solo sé que debo hacer lo correcto.

—¿Recuerdas todo ya?

Solo pude negar, tampoco era buena en matemáticas y hacer ese tipo de cuentas frente a mi doctor era algo que no quería hacer. Además aunque le tuviera toda la confianza del mundo iba a pensar que soy una perra, y realmente lo era.

—Solo ven con Aurora, pide que la traigan.

—Hemos cuidado de ella con tanto amor, la vamos a echar de menos pero va a estar bien, ustedes van a estar bien porque al final del día ella siempre será...

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