capítulo 26

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Sitran Vacolov.

— Sitran...— sus gemidos van directos a mi polla haciendo que los dos vengamos al mismo tiempo.

Me tiro a su lado con la respiración agitada al igual que ella, la miró y está mirando el techo y sus manos encima de su abdomen.

— ¿Que está pensando la reina de Rusia? — veo como sonríe y se voltea a verme.

— Estoy nerviosa, no se si haré todo bien — sonrió y me acerco a ella.

— La prueba de hoy era la más importante y la has superado de la mejor forma además — ella sonríe y veo como sus ojos brillan.

— Pero tú tienes más cosas que hacer y más peligrosas — su mano va mi cara y beso sus labios.

— No te preocupes por mí, ahora vamos a pasar los mejores tres días en España y no pensemos en cosas malas — ella asiente y nos levantamos para vestirnos.

Se pone el mismo vestido de antes que joder lo único que logra que hacer tener vida a mi polla.

Ha sido jodidamente sexy como le callaba la boca a todos, además como les dejo claro que es la reina.

No pienso meterme más es sus asuntos, cuando decidimos hacer el plan de mi hermano ella tenía que salir ya y enseñar su cara como la mismísima diabla.

No podíamos estar más tiempo escondiendo la aún que la mayoría creía que iba a ser como las que tienen ellos, les hacen tanto daño que ellas se creen que es para eso lo que sirven.

Y siempre dije nunca subestimes a una mujer por qué puede a llegar a ser el mismísimo diablo si desea.

Las llamadas no han cesado todos me preguntan que si es verdad que mi mujer va a compartir conmigo el trabajo, y me cansé de dar la misma respuesta.

"Si".

Salimos de la habitación donde vemos a las dos azafatas hablando, cuando nos ven salir vuelven a sus puestos y nosotros nos sentamos uno enfrente del otro.

Me mira y sonríe con eso sonrisa maldita que me da cuando todo le sale bien.

— ¿Sabes lo bueno que te ves pensativo? — sus dientes atrapan su labio inferior.

— ¿Y sabes lo que haré si me sigues provocando? — ella sonríe y se acerca a mi cara.

— Que — sus pupilas bajan a mi labio y luego suben a mis ojos otra vez.

Mi mano va a su cuello haciendo un poco de presión acercándome a su oído.

— Te follare encima de esta mesa mientras las azafatas ven como te vienes con mi polla dentro y como tu boca gime mi nombre sin parar — susurro y siento como suelta un jadeo que hace que me encienda más.

Se aleja mientras me mira, veo como sus ojos se oscurecen.

¿Es que no se cansa? Acabo de follarla.

— Señorita su bolso — interrumpe la azafata nuestro momento y ella le sonríe.

— Gracias bella — la chica asiente con una sonrisa y se va.

Veo como abre el bolso y saca un informe, deja el bolso a su lado y abre las hojas hasta llegar a donde quiere ir.

Le da la vuelta y me lo enseña.

Confirmo que fui yo el que violó a mi madre y a mi hija, de 17 años, y no me arrepiento de tal cosa.

Hay más cosas pero lo que mas me llama la atención fue su firma.

YO TU REY Y TU MI REINA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora