|Lo mejor de mi vida| Christopher Vélez

Capítulo 17

Después de que la cena nos fue servida, Christopher y yo comenzamos a conversar envueltos completamente en nuestro mundo.

- Lo que dije respecto a que no puedo olvidar tus labios es cierto, no puedo mentir cuando la realidad es que lo disfruté muchísimo, y entiendo que tú no quieras repetirlo por la conmoción que te causó o tal vez porque creas que no vale la pena hacerlo, pero estaría de más que yo lo oculte cuando tú me has revelado verdades que son valiosas e importantes para ti -.

Mentiría si le digo que no siento una tranquilidad ahora que está siendo honesto conmigo, porque muy a pesar de que me cueste trabajo admitirlo, yo también siento algo similar a lo suyo, pero esto es un error que no nos podemos permitir, porque hay muchas cosas de por medio en las que no quiero que Christopher se involucre demasiado, esta aquí por una razón que pronto va a conocer, y por eso mismo es que explorar más allá no estaba bien para ninguno de los dos.

- Christopher, realmente no sabes cuánto aprecio que seas honesto conmigo, tu sinceridad es algo que me causa tranquilidad porque de algún modo sé que confías un poco en mí aunque solo hayas estado dos meses conmigo - Dije.
- Si los días fueran alternados y yo no te viera como tal de lunes a domingo día, tarde y noche, tal vez diría que es muy pronto para la confianza, pero no pareces una persona que traicione y mienta del todo -.

Sonreí levemente hacia su dirección.

- Christopher, ¿Por qué me besaste? ¿Por qué tuviste que cruzar esa línea tan rápido y conmigo cuando está demás decir que eso no debió pasar? - Me atreví a preguntar.
- ¿Por qué no? - Inquirió con el ceño fruncido.
- Porque cual sea la razón del beso, yo no soy buena para ti en ningún sentido, ni siquiera como una amiga - Respondí sincera.
- ¿Y entonces por qué estoy aquí si tú no eres buena para mí? Eso significa que me estás poniendo en riesgo - Me miró expectante.
- No Chris, no es eso, jamás te pondría en riesgo ni mucho menos me atrevería a hacerte daño, créeme cuando te digo que incluso cuido mejor que tú hasta el cabello más pequeño de tu cabeza - Le hice saber.
- ¿Y entonces por qué dices que no eres buena? -.
- Porque te tengo aquí encerrado, lejos de tu familia y haciendo que pierdas valiosos momentos de tu vida por algo que aún desconoces, y que seguramente después querrás reprocharme, pero si dejo que algo relacionado a ese beso avance, entonces no se si podré con tu desprecio - Confesé.

Solté un suspiro y coloqué una de mis manos sobre la suya para acariciarla lentamente.

- Yo no quiero que tú me tomes cariño en ningún sentido, tal vez para mí es tarde porque te he dicho ya que te cuido más que tú mismo, pero podré con la idea de que tú te irás de aquí y no me vas a extrañar en ningún sentido -.
- ___, creo que ya es tarde para eso - Mencionó.

Él giro nuestras manos de tal manera que mi mano quedó debajo de la suya siendo acariciada.

- Te besé porque mi cabeza me lo pidió, llámalo impulso si tú quieres, pero eso no significa que haya sido porque llevo casi dos meses sin besar a una chica, más bien fue algo más debido al momento en el que nos encontrábamos, y no metamos la lástima en esto porque sobra, sencillamente la razón más simple es que ahora no quiero irme -.

Sus ojos me miraban llenos de brillo, ¡Por Dios! ¿Por qué a mí?

- No sé que es eso tan malo que no puedes decirme aún, pero no entiendo que podría reprocharte si al final yo soy quien sigue decidiendo estar aquí, contigo, y yo siento la necesidad de encariñarme de ti, quiero hacerlo porque me haces sentir raro, diferente, porque contigo las cosas no son convencionales y experimento algo que jamás había sentido, ¿Cómo puedo evitarlo? ¿Yéndome de aquí? Creo que ya es tarde, porque ahora menos que nunca me quiero ir -.

Esto no estaba yendo por buen camino, él estaba expresando sentimientos que no debería sentir, me está revelando cosas que habría preferido que se guardara, y justo porque no quiero ser egoísta con él, es que no quiero que me tome cariño en ningún sentido, por eso le dí la libertad que no quiso tomar.

- No me puedes encontrar nada bueno Chris, he vivido cosas que para muchos terminan en traumas emocionales que probablemente yo también padezca pero que sin embargo me han hecho fuerte estando sola, sin ningún tipo de ayuda, y tú no mereces cargar con eso de ninguna manera, hasta que yo aparecí en tu vida eras feliz y llevabas una vida normal, ahora tendrás recuerdos de la mujer que te raptó de no sabes qué manera y te tuvo por varios meses con ella sin salir de un mismo sitio, sin tener comunicación con nadie -.

Mi mirada contenía tanto pesar.

- No quiero hacerte daño ni atarte a mí Chris, tienes mucho que vivir y yo no puedo quitarte eso - Mencioné con sinceridad.
- ¿Entonces por qué no sales y nos vamos de aquí juntos? - Preguntó sin pensarlo, mirándome con esperanza.
- No puedo Chris, es algo que si te explico no podrías entender, mi vida a girado en torno a este lugar por bastante tiempo, muchos años a decir verdad, el exterior para mí ya no significa nada, en cambio tú tienes una carrera que todavía debes explotar al máximo, yo no voy a salir de aquí jamás, tú no puedes quedarte aquí todo ese tiempo porque sería desperdiciar lo más valioso que tienes, tu vida -.
- ¿Y por qué tú sí la desperdicias? - Cuestionó confundido.
- No me preguntes eso por favor, porque responder conlleva muchas cosas de las que no estoy lista para hablar, y no es que no confíe en ti, pero si luego de esto que estoy diciéndote, decides quedarte, quiero disfrutar contigo el tiempo que yo tenía estipulado para ti, y sé que suena estúpido porque eso hará que las cosas se salgan de control, pero en el fondo quiero que así sea, porque jamás imaginé que en verdad podría estar compartiendo esto contigo aunque no deba -.