Capítulo 22

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- ¿Cómo está Efraín? - Le pregunté a Mendiola una vez que salió de la habitación.
- Pude retirar la bala con éxito, le inyecté algunos medicamentos para hacer que el dolor baje, así mismo la fiebre, necesita mucho reposo y sus debidos cuidados, también tomar los medicamentos indicados en la receta, estará bien - Dijo tranquilo.
- De acuerdo, muchas gracias por venir tan rápido y atenderlo, Melton va a darte lo correspondiente, te espera en la biblioteca - Dije.
- De acuerdo, cualquier cosa no duden en llamar, con permiso - Se despidió.
- Gracias Mendiola, que te vaya bien -.

Él nos miró por última vez para después desaparecer de nuestra vista.

- Entraré a ver cómo se encuentra, ¿Vienes? - Pregunté.
- No, te espero aquí - Respondió asintiendo.
- Está bien -.

Dejé un corto beso en sus labios y sin más entré a la habitación donde estaba descansando Efraín.

- ¿Cómo te sientes? - Le pregunté una vez que estuve junto a él.
- Mucho mejor, ahora mismo ya no siento dolor - Mencionó con la voz baja.
- Muy bien, ¿Necesitas algo? -.
- Tan solo que estés conmigo, tú me das fuerza - Dijo mientras tomaba mi mano con la suya - Te necesito ___ -.

Lo miré con el ceño ligeramente fruncido, no iba a permitir que esto se saliera de control porque sencillamente no haría que Chris dudara o se sintiera mal por esto.

- Escucha Efraín, no tengo problema con dejar que te quedes aquí el tiempo que sea necesario hasta que estés bien, estarás bajo el cuidado de Mika, de Mila o de Melton, si necesitas algo deberás llamarlos, por supuesto que vendré a verte para saber de tu avance, pero no puedes decirme aquello ya que tú realmente no me necesitas, lo que ocupas ahora es ponerte bien para que arregles tus problemas - Dije sincera.
- ___, la verdad es que si decidí salir de ese mundo lleno de negocios ilegales, es precisamente por ti, porque aunque siempre he pensado que soy un idiota al haberte perdido de tal manera, hasta ahora he tomado el valor de enfrentarme como hombre y tomar la decisión de recuperar al amor de mi vida, porque aunque pasan y pasan los años mi amor sigue siendo completamente tuyo, no hay ni un segundo en el que yo no piense en ti - Mencionó.

¿Hasta ahora había tomado el valor de luchar por el amor de su vida? ¿Cómo pretendía que yo creyera en eso? Había jugado con lo más valioso que había entre nosotros, un amor que yo creí puro, me vendió con gente llena de maldad que abuso sexualmente de mí, ¿Cómo puedo yo olvidar algo como eso? Me dejó a mi suerte, me dejó sola sin importarle nada, ¿Y en serio dice que nunca dejó de amarme?
Efraín removía cosas de mi pasado porque había estado muy presente en mi vida, porque la había marcado de una forma descomunal, y justo ahora lo único que necesitaba era llorar y restregarle en la cara que no podía hablarme de amor cuando él le quitó significado a esa palabra.
Frente a él debía ser fuerte, muy fuerte porque no merecía más de mis lágrimas.
Me solté de su agarre y lo miré seria.

- No más de eso, no me digas que hay amor cuando sabemos de sobra que no es verdad, pasaron muchas cosas que no se pueden olvidar Efraín, y tú elegiste ese camino antes que a mí, no me vengas con que nunca dejaste de amarme porque no te puedo creer, y la verdad es que contigo esa puerta quedó cerrada, así que te pido que no intentes nada más conmigo, ahora mismo hay alguien más en mi vida, alguien que después de varios años me dió la oportunidad de creer que algo lindo puede pasar en mi vida, así que no, no me necesitas en lo absoluto, quiero que te recuperes, quiero que estés bien pero no me involucres en nada más, basta de eso - Directa y sin darle vueltas al asunto, eso era lo que necesitaba para no desarmarme delante de él.
- ¿Hay alguien más en tu vida de verdad? ¿Desde cuándo? ¿Desde cuándo las ganas de volver a vivir algo como el amor llegaron a ti? - Preguntó con desesperación.
- Desde que él llegó, y no pienso cambiar lo que he logrado con él por un pasado que me atormentara por siempre, no interfieras en mi vida ni trates de mover mis ideas como yo no lo haré contigo, dejemos las cosas como están, haz lo que tengas que hacer pero no cerca de mí, ya no quiero problemas, estoy cansada, muchísimo - Le dejé saber.

Efraín se había quedado sin palabras, mirando hacia la nada quizás pensando.

- ¿Él está contigo ahora? - Inquirió.
- Está esperándome afuera - Respondí.
- ¿Y sabe lo que hubo entre nosotros? -.
- Claro que sí - Confirme.

Él asintió levemente.

- No quiero darte problemas con él - Comentó.
- No lo haces, descuida, sabe que no voy a dejarte morir -.
- ¿Puedes llamar a mis padres? Creo que es momento de hacer las paces con ellos y dejar que me cuiden, quiero arreglar mi vida y ellos se han convertido en lo primero - Pidió.
- Claro que sí, ¿No prefieres llamarlos tú? - Pregunté.
- La verdad es que si tú hablas antes con ellos podrán creer que mi cambio es de verdad, además, estoy seguro de que quieren oír tu voz otra vez, hazme ese último favor ___, te lo suplico - Me miró esperanzado.
- Tranquilo, yo hablaré con ellos si eso te hace sentir mejor, Toker estará afuera de tu habitación, si necesitas algo solo avísale para que lo tengas de inmediato -.
- Sigo sin entender porque sigues siendo buena conmigo, no miento cuando digo que mi amor lo tienes y merezco haber perdido el tuyo, pero incluso sigues ayudándome cuando te he lastimado demasiado - Dijo desviando el tema.
- Efraín, no me pienso cobrar lo que pasó trayendote dolor premeditado, el día que te toque pagar lo que haz hecho será como tu destino este escrito, pero no por mi mano, y te ayudaré siempre por lo que algún día hubo, pero nada más - Me sincere.

Comencé a caminar hacia la puerta dispuesta a irme pero él mencionó algo más.

- Ya he comenzado a pagar, este balazo dolió menos que saber que te he perdido, y esta vez para siempre -.

|Lo mejor de mi vida| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora