YO TU REY Y TU MI REINA.

capítulo 21

Lesla whatron.

Yerlei y yo ya hemos acabado de terminar de ordenar mi nueva ropa, estoy en el balcón viendo el sol como se va escondiendo detrás de las montañas.

Aun que lo intente pero los recuerdos vuelven.

Es como la frase que dice " perdono pero no me olvido "

¿ Como mi vida dio este giro a 360° ?.

Yo Lesla, la que estaba más feliz del mundo, la que amaba a su familia y lo más importante me amaba a mi misma.

Como me deje pisotear por ese hombre, me deje golpear, insultar y tratar como una esclava sexual.

Esto no lo dije enfrente de todos por qué me daba vergüenza Sitran, pero ese hijo de puta me trató tan mal que nunca creí salir de allí.

Ahora entiendo a las mujeres que son mal tratadas en sus casa, siempre pensé que podían llamar a la policía o ellas mismas salir de allí.

Pero me equivoqué muchísimo, el miedo es el que paraliza no confiaba en mi y eso que en NY son muy estrictos con el derecho de la mujer.

Pero por el miedo no pude hacer nada, y me duele tanto por qué lo primero que le prometí  a mi padre cuando estaba vivo era.....

— Hija prométeme que si me pasa algo te vas a cuidar y querer a ti misma más que a nadie — dice mi padre tomando el café en la terraza de mi habitación.

— Papá por qué dices eso, nunca te va a pasar nada — digo acercándome a el.

— Hija en este mundo nunca se sabe ni se sabrá lo que te puede pasar — mis ojos se humedecen.

— Papá, no digas eso — le abrazo y aún que mi madre la quiero pero a papá lo amo.

— Prométeme lo — insiste y yo lo miro mal.

— Te lo prometo — digo y me besa la frente.

— Ahora vamos a compara helado y le traemos flores a tu madre que está enfadada conmigo por qué quiero darte un hermano pero yo contigo me es más que suficiente.

— ¡ Papa ! — chillo sorprendida y el se va corriendo.

Allí era tan feliz, cuando veía las revistas allí estaba mi foto y siempre decían es la chica más feliz del mundo sin embargo ahora soy la más infeliz.

No se como lo haré para sobrevivir con este trauma, mis padres eran mis ángeles guardianes y ahora que se han ido no se quién me queda.

De repente escucho como abren la puerta detrás mía, así que me seco las lágrimas rápido y miro quién es.

— Señorita te están esperando para la cena — me avisa el hombre que siempre le está protegiendo la espalada a Sitran.

— Perdona ¿ Tu eres ? — pregunto educadamente.

— Sergio — dice y yo asiento.

— Bueno Sergio diles que me siento un poco mal no voy a cenar — le digo y el me mira raro.

— ¿ Puedo entrar ? — pregunta y yo asiento.

Miro otra vez el bosque y me seco las lágrimas otra vez para que no se de cuente.

Siento sus pasos acercarse más a mi hasta quedar a mi lado y con los codos apoyados en la barandilla al igual que yo.

— ¿ Quiere hablar ? — me pregunta y yo sonrió.

— No me hables de usted — le digo y el asiente.

— Quieres hablar — corrije.

— Que te voy a decir, si no conoces nada de mi — lo miro y el hace lo mismo.