Esa noche ___ no volvió, sino mal recuerdo el tipo llamado Melton me preguntó si necesitaba algo más pero yo negué, al menos por esta noche todo lo que me quedaba era dormir.
A pesar de que dijo que iba a mostrarme la casa no volvió para hacerlo, y miento si digo que no tenía ni un poco de curiosidad, pero por ahora no quería tener más contacto con ella, al menos trataría de dormir y soñar que esto solo es una mala pesadilla y que ella no existe realmente.
No tenía la intención de dormir desnudo cuando cualquiera de las personas que me vigilan, e incluso ella, podían entrar cuando quisieran, así que tuve que buscar en el guarda ropa alguna pijama con la que me sintiera cómodo.
Me la puse sin más, me acerqué al ventanal para abrir un poco las cortinas y dejar que la luz de la luna entrara para poder apagar la luz artificial y seguidamente meterme entre las sábanas de la cama.
Mi cabeza no dejaba de dar vueltas pensando en todas las posibilidades y las razones del porqué esa chica me trajo a este lugar, ¿Cómo había conseguido tal azaña sin dejar ni un rastro? ¿Sería la primera vez que hace esto con una persona? ¿Realmente la maldad sí habitaba en ella pero era demasiado buena ocultandolo? Tantas preguntas y ninguna tenía respuesta, solo estaba seguro de que deseaba con todas mis fuerzas irme de este lugar para siempre y jamás volver a verla.
Poco a poco el sueño iba obrando en mí y apoderándose, así que no lo pensé mucho y me dejé llevar, más tarde tenía mucho que enfrentar.(...)
La luz exterior iluminaba en todo su esplendor cada parte de la habitación, y aunque los rayos del sol no golpeaban directamente con mis ojos, vaya que comenzaba a sentir calor y poco a poco me fui levantando de la cama.
Miré a mi alrededor y estaba completamente solo, al parecer nadie había venido aún.
Caminé hasta el baño e hice mis necesidades, me miré en el espejo y lavé mi cara y mis dientes, ¿Ella traería mi desayuno o me dejará sin comer? Por ahora tan solo podía pensar en mi estómago hambriento.
Cuando estaba a punto de volver a la cama, tres golpes en la puerta se hicieron presentes.- Adelante - Dije confundido, ¿Ahora iban a pedir permiso para entrar? Vaya, que irónico.
- Buenos días Chris - Dijo ___ entrando a la habitación.Llevaba puesto un vestido idéntico al del día anterior pero esta vez de color lavanda, la mitad de su cabello estaba atado mientras la otra mitad caía cadencioso sobre sus hombros.
Sus ojos azules me miraban directamente, vaya, que profunda era su mirada.- ¿Buenos días? Solo para ti, que no estás retenida en contra de tu voluntad - Mis palabras salían automáticamente.
Aún a pesar de todo no podía dejar de pensar en lo que estaba haciendo conmigo y la enorme frustración que sentía hacia ella, no podía ser de otro modo siendo que estoy retenido por alguien que me conoce mejor de lo que habría podido imaginar.
- No te levantaste con mucho humor - Mencionó.
¿Acaso esta mujer no demostraba su enojo con palabras? Luego de todo lo que le he dicho no me ha respondido con gritos como tal vez lo habría hecho alguien más.
- ¿Buen humor? No puedo tenerlo hacia alguien como tú -.
- Ya, está bien - Ella se puso seria - ¿Quieres salir de la habitación para desayunar o prefieres que te lo traiga aquí? - Preguntó tranquila.
- Odio estar encerrado en esta habitación, merezco al menos salir un poco, ¿No le parece a la señorita Linc? - Le dije sarcástico.
- Oh, quieres jugar formalmente, no tengo problema si así es como me llamarás - Mencionó mientras se encogía de hombros - Bien, tengo algunos puntos para ti, pon atención -.Ella pareció cambiar ese semblante serio a uno mucho más serio, ¿Cómo lograba verse tan fría?
- Todos mis hombres están entrenados para defenderme de quién sea y como sea, el hecho de que grites, intentes correr o hacer alguna estupidez, solo va a alertarlos e irán detrás de ti, yo no podré defenderte si haces algo estúpido porque no van a permitir que me arriesgue, así que si no quieres terminar muerto por una estupidez, mejor modera y piensa bien lo que harás una vez que salgas de esta habitación, hablo en serio cuando digo que mis hombres pueden ser incluso más rudos que un ejército militar - Advirtió.
Nada en ella me decía que sus palabras podían ser una broma o solo excusas para asustarme y hacer que yo no tenga ni deseos de escapar, pero si al menos quería salir vivo de aquí, si lo logro, entonces tenía que escucharla y pensar de verdad en mis acciones, por mi vida.
- No le preguntes nada a nadie, mantente al margen y evita dar información de más, lo digo por mantener tu seguridad y quién eres a salvo - Mencionó contundente - Melton es el nombre del hombre que siempre verás conmigo y a quien podrás recurrir si tienes alguna urgencia, Mika es la mujer que se encarga de las labores domésticas junto a Mila, su hija, ella es muda y un poco penosa, así que no trates de sacarle información ni la utilices para intentar escapar, porque te aseguro que ni ella sabrá cómo ayudarte -.
Maldita sea, es que yo tenía razón, tiene todo tan calculado.
- Ya te dije que hay dos hombres afuera de la habitación cuidando, estarán vigilandote todo el tiempo pero realmente ni siquiera sabrás en donde están, así que te lo repito, piensa muy bien las cosas antes de actuar -.
- ¿Algo más señora dictadora? - Pregunté enojado.Ella elevó una ceja y se acercó lentamente hasta ponerse frente a frente conmigo.
- Ser paciente no es algo que me defina, sin embargo, contigo estoy siendo muy paciente, más vale Christopher que dejes esa actitud conmigo, cree en mis palabras cuando te digo, tú prefieres tenerme como amiga que como enemiga, hazle caso a tu razón -.
Jamás imaginé que la mirada y las palabras de una chica, que a simple vista es linda y en la que probablemente pude haberme fijado, me causarían tanto nerviosismo y ganas de salir corriendo, pero no me arriesgaría a perder, al menos por ahora tenía razón, si quiero salir de este lugar me convenía tenerla de mi lado de algún modo.
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|Lo mejor de mi vida| Christopher Vélez
FanfictionEn tan solo un segundo cambiaste mi vida con tu carita y esa mirada traviesa... Regálame un beso porque si no te tengo no sabes cuánto duele. Que nunca se te olvide que tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida, un regalo divino del cielo... A tu...