All These Years • jb [3]

Ciento tres; La entrevista

23 de febrero

Comprobé la hora en mi reloj de pulsera y soltando un suspiro me levanté del sofá para empezar a pasearme por mi salón.

—¿No quieres que te prepare una tila o algo? —Me ofreció Liv, tras unos segundos observándome.

—No —Negué con la cabeza—. Ya me he bebido una antes, es lo único que he podido tomarme desde anoche, tengo el estómago totalmente cerrado. —Llevé una mano a mi abdomen.

—Tendrías que comer algo, aunque sea una pieza de fruta o algo.

—Si es que soy incapaz, Liv. Si como algo seguro que termino vomitándolo.

Antes de que ella pudiese replicarme Milo empezó a ladrar y salió disparado hacia la puerta, justo cuando se pudo escuchar como se abría.

—Será Justin, ¿no? —Dedujo mi amiga y yo asentí.

Poco después mi novio apareció en el salón ganándose la atención de ambas por el gran ramo de rosas rojas que llevaba consigo.

—Creía que solo ibas a cambiarte a tu casa —dije al acercarme a él.

Justin había pasado la noche conmigo y no se había ido de mi casa hasta que Liv había llegado.

—He hecho una pequeña parada antes de volver. —Me sonrió contagiándome.

Cogí el ramo y lo olí.

—Muchas gracias, son preciosas —Le miré de nuevo—. Aunque quizás deberías haber esperado a que termine la entrevista, a ver si al final me asusto y no la hago. —Traté de bromear.

—No digas eso, Blair —Liv se acercó a nosotros—. Lo harás genial, ¿verdad? —Miró a Justin, esperando que le diese su apoyo.

—No lo dudo ni por un segundo. —De nuevo me sonrió, pero esta vez yo no pude corresponderle.

—Anda, dame eso —Liv cogió el ramo—. Iré a ponerlas en agua. —Nos avisó antes de salir de allí.

—¿Cómo te encuentras? —Me preguntó Justin cuando nos quedamos solos—. ¿Has podido comer algo?

—De eso estaba hablando con Liv cuando has llegado, intenta convencerme de que coma algo, pero es que sé que si lo hago vomitaré. —Esbocé una mueca.

—Bueno, quizás cuando lleguemos allí y hables con Laura se te abre el apetito un poco.

Yo asentí, no muy convencida, y dirigí mi mirada hacia el jardín.

—No sé si podré hacerlo, Justin —confesé el pensamiento que llevaba rondando mi cabeza desde la noche anterior, volviéndome hacia él de nuevo—. Creo que terminaré desmayándome o algo así en medio de la entrevista.

—Eso no va a pasar, tú solo avísanos si empiezas a ver puntos negros o algo así y pararán de grabar —bromeó, ganándose un manotazo de mi parte que solo le hizo reír.

—¡Te hablo en serio! —Me quejé.

—Ven aquí, anda —Abrió sus brazos, invitándome a abrazarle, algo que no dudé en hacer.

Justin me apretó contra su cuerpo y en cuanto el olor de su colonia me embriagó un nudo empezó a formarse en mi garganta.

—Hasta hace unos días estaba bastante segura de mí misma, pero ahora que es inminente...

—Es totalmente comprensible —Me aseguró y sujetó mi mentón para que le mirase—. Lo que vas a hacer hoy no es nada fácil, pero hablo en serio cuando digo que lo harás genial —dijo aquello totalmente serio—. En el último año me has demostrado que eres la persona más fuerte que conozco y estoy tremendamente orgulloso de ti, preciosa —confesó, logrando dejarme sin aliento.